lunes, 18 de abril de 2016

Capítulo 3: ¿Amigos?



Era el medio día en la mansión Zoldyck y en el cuarto con el piano, estaba un niño de cabellos blancos sentado encima del instrumento viendo como su pequeña hermana jugaba con unas muñecas. El albino soltó un suspiro de impaciencia.

—Está tardando mucho…—Murmuro intranquilo cosa que llamo la atención de la pequeña.

—¿A quién esperas onii chan?

—A un chico—Respondió y ahora veía la cara de su hermana que paso de curiosa a sorprendida.




—¡¿Onii chan trajo a un amigo a casa?!—Decía en voz alta sin poder creérselo a lo que Killua puso una mirada pensativa.






—No es que lo trajera él ya estaba aquí, y no sabría decir si somos amigos…—Murmuro bajo.






—Nee nee ¿Cómo es?






—Cuando lo veas lo sabrás—En eso Gotoh entra a la habitación con una bandeja con pasteles y te.






—Killua sama, Alluka sama les he traído la merienda—Anuncio con respeto mientras los niños se acercaban a agarrar los dulces.






—Ñee Gotoh—Llamo con la boca llena- ¿Fuándo fa a fenir Gon?—el mayordomo se quedó por un momento callado cosa que extraño al pequeño—¿Gotoh?






—El señor le dio el día libre a Gon kun por lo que está descansando en su cuarto—Dijo finalmente mientras los menores terminaban de comer su merienda.






—Valla, debió pasar algo muy grave como para que mi padre dejara descansar a un niño de cinco años—Añadió con algo de ironía en su voz—dime Gotoh ¿Dónde está la habitación?






—Discúlpeme pero el señor Silva me prohibió compartir esa información—Respondió serio ante la mirada fija del menor.






—Ya veo…—Murmuro bajito y luego se dirigió con una sonrisa a su hermana que se estaba limpiando los restos de pastel que tenía en la boca— ¡Alluka vayamos a jugar!—decía mientras la tomaba de la mano saliendo de la habitación. Ya afuera, la pequeña miraba a su hermano un poco desilusionada.






—¿Ya no veremos al amigo de Onii chan?—Killua solo esbozo una sonrisa mientras caminaban por el corredor.






—No sé si seamos amigos pero no te preocupes—Le respondió mientras observaba unas habitaciones lejanas con una sonrisa astuta—a tu Onii chan no se le puede negar nada.


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Un gato daba saltos de árbol en árbol para poder llegar a los pisos superiores de la mansión, su objetivo era una ventana oscura que estaba apartada el resto, al llegar se sorprendió un poco al verla abierta per supuso que él sabía que iría a verlo, vio que toda la habitación estaba oscura y solo una pequeña parte era iluminada por la luz del sol, suspiro y se sentó en el marco y miro con comprensión al bulto que estaba bajo la manta de la cobija.






—¿Cómo estas cachorro?—Dijo en forma de saludo a lo que el pequeño se removió un poco.






—Mushu…—Dijo en un susurro apenas audible—¿Sabes que ha pasado en el hospital?—su tono de vos se escuchaba baja y triste, el gato asintió con la cabeza.






—Al parecer las van a enterrar los aldeanos del pueblo—Le hablo de forma suave—¿Crees que te dejen ir al funeral?






—No lo harán, tampoco quiero ir…—Se sentó en la cama dejando ver su cara triste y sus ojos opacos—yo siempre las recordare, sus sonrisas antes de que todo esto pasara… nunca las voy a olvidar—hablaba de manera triste a lo que vio que el gato se posicionaba en frente de él mirándolo a los ojos mientras se sentaba.






—Cachorro, sé que no tienes cabeza para nada más pero debemos hablar muy seriamente—Le dijo delicadamente para no estresarlo más.





—¿Qué ocurre?






—Ahora que eres oficialmente un huérfano creo que ya es hora de que decidas que vas a hacer ahora—Le explico a lo que veía la mirada confundida de Gon.






—¿Qué voy hacer?






—Si cachorro, ahora que estas por tu cuenta puedes hacer lo que quieras, tienes el poder para irte y arreglártelas solo contra el mundo—Le comento y el moreno lo miro sorprendido- será difícil claro, pero te adaptaras con el tiempo, es mejor que ser la rata de laboratorio de ese Silva—ahora dio un salto y se puso en el marco de la ventana mirando al exterior- ahora mismo puedes escapar, te diré cuales rutas puedes escoger para pasar desapercibido si tú quieres claro—esto último lo dijo al ver la expresión de duda en el rostro del niño—¿Qué harás ahora cachorro?






