lunes, 18 de abril de 2016

Capítulo 7: El sentimiento confuso.



—Todo el mundo lo sabía, que el príncipe con el ojo del águila había sido secuestrado por nada más y nada menos que uno de los grupos de ladrones más peligrosos que ha acechado los reinos, ¿Qué le habrá pasado? ¿Está herido o muerto? Esas preguntas eran el tema de conversación de muchos nobles y pueblerinos. Ahora guerreros cazadores de recompensas llegaban de diferentes regiones a cumplir con la misión de traer de vuelta vivo al joven, pero no solo ellos, el líder de la caballería de ballena Kaito buscaba sin descanso alguno por todas partes su paradero o algún tipo de información de ello, y no estaba solo, Kurapika el espadachín con talento innato y Leorio un doctor muy habilidoso investigaban en lo que era las aldeas y las tabernas incluso granjas cercanas, pero había otro tipo de gente que buscaba algo muy diferente atrapando al sucesor de ballena, tal parece que Kuroro Lucifer y su peligrosa gente se han interesado también, ¿Qué planearan? Tal vez use al chiquillo para amenazar a la realeza o para matar a líder del grupo de ladrones después de todo ellos se odian a muerte, bueno eso es todo lo que hemos averiguado sin perder la cabeza ¿Qué te parece?


—Killua estará satisfecho—Hablaban tranquilamente el peli roza y Lyon mientras caminaban sobre la nieve rumbo a la guarida, ya era de noche.


—Averiguar que pasaba en el pueblo fue fácil pero espiar a la guardia real y al Geney ryodan el grupito de Kuroro casi me hace vomitar el corazón—Decía limpiándose el sudor de la frente, había sido un duro trabajo.


—Hacer este tipo de cosas me divierten—Puso una sonrisa divertida haciendo suspirar al otro.


—Tú lo dices porque eres un rarito, lo único bueno para mi es que el viento levanto la falda de esa chica Machi.


—Nunca creí que le gustara usar el rozado.


Después de conversar y caminar un rato llegaron a la entrada principal, cuando la cruzaron encontraron a Gentrhu, Sub y Bara parados en frente de las escaleras observando a la pequeña Alluka caminar de un lado a otro preocupada.


—¿Qué sucede?—Pregunto intrigado Lyon llamando la atención de todos, la menor corrió para quedar frente a él.


—¡Gon y mi hermano no están!—Dijo agitada sorprendiendo tanto a Lyon como a Hisoka.


—¿No están?—Pronunció un tanto intrigado Lyon.


—¿A dónde fueron? —Hablo Hisoka dirigiéndose al trio en las escaleras los cuales negaron con la cabeza dando a entender que no sabían.


—¡Estoy asustada! ¿Qué tal si les paso algo?—El peli naranja le acaricio la cabeza con una expresión tranquila.


—No te preocupes, el principito es mejor que Robín Hood y ya sabes lo poderoso que es tu hermano—La chica le sonrió más tranquila.


—Fufu hablando del rey de Roma—Canturreo risueño Hisoka al ver que cruzaban la puerta.


—¡Gon! ¡Hermano!—Fue a abrazar al albino el cual le respondió.


—¿Se puede saber dónde estaban?—Pregunto intrigado Lyon al ver las reacciones de ambos muchachos, Killua palideció y fijo su mirada en algún punto de la pared y en cambio Gon estaba más rojo que un tomate.


—¿Acaso estaban haciendo cositas malas?—Pronuncio con malicia Hisoka, la niña puso un mohín.


—¡Mi hermano y Gon nunca haría nada malo!—Defendió decidida y volteo a mirar al moreno—sobre todo tu Gon.


—¿Eh?—Pronuncio no entendiendo bien.


—Cómo eres un príncipe, eres muy decente y recto—Hablo inocentemente y el peli negro se puso nervioso.


—N-No yo.


—¡No seas modesto! Puedo verlo en tus ojos, eres una persona muy pura.


—E-Eso es.


—¡Eres el príncipe más casto que ha existido!


—Y-Yo.


