Miraba distante el cielo oscuro y las nubes pasajeras por la ventana, estaba pensándolo todavía, a pesar de que su deber es solo obedecer y nada más, no puede evitar pensárselo y buscarle la lógica, un presentimiento le decía que algo estaba mal….
—Sabía que también te parecía extraño, Illumi chan—Decía risueño y divertido el peli roza sentado frente suyo. Ambos ya estaban en un avión rumbo a áfrica a cumplir con la misión que les encomendaron, sin embargo, el peli largo todavía estaba algo dudoso aunque no lo demostrara su expresión.
—¿Tú no lo estás?—Dijo sin quitar su vista del cielo aunque sentía claramente la sonrisita extraña de su compañero.
—Siento curiosidad si…—Miro al techo de manera despreocupada mientras cruzaba sus brazos—no es como si asesinar al líder de la rebelión de áfrica contra el gobierno no fuera importante, pero no era necesario llamarnos a los dos.
—En realidad no hayo la lógica de llamarte a ti—Pronuncio distante el peli largo—¿En verdad están tan desesperados como para que te llamen a ti y dejen sin la tutela apropiada a Gon?—Hisoka lo miro con una sonrisa, esa sonrisa que pone cuando esta divertido.
—La orden está escrita a puño y letra del vicepresidente Pariston Hill, desafortunadamente no podemos confirmarlo ya que el susodicho está en una conferencia y no contestara ningún tipo de llamada hasta que regrese, que por cierto, llega al mismo tiempo que nosotros—Illumi seguía mirando fijamente el cielo nocturno con su usual expresión indiferente…
—Quizá… quieran deshacerte de ti para intentar llevarse Gon—Comento mientras Hisoka sonreía y miraba por la ventana al igual que él…—entonces me pregunto… ¿Por qué quieren que me aleje también? No es como si me negara a que se llevaran a ese monstruo lejos de mí…—solo escucho la risita del otro…
—¿Estás seguro?
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Al amanecer los rayos del sol se colaban entre las cortinas de las ventanas, dando sutilmente en la cara adormilada de Gon quien despertaba perezoso y con Clu entre sus brazos, por primera vez en cinco años había dormido bien. Lo primero que hiso fue mirar a su alrededor dándose cuenta que se encontraba en su departamento, se encontraba sentado en el sofá frente al televisor que no tenía señal en ese momento, a su lado estaba Killua acostado en el lado derecho del mueble todavía dormido y con el mando en la mano, a su izquierda Alluka dormía tranquila con Mushu acurrucado gustosamente en su regazo, este último se había sorprendido mucho al ver al trío llegar juntos y felices, aunque fue mayor la sorpresa de los hermanos al ver al osito que habían elegido como regalo a Gon moverse como un ser vivo.
Gon sonrió recordando que se la pasaron toda la noche hablando de lo que habían hecho en el tiempo sin verse y viendo películas. Recordó algo importante de repente, así que abrió el cajón de la mesita de noche que se hallaba frente de la tele y saco una pequeña cámara digital. Michico se la regalo el día de su cumpleaños “Un monstruo durante el trascurso de su vida solo recibe migajas de felicidad, por lo que para no deprimirse debe guardar los recuerdos y atesorarlos cual valioso y delicado objeto, debemos recordar que fuimos felices para soportar el sufrimiento del presente…” fue lo que le dijo al obsequiarle el objeto, hasta ahora solo la había usado para fotografiar a Mushu, Clu, Kurapika y Leorio, después no la saco más, pero ahora era el mejor momento para volver a hacer uso de ella…
—(Quiero recordar esto por siempre…)—Pensó mientras se volvía a acomodar entre los hermanos, alzo objeto y lo alejo con la mano con la intención de tomarse un selfie y justo cuando iba a presionar el botón…
—¡Al menos avisa si vas a tomar una foto!
—¡Yay! ¡Foto con mi onii chan y Gon kun!
—¡Ah!—Pronuncio sorprendido, tanto Killua como Alluka se reincorporaron colocándose a cada lado de su rostro sonriendo para posar. Sonrió y miro el lente para al fin presionar el botón y tomar la foto.