—Yo…—Murmuro pensativo—(Mushu tiene razón, tengo el poder para arreglármelas solo y puede que sea mejor que quedarme y seguir todo el tiempo las ordenes de Silva san…)-alzo la mirada decidido— Mushu yo…—de repente abrieron la puerta abruptamente sorprendiendo a Gon y al felino—¿Quién anda ahí?—al no recibir respuesta se levantó y encendió la luz pero grito del susto al ver una sábana grande que se le tiraba encima— ¡UWAAAA UN FANTASMA!—decía mientras forcejeaba con el peso que tenía encima el cual se carcajeaba malévolamente al mismo tiempo que le sujetaba las manos y se las ponía contra el piso asustando más al pequeño—NOOOOO ¡UN ESPECTRO ME QUIERE VIOLAR!—ante eso las risas solo incrementaron hasta que se escuchó una voz infantil regañona.






—¡Onii chan no espantes al único amigo que tienes!—Dijo mientras jalaba la sabana dejando ver a un Killua con mirada gatuna y a un Gon paralizado con lágrimas en los ojos por el susto que había pasado—¡MOO mira como lo has dejado! ¡Levántate y pídele perdón!—ordeno a lo que el peli blanco se levantaba dejando escapar todavía risillas por la cara atónita de Gon.






—Jajaja ¡Te lo mereces por dejarme esperando!—Se reía al ver el puchero que puso el moreno, este se levantó con la mirada oscura y se acercó a él de manera escalofriante.






—No se quedara así…—Fue lo último que dijo antes de abalanzarse al albino sorprendiéndolo.






—¿Q-Qué estas?—Balbuceo nervioso al ver los brazos del moreno a cada lado de su cabeza y este le sonreía malignamente.






—¡Mi venganza será terrible!—Empezó a hacerles cosquillas al albino el cual empezó a carcajearse sin parar. Alluka miraba la situación con una sonrisa, era la primera vez que veía a su hermano jugar con alguien mientras que Mushu estaba un poco preocupado, tenía esa sensación de que ese chico albino no era muy bueno sim embargo ver a Gon tan feliz no es cosa de todos los días, quizás solo esta paranoico ¿Verdad?.






—Jajaja ¡Vale, vale! ¡Me rindo!—Anuncio con lágrimas en los ojos por tanto reír a lo que el moreno se detuvo con una sonrisa de victoria.






—¡Y no lo vuel—No pudo terminar ya que el albino lo tumbo contra el piso con el encima mirándolo con una sonrisa gatuna—es-espera dijiste que-






—¡Te mentí!—Empezó a hacerle el doble de cosquilla y Gon solo se retorcía de las risa que tenía.






—P-Para AJAJAJA p-por favor jajaja—Decía agonizando entre lágrimas bajo la sonrisa malévola del albino.






—Onii chan lo mataras con tantas cosquillas—Le reprochó a lo que el albino para su tortura con el sonriendo victorioso.






—¡Tramposo!






—Sí que lo soy—Admitió con orgullo mientras se levantaba de encima del moreno y le extendía la mano para ayudarlo, este lo acepto con una sonrisa.






—¡Hola soy Alluka!—Saludo con emoción mientras se acercaba a Gon con curiosidad.






—Soy Gon, un gusto—Sonrió a la pequeña quien lo miraba fijamente pero después noto al animal que estaba en la ventana.






—¡Un gatito!—Mientras corría hacia el felino con las manos extendidas para agarrarlo, el minino vio eso como una alarma para irse y con la pata hizo un gesto para despedirse de Gon.






—¡Hasta la vista baby!—Acto seguido salto por la ventana sacándole un puchero a la pequeña Alluka y a Gon le rodo una gotita de sudo en la frente al escuchar las cosas que dice ese gato.






—¿Acaso ese gato se despidió con la pata?—Arqueo una ceja incrédulo por lo que vio el otro trago grueso.






—Bu-Bueno es un gato muy original—Respondió esquivando el tema—¿Silva san los dejo entrar?—pregunto un poco curioso ya que el adulto le había dicho que lo dejaría solo todo el día, el albino negó con la cabeza y chasqueo la lengua.






—Ni viviendo en otro universo me dejaría entrar a lugares que él tiene prohibido—Dijo refunfuñando por lo bajo y el moreno se le quedo mirando.






—¿Y cómo supieron dónde estaba? Además ¿Cómo entraron?


—Robe la llave, estaba en la habitación de mis padres—Explico con una mirada gatuna mostrándole el objeto—y para encontrarte fue más fácil aun, supuse que estarías en el lugar más apartado de la mansión así que solo camine y camine—el peli negro lo miro asombrado.