—¡Cuando crezca quiero ser como tú!—Hablaba con la ingenuidad más grande del mundo tenía hasta estrellitas en sus ojos admirando al peli negro, este no pudo más con la vergüenza y el remordimiento.


—¡NO ALLUKA ESO NO ES CIERTO!—Grito con lágrimas en los ojos agarrando de los hombros a la menor sorprendiéndola—y-yo.


—¿Gon?


—¡SOY UN PRÍNCIPE TAN SUCIO Y VULGAR!—Acto seguido se tapó la cara con las manos avergonzado a mas no poder y corrió en dirección a su habitación dejando a todos *plop*


—¿Qué le pasa?—Pregunto Lyon a su líder el cual estaba más pálido de lo normal y con un inusual nerviosismo.


—¿Y-Yo que sé? N-No soy su niñera.


—Bueno es que como estabas con él y-


—¡NO SE NADA! ¡¿DE ACUERDO?!—Le grito interrumpiéndolo, el peli naranja lo miro extrañado.


—Ok pero ¿Por qué estás tan agitado?


—¿Por qué tanta maldita pregunta? ¿Qué insinúas Lyon?


—N-No nada solo-


—¡¿ES ESTO UN MALDITO INTERROGATORIO?! ¡¿ACASO ME ESTAS CULPANDO DE ALGO?!


—Tr-Tranquilízate jefe—Se aterro un poco al ver la histeria en que estaba Killua y no era el único los otros los observaban a una distancia segura— na-nadie está culpándole.


—¡ASÍ ES POR QUE NO ES MI CULPA! —Grito exaltadísimo— e-es s-su culpa y-yo no pude resistir e-él se lo busco—balbuceaba cosas que el mayor no entendía.


—¿Je-Jefe?


—¡NO SOY UN PERVERTIDO SOLO TENGO UNA MENTE SEXY!—Acto seguido corrió también a su habitación dejando a todos nuevamente en *plop*


—Her-Hermano—Estaba choqueada debido a la forma de actuar del albino.


—¿A que vino eso?—Dijo Gentrhu alarmado.


—Parece que se sentía culpable—Explico Hisoka con una sonrisa divertida haciendo que todos voltearan a verlo asombrados.


—¿De qué hablas? Él nunca ha sentido ningún tipo de remordimiento en sus acciones—Agrego Sub contradiciéndolo pero Lyon interrumpió.


—No… Él tiene razón.


—¿De veras lo crees?—Intrigado Bara miraba al peli naranja el cual quedo pensativo.


—Iré a hablar con él—Sin decir nada más se fue a la habitación de Killua.


—Fufu te acompaño—Hisoka lo siguió.


.


.


.


Killua estaba boca abajo en su cama, hundía su cabeza en la almohada, deseando que la tierra lo tragara cuando escucho que tocaban su puerta.


—Rebelde vamos a entrar—La voz de Lyon lo llamó y suspiro cansado.


—No lo hagan.


—No fue una pregunta—Entraron en esa habitación con paredes azuladas y una ventana que daba a un paisaje nevado, vieron al albino en la cama.


—Váyanse—Ordeno cosa que ignoraron los mayores.


—Que gracioso verte así—Comento Hisoka en una risilla.


—¿Qué te ocurre rebelde? ¿Qué hiciste que te puso así?—Se sentó en la cama junto al peli blanco, Hizoka recargo su espalda en una pared observando la escena.


—No se dé que hablas.


—No tienes por qué mentir, sabes que nunca le diremos a nadie—Hablo tranquilamente, Killua suspiro y se sentó de espalda al marco de la cama.


—Hoy he superado mi nivel de maldad—Dijo un poco nervioso.


—¿Y? Eso es bueno ¿No?


—No si lo hice por ese medio—Empezó a jugar con la cobija—yo…


—¿Jefe?


—¡ME DESCONTROLE POR COMPLETO!—Grito tapándose la cara con las manos avergonzado, Lyon lo miro confundido e Hisoka sonrió con malicia.


—¿Descontrol?


—Cuéntanos cada detalle.


