lunes, 18 de abril de 2016

Capítulo 30: Rebelión, dando la cara de monstruo.

—¿Estás bien?—Decía a la chica recostada en los barrotes de espalda, esta asintió en respuesta—lo siento… nunca vi venir esa jugarreta de la CIA—hablo desanimado y la peli negra le sonrió.

—Está bien, sabía que este tipo de osas ocurrirían si permanecía al lado de Gon kun y mi onii chan—Explico al peli rojo que la miraba atento.



—No lo aparentas pero eres una chica fuerte, eso me gusta—Decía esbozando una sonrisa—eres… tan distinta a tu hermano—la chica lo miro fijamente.

—Hashiro kun ¿Por qué desconfías tanto de mi hermano?—El peli rojo puso un semblante serio ante su interrogante.

—Es difícil de explicar, pero sé que su sola presencia puede perjudicar a Gon—Decía a la extrañada y preocupada joven, entonces escucharon el ruido de pasos y en seguida se pusieron en alertas, un guadía armado pasaba por en frente de sus celdas, miraba fijamente a la chica poniéndola incomoda—oiga viejo, no mire de esa forma a la señorita ¿No ve que la incomoda o acaso memoriza su imagen para verla en sus sueños de viejo verde?—Hablo de forma burlona recibiendo una mirada feroz del adulto.

—No estas en condiciones de burlarte mocoso estúpido—Con una patada hizo sonar fuertemente los barrotes—¿O buscas que te den un verdadero castigo?—hablo de forma amenazante pero el peli rojo ni se inmuto, en vez de eso sonrió ampliamente extrañándolo—¿De que te ríes?

—Él que recibirá un castigo no soy yo—Antes de que pudiera replica por sus palabras sintió un fuerte golpe que lo dejo inconsciente, a sus espaldas se hallaba Gon que en seguida abrió la puerta de su celda.

—¡Mushu, Clu!—Decía Alluka con una sonrisa mientras veía como fácilmente el minino trepaba los barrotes y abría su puerta.

—¿Estás bien Gon?—Preguntó el peli rojo preocupad al ver el casco que llevaba el moreno, este asintió y acto seguido se agacho a revisar al guarda inconsiente, saco el celular que llevaba en el bolsillo y empezó a escribir para después mostrarle a Hashiro.

—¿Y Killua?

—No está con nosotros—Respondió con tranquilidad ante la sorpresa del moreno—¿Cómo escapaste? —Gon escribió en el celular nuevamente.

—Lyon me ayudo y me trajo aquí, me dijo que aquí estaba Killua.

—¿Es así?—Decía el peli rojo casi para si mismo pero después sonrió al moreno—no te preocupes, quizás se equivoco y él mismo fue a buscar a Killua—Gon asintió un tanto desganado—de todas maneras tenemos que salir de aquí—el moreno hizo señas para que los siguieran—vamos Alluka chan, sigamos a Gon.

—¡Si!

Empezaron a correr por los pasillos liderados por el moreno, cada tanto dejaban inconsciente a un carcelero sin mucha dificultad, cuandose estaban acercando a la salido un grito femenino paro de improviso a Gon.

—¿Gon?—Llamo el peli rojo, el aludido se encontraba mirando fijamente un pasillo a su izquierda y en la oscuridad, entendiendo la reacción del moreno sonrió—quieres salvar a la chica grito eh, eres todo un cabalero Gon—el nombrado solo corrió a la dirección del grito. Una puerta metálica opaca los gritos de dolor de una mujer, dos oficiales se hallaban mojándola con un balde con agua y electrocutándola con pistolas mientras ella se encontraba amarrada a una silla.

—Y por eso no debes desobedecer las ordenes de Pariston, cuando él diga que no te acerques a un cuarto tú, como buena niña, no lo haces—Dijo un tanto burlón a la morena que lo miraba con rabia.