—¡Quiero Ver! ¡Quiero ver!—Dijo ansiosa la peli negra, Gon le dio la cámara y vio la imagen de los tres sonriendo juntos, alegrándola a más no poder—¡Salió excelente! ¡Debemos imprimirla y ponerla en un retrato! No… ¡Mejor hagamos un álbum!—sugirió emocionada bajo la sonrisa de los mayores, en eso se escucharon los maullidos de Mushu quien jalonaba los pantalones del moreno.
—Un momento Alluka chan, Mushu tiene hambre—Se iba a levantar pero la chica se le adelanto.
—¡Yo lo hago!—Tomo al minino entre sus brazos sorprendiéndolo un poco—¿Dónde está la comida?—pregunto con una sonrisa, la verdad tenía la intención de dejar a los mayores un rato solos, además de que le gustaba ese gato y quería darle de comer con la mano.
—En la cocina, en un cajón a lo alto—Al terminar de hablar la otra se fue a la cocina de manera apresurada, Gon la miro para después bajar la mirada a ver a Clu entre sus brazos—¿Podrías ayudarla Clu? Mushu podría aprovecharse y comer más de la cuenta—el peluche asintió y de un salto llego al piso para retirarse también.
—En verdad te entiende eh…—Dijo el albino mientras miraba al oso de felpa andar tranquilamente.
—Es un osito muy listo—Comento con una sonrisa el moreno para luego bajar la mirada con una expresión un tanto pensativa—nee Killua… ¿Cuánto tiempo se quedaran?—el aludido miro al techo meditativo.
—Hasta que regrese Hisoka y mi hermano, supongo…—Dijo un tanto distante y la expresión de Gon cambió a una triste y distante.
—Ya veo…—Murmuro con una mirada cristalina hasta que sintió como el mayor apoyaba su barbilla en su hombro mirándolo fijamente…
—¿Piensas que te volveré a dejar ir?—Susurro en su oído sobresaltando un poco al moreno, este bajo la mirada al piso.
—No es… como si tuviéramos otra opción…—Murmuro decaído para luego esbozar una débil sonrisa—estoy realmente feliz de volverte a ver ¡Pasémoslo en grande durante estos siete días!—Killua sonrió y se separó de él.
—Eres un idiota Gon—Bufo mientras el aludido ponía un puchero.
—¿Ehh? ¿Por qué?
—Por subestimarme.
—¿A qué te refieres?—En eso sonó un celular, Killua saco su teléfono y lo contesto.
—¿Qué pasa?—Hablo de manera tajante bajo la mirada de curiosidad de Gon, este trataba de escuchar lo que hablaban pero no distinguía bien las palabras—ya veo… avísame cualquier cosa—y colgó para voltear a ver la expresión curiosa de Gon.
—¿Quién era?
—Alguien que me advirtió de que si sigo quedándome aquí se darán cuenta los superiores—Explico con una sonrisa ante la expresión de preocupación de Gon.
—¿Estarás—El albino paro sus labios con su dedo índice haciendo que un leve rozado se alojara en sus mejillas.
—No te preocupes, solo nos iremos por ahora—Dijo retirando su dedo con una sonrisa y tranquilizando al moreno—pero te vendremos a buscar para ir al cine ¿De acuerdo?
—¡Sí!—Afirmo ya más animado.
—¡Alluka!
—¿Si?—La nombrada se asomó al escuchar a su hermano llamándola.
—Es hora de irnos.
—¡Esta bien!—Asintió con una sonrisa, detrás de ella estaba Clu sobándole la enorme barriga a Mushu quien comió demás, había aprovechado las porciones extras que le dio con la mano la chica.
Caminaron hasta la puerta seguido de la mirada un tanto triste de Gon, realmente no quería que se fueran aun, sin embargo se despidieron con la promesa de que se verían más tarde…
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Al medio día Gon fue a la CIA, era parte de la vida de los monstruos ir todos los días para que se les monitoree, aunque hoy había algo extraño, todo el personal estaba hiendo de aquí para allá nerviosos y tensos lo cual extraño al moreno.