—Y-Yo…


Flash Back.


—Cuento diez y llevo nueve para que me empujes y huyas muy lejos.


—¿Eh? ¡Umgh!—Fue lo único que logro pronunciar ya que el mayor poso sus labios de manera brusca sobre los suyos, si bien se resistió al principio al no poder mover sus brazos solo zarandeo un poco las piernas y al final se dejó llevar. Medio gimió al sentir como le introducían la lengua, no sabía qué hacer, solo sentía mucho calor y cosquillas en el estómago por reacción empezó a responder el beso.


Killua estaba… ¿Descontrolado? ¿Hechizado? ¿Hipnotizado? Lo que fuera que fuese evitaba que se detuviera. El beso era demandante, hambriento y necesitado, al moreno se le hacía imposible contener sus suspiros o gemiditos al sentir que el beso se profundizaba y el albino no pudo resistirse más, quería tocarlo, así que soltó las manos del otro y las bajo hasta su cintura abrazándolo, acercándolo más.


—(M-Me soltó…)—Pensó, ¡Excelente! Esta es su oportunidad solo hay que empujarlo y salir corriendo como alma que lleva al diablo, buena idea ¿Verdad? Pero su cuerpo hizo caso omiso a sus pensamientos ya que entrelazo sus brazos alrededor del cuello del mayor—(¿Qu-Que estoy haciendo?) Mmnn…—pensó confuso y emitiendo ese sonido mientras cerraba sus ojos suavemente. Toco la cabeza del albino acariciando sus cabellos, eran suaves y lisos al tacto, respondía el beso suavemente sin saber por qué y sin poder detenerse. Fueron unos minutos confusos y llenos de sensaciones hasta que hizo falta el aire más para Gon que para Killua, este se dio cuenta y reacciono, se separó un poco viendo al menor el cual quito sus brazos bajándolos y jadeaba sonrojado, lo miraba exaltado no entendiendo bien lo que paso. El albino se sonrojo no sabiendo que decir ¿Cómo podía explicarse? Ni el mismo lo entendía.


Estuvieron mirándose fijamente en silencio por unos minutos solo estaba el ruido de sus respiraciones agitadas, el príncipe no pudo más, sus brazos solo se volvieron a enroscar en el cuello del albino besándolo nuevamente.


Killua se sorprendió ante el beso tímido que le estaba dando ¿Qué significa eso? ¿Qué tiene permiso? No importa la respuesta su cuerpo lo tomo como un si ya que de inmediato respondió el beso, sus manos viajaban inquietas tocando toda la cintura del menor curiosas y ansiosas, Gon estaba ruborizado y gemía por lo bajo, su cabeza estaba hecha un lio.


— (¿Qu-Que estoy haciendo? ¿Po-Por qué no puedo parar? Y-Yo debo escapar ahora qu-que esta distraído)—Tenia eso en la mente pero igual su cuerpo no lo obedecía—(no me casare con ninguna desconocida, en cambió atrapare al líder de esos ladrones que han estado atacando a los reinos) —Ese fue el recuerdo del trato que hizo con el rey, fue suficiente para hacer que entrara en razón y detuviera al albino empujándolo por los hombros, se miraron choqueados unos eternos segundos de silencio.


—Y-Yo…—Intento excusarse pero el peli negro escondió su cara mirando hacia otro lado.


—Ya es de noche…—Decía rojo como un tomate ¿Cuánto tiempo estuvieron así? No quería saber eso—de-deberíamos regresar.


—Ci-Cierto…—Se levantó y camino rápidamente ¿Qué rayos había pasado?


Fin de Flash Back.


Silencio jodidamente incomodo, Lyon miraba tranquilamente a su muy rojo líder e Hisoka tenía un hilito de sangre que le bajaba desde la nariz con una sonrisa pervertida.


—¿Entonces tú y el principito?—Hablo finalmente con un tono de ironía combinado con ligera obviedad—no creí que tuviera esos gustos jefe.


—Eso explica la forma tan extraña en que actuaban—Dijo burlón Hisoka, el peli blanco frunció el entre cejo.