—Oye esa no es forma de mirar a un oficial, creo que le hace falta otra descarga—Le decía con una sonrisa sádica a su compañero que asintió de acuerdo. La mujer cerró los ojos preparándose a recibir otra ola de daño pero escucho dos golpes fuertes y ambos hombres se hallaban inconsientes en el suelo, lo siguiente que vio fue a un joven con casco que se agachaba a su altura.

—¿Go-Gon?—Pronuncio con dificultad mientras el aludido asentía y quitaba las cadenas que la ataban a la silla.

—Hola soy Hashiro—Dijo de repente un peli rojo que se asomaba por la puerta, seguido de él Alluka con Mushu y Clu en sus brazos—esta chica es Alluka y esos dos nuestras mascotas, parece que conoces a Gon ¿Quién eres?

—Llámame Mishiko—Decía con dificultad levantándose ayudada por el moreno—supimos que encontraron a Gon y nos escabullimos para verlo, sin embargo nos encontraron.

—¿Escabullimos? ¿Acaso hay más persona que buscaban a Gon?

—Kurapika y Leorio—Sentenció y ambos pudieron ver como Gon se sobresaltara.

—Pienso que lo mejor sería que nos márcharamos lo más pronto posible, pero…—Miro a Gon fijamente—aunque te lo diga te vas a ir igualmente ¿Verdad?—el aludido asintió con emoción y el peli rojo suspiro—que honesto…

—Iré con ustedes—Añadió Mishiko—mis sentidos no son tan buenos como los de Gon pero soy capaz de rastrearlo—el grupo asintió y se pusieron en marcha, pero no tardaron mucho en escuchar una voz muy familar para ellos.

—¡NO ME VAN A CALLAR!—Gritaba Leorio atado de pies y manos en la pared a unos guardias afuera de la celda en que estaba, estos hacían lo imposible por ignorarlo, en frente también se hallaba la celda de Kurapika quien trataba de tranquilizarlo en vano—¡No es un maldito pecado querer ver a tu amigo!

—¡Cállate viejo!

—¡No soy un viejo y no me callo! ¡Gritare toda mi puta vida cabrones!—Dijo furioso al insolente guardia que estaba harto de sus gritos.

—¡Leorio no ganas nada con gritar!—Decía por millonésima vez el rubio pero solo enfurecía más al moreno.

—¡Y una mierda! ¡Sabra dios que le estará haciendo el cabron de Pariston a Gon mientras nosotros estamos aquí!

—¡Esto les pasa por involucrarse con un monstruo!—Acuso el guardia molesto por tanto grito—¡Esa escoria debería estar agradecida por dejarlo vivir a pesar de su desobediencia!

—¡Seras…!—Leorio no pudo terminar ya que el guardia cayo inconsciente por un puñetazo de Mishiko, el guardia que quedo trato e atacarla pero Gon aprovecho su despite y lo noqueo por detrás, el doctor sonrio ampliamen mientras el rubio los miraba sorprendido—¡Gon, Mishiko!

—¡¿Pudieron escapar?!—Decía Kurapika impresionado mientras veía a una chica pelilargo que nunca antes había visto con un oso amarillo en la cabeza abría la puerta de su celda y acto seguido quitaba sus cadenas.

—¿Quiénes son ustedes?—Pregunto Leorio al peli rojo que liberaba sus cadenas.

—Doctor Leorio, mi nombre es Hashiro y soy su aliado a partir de ahora, la chica de allá es Alluka, el gato Mushu y el oso Clu, me gustaría charlar con usted pero tenemos que irnos lo más rápido que podamos—Decía mientras sacaba el doctor de la celda y se reunía con los demás.

—¿Ahora qué?—Decía Mishiko mirando aGon quien sacaba un celular y escribía un mensaje y se los mostraba a todos.

—Irnos por supuesto, la CIA no nos perdonara después de esta—Leyeron todos.