—¡Gon Freecss!—El aludido volteo a su izquierda para ver quien lo llamaba encontrándose con el secretario Beans.
—¡Beans san!—Llamo sorprendido, el nombrado respiraba agitado debido a que estaba corriendo—¿Qué sucede?
—¡Ha surgido una emergencia! ¡Los aliados de la empresa de la cual se llevó el paquete están atacando uno de nuestros cuarteles escondidos! ¡Tiene que ir en seguida!—Explico muy alterado a lo que el moreno lo miraba con atención.
—Está bien, pero no puedo ir sin mi supervisor.
—¡Eso ya está listo! ¡Hisoka san lo está esperando allá!
—Hisoka está en una misión, me vigila un suplente—Ante lo que dijo Beans lo miro incrédulo.
—¡¿Hisoka san en una misión?! N-No lo sabía ¿Quién es el suplente?
—Es un cadete que apenas llego ayer, no creo que lo conozca.
—¡¿Un novato?!—Ahora sí que estaba alarmado, tanto que casi olvida la razón del por qué llamo al moreno—¡P-Por ahora solo valla a estas coordenadas, allá lo está esperando quien sea que lo esté supervisando!—le dio un papel al menor y este se retiró rápidamente. Tan pronto perdió de vista al moreno salió corriendo en dirección al cuarto piso, la puerta al final del pasillo daba al despacho del presidente Netero, Beans entro de manera muy sonora—¡Presidente Netero¡ ¡¿Cómo se le ocurre enviar a Hisoka, el supervisor de uno de los monstruo más incontrolable de la CIA, a una misión y dejar como suplente a un novato recién llegado?!—Netero lo miro entre sorprendido y confundido.
—¿El supervisor Hisoka en una misión? Yo no aprobé nada como eso—Decía para la sorpresa de Beans.
—¡¿Entonces fue el vicepresidente Pariston Hill?! ¡P-Pero si él fue quien dió la orden de que Hisoka san y Gon Freecss no deben separarse!—Netero saco una pantalla comunicadora.
—Sera mejor que le preguntemos a él—Dijo mientras presionaba unas teclas, después se escuchó un “Piiiii” de teléfono y apareció la imagen sonriente del vicepresidente Pariston Hill.
—¡Presidente Netero! ¡Debe ser un asunto de vida o muerte como para que interrumpa mis importantísimas reuniones!—Decía con su úsual sonrisa y Netero se rasco la barba un tanto curioso.
—Solo queremos que nos expliques algo que hiciste.
—¿Explicar? ¡Qué raro que no deduzca por usted mismo las razones de lo que hago!
—Veras, es que esto no es típico de tus juegos—Pariston lo miro con una sonrisa curiosa—dinos ¿Por qué enviaste al supervisor Hisoka a una misión y dejaste al joven Gon Freecss al mando de un cadete que recién vino?—ahora sí, la sonrisa del vicepresidente se borró por completo dejando una expresión oscura y seria.
—Yo no dí ninguna orden como esa—Hubo un tenso silencio en la sala, Beans observaba nervioso la mirada pensativa de Netero y de seriedad de Pariston, hasta que este último rompió a hablar—hare unas llamadas y regresare lo más pronto posible—y corto la llamada, ahora Netero se dirigió a Beans.
—Envía unos agentes extras a donde se dirige Gon, yo voy a tratar de contactar a Hisoka.
—¡S-Si!—Ambos salieron por la puerta, uno corriendo y el otro caminando meditativo.
En una habitación más apartada, en un pequeño cuarto de limpieza, estaba un hombre peli naranja con audífonos en las orejas y con una laptop.
—Ehh… se dieron cuenta más pronto de lo que creíamos, menos mal que puse esos micrófonos disfrazado de personal de limpieza—Murmuro mientras sacaba su celular y marcaba unos números.
—¿Qué sucede Lyon?—Hablo una voz por teléfono.