—No me dirigió la palabra en todo el camino ni siquiera me miro, seguro se arrepintió de todo y la verdad a mí no me importa—Puso una mirada de indiferencia que no engaño para nada a Hisoka ni a Lyon.


—Fufu es la primera vez que te veo mentir tan mal es tan tierno—Se rio burlonamente eso le saco una venita en la frente al albino.


—¿Insinúas que me interesa esa excusa Robín Hood?


—No te equivocas, estamos seguros de que te gusta ese chico—Decía relajadamente Lyon dejando al menor pasmado y luego puso una expresión molesta.


—¿De qué demonios hablan? ¿Por qué debería gustarme? —Miro irritado a los otros, los cuales ni se inmutaron.


—¿Por qué no te gustaría? Es fuerte, raro, amable, ingenuo, tu hermana lo adora—Empezó a numerar Hisoka.


—Es gracioso, habilidoso, ágil y serio cuando se requiere—Ambos subordinados empezaron a enumerar las virtudes del príncipe lo cual fastidiaba al albino.


—Olvidan algo importante—Menciono algo irritado haciendo que los nombrados lo miraran curiosos—es un hombre y no cualquier hombre, es el príncipe de Ballena—dijo un poco deprimido pero cambio a sorpresa cuando escucho lo siguiente.


—Y así es como te gusta ¿Verdad?—Aporto desinteresadamente Lyon.


—Lo prohibido es más interesante—Sonrió divertido pero el menor bufo y se levantó para luego caminar hacia la puerta bajo la atenta mirada de los mayores.


—¿Acaso estas huyendo de la realidad?


—Iré a caminar, no le digan a nadie sobre esta conversación si no quieren que sus cabezas estén clavadas en una estaca—Hablo en tono de advertencia los mayores solo lo miraron aburridos. Ya afuera del cuarto suspiro pesado—(Idiotas)—empezó a maldecir a sus subordinados por lo bajo hasta que escucho unas voces provenientes de la habitación de al lado—(Esa es Alluka… ¿Qué hace en la habitación del príncipe?)—pensó curioso acercándose a la puerta, la abrió un poco para escuchar mejor lo que hablaban y para poder medio mirar.


—Lo siento Alluka no debí comportarme así—Decía apenado, estaba acostado en la cama y la menor estaba sentada junto a él.


—No te preocupes pero ¿Por qué estabas tan alterado?—Pregunto mirándolo con curiosidad, el moreno se sonrojo de sobremanera y luego se volteó velozmente boca abajo para hundir su cara en la almohada, la chica se extrañó por su acción—¿Príncipe?


—¡Mooo Alluka! Es tan difícil de explicar no lo logro entender—Decía contra la almohada lloriqueando por lo bajo, Alluka lo miraba confundida—y si te soy sincero el solo recordarlo me da calor y siento cosquillas en el estómago ¡Me pone de los nervios!—El albino trago grueso al escucharlo y se ruborizo, entendía perfectamente cómo se sentía.


—Unmm no lo entiendo bien pero ¿Estás hablando de mi hermano verdad?


—Si…


—¡Entonces eso que sientes está bien!—Hablo contenta y Gon la miro alarmado.


—¡¿Cómo que bien?!—Exclamo anonadado viendo como la chica asentía repetidas veces con la cabeza muy segura de lo que hablaba.


—¡El príncipe solo quiere a mi hermano eso es todo!—Lo dijo como si fuera lo más normal del mundo haciendo que tanto Gon como Killua se ruborizaran.


—A-Alluka…


—¿Si?


—Ya es tarde ¿Mejor vamos a dormir si?—Solo quería terminar el tema.


—¡Esta bien buenas noches!—Acto seguido se levantó de la cama, Killua al escucharla acercarse se escondió detrás de una planta y la menor le paso por al lado sin darse cuenta de su presencia. Al ver que se había ido fue a ver de nuevo que hacia el príncipe lo que vio lo hizo ruborizar, Gon se estaba quitando la ropa para cambiarse, no hace nada le habían comprado ropas para que se cambiara y le dieran más abrigo debido a que el clima invernal era muy fuerte, el moreno se había quitado la camisa dejando ver un abdomen bien tonificado que hizo que al albino le diera un palpito en el pecho y en….