—¿Y luego?—Dijo Kurapika de manera seria llamando la atención de todos—suponiendo que todos salgamos ileso de esta ¿Qué va a pasar después? ¿Viviremos con la CIA pisándonos los talones hasta el día de nuestras muertes?—la seriedad en la voz del rubio hacían notar la advertencia que se hallaba en sus palabras, sin embargo otras palabras se hicieron presentes sobresaltando a todos.

—Dichoso ustedes que tienen esa opción—Voltearon en seguida en la dirección de esa voz, en la oscuridad se podía distuinguir una silueta familiar.

—¡Kuroro!—Dijo Kurapika sorprendido, y al decir su nombre pudo ver como detrás del aludido aparecían otras tres siluetas y Kurapika suspiro—y trajiste a Machi, Shizuku y a Nobunaga…

—La brigada fantasma vino a recoger a su querido supervisor ¿Qué querías?—Decía burlón mientras sus compañeros esbozaban una sonrisa por lo bajo—y sobre lo que vamos a hacer es simple—continuo con una sonrisa que produjo un mal presentimiento en el rubio—rebelión de monstruos—ahora ya sabía el porque de su mal presentimiento, decir que todos están sorprendidos es poco.

—¡¿QUÉ?!—Grito Leorio en voz alta y fue callado por un codazo de Mishiko.

—No tiene nada de loco, necesitan ayuda para salir de aquí ¿Verdad? Aquí hay millones de monstruos que encantados lo harían—Decía con una sonrisa Nobunaga ante la mirada atónita de los presentes.

—¿Están seguros?—Preguntó el rubio serio—serán cazados por la CIA y si los atrapan no los torturaran como a Gon, ellos probablemente los maten.

—A veces eso es mejor Kurapika—Setenció Kuroro serio—preferiblemente morir antes de ser tratado como un esclavo o basura, bueno en nuestro caso es ambos—añadió con desinterés ante la atenta mirada de los presentes—muchos se suicidan con eso en mente, pero yo preferiría correr por mi vida y si muero pues al menos habré luchado hasta el final, estoy seguro que más de uno piensa igual—Kurapika lo miro fijamente hasta que escucho el sonido de un celular, cuando volteo se encontró con un mensaje de Gon.

—Pienso igual que él, Kurapika—El rubio suspiro.

—No te obligaremos a involucrarte, puedes salir de aquí y decir que solo escapabas del revuelo, o que sobriviste a un ataque a traición de nosotros—Dijo la peli roza llamada Machi con una expresión seria.

—Saben que no lo haré, si los dejo solos destruirán el mundo tal y como lo conocemos—Los presentes solo esbozaron una media sonrisa por lo bajo—hagamos un plan para el caos que se acerca…

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Pariston se hallaba feliz en la silla de su oficina, todo le estaba saliendo justo como quería, a pesar de uno que otro contratiempo el verdadero poder siempre triunfa, saber que su carta más poderosa “Gon Frecss” se hallaba de vuelta en sus manos era muy satisfactorio, admitía que se tensó un poco al saber de la existencia de una poción capaz volver a un monstruo humano pero ahora se encontraba en su poder, y por sino fuera el creador de tal blasfemia fue asesinado de una forma bastante peculiar...

De repente se oyó una explosión que hizo temblar el suelo y probablemente todo el edificio, Pariston borró su sonrisa y se puso de pie al escuchar una alarma ruidosa muy conocida por él, la puerta de su oficina se abrió bruscamente dejando ver al secretario Beans agitado y alarmado.

—¡Vicepresidente! ¡Es horrible! ¡Gon Frecss h escapado de su celda, por sino fuera poco se unió a los monstruos que estaban en las celdas de los castigos y empezaron una rebelión! ¡A este paso destruirán el edificio!—El rubio mantuvo un semblante inexpresivo.

—Supongo que no podía ser tan fácil…—Murmuro por lo bajo mientras su cabeza imaginaba un plan para salir de esta…

Continuará…

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