—Hey rebelde, será mejor que te vayas cagando leches, los duros se enteraron de la farsa—Escucho una risita.
—Justo estaba harto de trabajar para ellos, es hora de revelarme y llevarme lo que es mío—Declaro a lo que el otro se rasco la cabeza un tanto incomodo—recoge a Alluka y ven a buscarnos.
—Como quieras.
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Gon llegaba a un motel de esos de mala muerte y en el medio de un desierto a las afueras de la ciudad, gracioso que en un lugar así sea en realidad uno de las guaridas de un ente tan importante como lo es la CIA, el moreno entro y en la recepción se encontró con un montón de agentes vestidos de negro inconscientes en el suelo, solo los miro, se acercó a uno y lo pateo suavemente escuchando el quejido de dolor que este emitía.
—Inútiles—Murmuro de mala gana, siguió caminando pasando de largo los numerosos hombres inconscientes y subió las escaleras que daban al segundo piso, al final del pasillo se supone que estaban los enemigos. Empezó a moverse cauteloso, ya cuando estaba frente a la puerta tomo aire y de una patada la abrió entrando abruptamente y poniéndose en posición de ataque—¡Muy bien idiotas! ¡El que quiera vivir, de rodillas en el suelo con manos al aire! ¡El que no, que el cielo y tu madre cuiden de ti!—grito a modo de advertencia listo para romper huesos pero miro mejor el panorama, los supuestos enemigos estaban todo lleno de moretones atados de pies y manos, y sentado en un escritorio se encontró a cierto albino mirándolo divertido—¡Killua!
—Excelentes amenazas Gon, casi tiemblo—Dijo mientras se reincorporaba y el moreno se acercaba sorprendido.
—¿Pudiste con ellos tu solo? ¡Eres asombroso Killua!—El aludido sonrió.
—No fue nada.
—¡Pero si ellos vencieron los agentes de la CIA!
—No, ese fui yo.
—¡¿De veras?! Eres increibl-……¿Eh?—Al analizar mejor lo que dijo puso una mirada confundida—¿Fuiste tú quien noqueó a los agentes?
—Así es—Afirmo mientras se alejaba del moreno y se dirigía a un bolso negro, abrió el cierre y empezó a rebuscar algo.
—Pero… ¿Por qué?
—Es porque a quién buscaban era a mí—Confeso tranquilamente para la sorpresa y la confusión del moreno, de repente el albino saco una botella oscura con un pañuelo blanco y empezó a acercarse a Gon.
—¿Te busca la CIA? ¿Por qué?—Vio como el albino mojaba el pañuelo con el líquido del frasco, ahora que lo miraba, Killua estaba vestido totalmente de negro.
—Veras Gon, voy a hacer algo que hace cinco años no pude—Decía sonriente para la extrañeza del moreno.
—¿Qué cos—Sin poder terminar de hablar el albino soltó el frasco y con su mano ya libre agarro el brazo del moreno y en un movimiento lo volteo de espaldas a él apresando su extremidad—¡UNGUH!—soltó un quejido de sorpresa cuando le pusieron aquel pañuelo húmedo en su nariz y boca, sin darse cuenta estaba de frente contra el escritorio con el albino atrás encima suyo.
—Shuuss—Susurro en su oído al sentir como el moreno se removía alterado, al principio se agitaba pero después poco a poco se tranquilizaba, hasta caer profundamente dormido, al ver su estado lo cargo al estilo princesa y se puso una máscara oscura para después retirarse.
Al llegar a las fueras del motel lo esperaba una camioneta gris con cristales negros, de golpe la puerta se abrió dejando ver a quien lo esperaba.
—Oye, dijiste que esto no era un secuestro—Dijo un tanto molesto, también llevaba una máscara negra y miraba al chico inconsciente en los brazos del albino.
—Es solo para despistar a la CIA, Illumi probablemente se dé cuenta cuando llegue—Decía mientras se montaba al vehículo. La camioneta arranco perdiéndose en el horizonte…
Continuará…
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