— (¿Qu-Qué me pasa? U-Una imagen así no puede provocar al todo poderoso Killua Zoldick)—Aún con eso en mente en ningún momento quito la vista del joven que ahora se ponía un suéter de lana blanco que lo hacía ver más vulnerable, luego se acostó y apago las luces para dormirse. El albino se le quedo viendo como cerraba los ojos suavemente, esa imagen de verle tan apacible e indefenso le daban ganas de entrar y… ¿Hacer qué? Aun con eso en mente puso un pie dentro de la habitación. Camino unos pasos silenciosos hasta quedar al lado del moreno el cual lo sintió y se sentó rápidamente para verlo sorprendido.


—K-Killua ¿Qu-Qué haces aquí?—Preguntó sonrojado mirando los ojos azules penetrantes del otro.


—Realmente no lo sé—Lo dijo honestamente.


—¿Eh? Pero—Sintió que de repente lo agarraban por la cintura empujándolo contra la cama, el mayor lo abrazaba posesivamente hundiendo su cara en el cuello del menor el cual estaba nervioso y sonrojado, tenía sus piernas flexionadas con el peli blanco entre ellas—Ki-Killua ¿Qué haces?—pregunto sin saber bien que hacer.


—No lo sé…—Susurro contra su cuello haciendo temblar al peli negro, acaricio su piel con la nariz oliendo su aroma, era realmente agradable.


—Ki-Killua-Pronuncio exaltado por la situación podía sentía su respiración caliente. Killua sin poder detenerse empezó a darle besos haciendo estremecer a la persona que tenía abajo—Ki-Killuaa ahh—hablo entre cortado tomando por los hombros al mayor.


—¿Te desagrada?—Pregunto suave contra su cuello, el moreno se sonrojo de sobre manera.


—N-No p-pero…


—Es confuso y no está bien ¿Verdad?—Decía mientras se reincorporaba apoyándose en sus brazos y rodillas adivinando los pensamientos del príncipe que lo miraba intranquilo—después de todo soy un ladrón y tú el príncipe que secuestre para conseguir dinero—miro a los ojos al peli negro el cual estaba en silencio con una cara triste—y si no mal recuerdo, yo soy tu boleto para quedar libre de ese compromiso de boda y de ese castillo de piedra que actúa como cárcel ¿Verdad?


—Si... —Murmuro bajito triste y el albino sonrió de manera comprensiva.


—Al final tendríamos que traicionar al otro para conseguir lo que anhelamos—Dijo finalmente quitándose de encima del moreno y dar por finalizado ese ridículo sentimiento confuso, o al menos eso pensaba hasta que sintió que Gon lo abrazaba del cuello jalándolo de nuevo a la posición en que estaba sonrojándolo—¿Qu-Qué estás?


—Killua ¿No te importo?—Pregunto en un susurro tímido en el oído del otro, este se sobresaltó—yo en verdad quería atraparte y ponerte detrás de las rejas para demostrarle a Ging de lo que soy capaz, pero eso fue antes de conocerte—El mayor se sorprendió al escucharlo pero siguió en silencio—aunque no nos conozcamos mucho tu… me importas más que conseguir el reconocimiento de mi padre ¿Tu no sientes lo mismo?—pregunto finalmente nervioso abrazando al peli blanco que estaba pensativo.


—Idiota…-Murmuro para luego besarlo sorprendiendo al menor pero no se resistió, inmediatamente correspondió el beso y el albino lo volvió a abrazar tocando su cintura perdiendo lentamente la cordura.


El príncipe raro había sido totalmente honesto con sus sentimientos, aunque era muy despistado para entender realmente que era eso que hacia latir su corazón, aún era muy pronto después de todo. Aún falta para llegar a un final feliz ya que aún hay problemas que resolver y un secreto por descubrir.




Continuará…

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