—¡Wow Killua eres asombroso!—Grito con brillo en los ojos cosa que hizo sonrojar al nombrado el cual desvió la mirada avergonzado.






—I-Idiota no digas cosas vergonzosas.






—¿Ehh? ¡Pero si es la verdad!—Puso un puchero al ver como el otro chasqueaba la lengua.






—Por cierto Gon—Dijo al recordar algo de repente—¿Por qué mi padre te dejo descansar? El no suele ser amable al menos que haya una razón muy grave para serlo—menciono mirando a Gon con curiosidad, el moreno se sorprendió un poco y puso una expresión triste recordando la causa.






—Yo… es difícil de explicar—Murmuro evadiéndole la mirada al peli blanco el cual no entendía muy bien.






—Entonces… dime ¿Por qué te trajeron aquí?—Ahora Gon trago grueso, cada pregunta era peor que la otra pero sonrió ante la idea que se le ocurrió.






—¡Killua hagamos un trato!—Pidió mientras alzo un dedo intrigando al albino y Alluka la cual observaba con curiosidad.






—¿Un trato?






—Sip—Asintió con la cabeza—juguemos durante todo el día y a cambio al atardecer te responderé las preguntas que me acabas de hacer—Killua quedo pensativo por un momento pero luego sonrió.






—Esta bien hagámoslo—Acepto a lo que el moreno respiro tranquilo—pero más te vale cumplir tu parte.






—Lo prometo—Esbozo una pequeña sonrisa.






—¡Yo también quiero jugar! —Decía mientras se acercaba al par lo cuales asintieron aceptándola.






—¿Qué haremos primero?






—Unmm…—Con la mano tomo su mentó haciendo un gesto pensativo y luego puso una sonrisa felina al ocurrírsele algo muy bueno—síganme—ordeno mientras el par corría tras el saliendo de la habitación.






Corrieron un rato por el corredor, bajando por las escaleras evadiendo algunas mucamas y mayordomos, hasta que al fin llegaron al objetivo del albino la cocina. El trio se escondió bajo la mesa del comedor la cual estaba cubierta con un largo mantel blanco que los tapaba muy bien.






—Killua ¿Qué hacemos aquí?—Susurro bajo al no entender lo que sucedía, el albino lo miro con una sonrisa.






—Veras Gon, yo adoro el chocolate y siempre guardo bastantes en la cocina porque en la noche me da hambre—Explico a lo que aumentaba la confusión del moreno.






—Pero ¿Eso que tiene que ver?






—Tiene mucho que aprender joven Jedal—Agrego con una sonrisa astuta—veras a pesar de que siempre guardo una gran cantidad chocolate siempre que voy a revisar por la noche desaparecen por completo, y hace poco descubrí el por qué—puso una expresión de molestia- un maldito cerdo me los roba durante el día.






—¿Un cerdo?






—Onii chan ¿Te refieres a Milluki nii?—Pregunto Alluka al saber que el albino se refería así de su hermano mayor.






—¿Milluki?






—Es un cerdo con ropa, Gon—Declaro sin tapujo alguno—y vamos a ponerlo en su sitio—le mostro al par una pequeña píldora marrón.






—¿Qué es eso?






—Justicia Gon—Decía mientras salía de la mesa, abrió un refrigerador que había allí y puso la píldora en un pastel de chocolate como si fuera un caramelo para luego volver a esconderse.





—¿Que has hecho?—Interrogo pero el albino le hizo señas de que guardara silencio. Escucharon como abrieron la puerta y unos pasos pesados que se acercaba al refrigerador—¿Es él?—susurro a lo que recibió un asentimiento y una sonrisa gatuna del peli blanco.






—¡Ack tengo tanta hambre!—Se escuchó de manera quejumbrosa y los menores se miraron—uff revisare si el idiota de Killu dejo de nuevo algunos de sus chocolates por ahí—acto seguido abrió el refrigerador y saco el pastel de chocolate—ujuju esto tiene buena pinta—dijo mientras lo colocaba en la mesa y agarraba una silla, Killua al escucharlo arrastrar el objeto trago grueso.






—Ustedes acérquense más para que la silla no nos toque y se dé cuenta que estamos aquí—Ordeno a lo que el par obedeció, la mesa era rectangular por lo que se ubicaron en un extremo y Milluki del otro, este se sentó tranquilamente sin sospechar nada y se dispuso a comer todo el dulce, saboreándolo con cada bocado hasta que soltó un eructo grotesco siendo la señal de que había terminado.






—Que cochino…






—Y que lo digas…






—Esperen viene lo mejor—Anuncio para que guardaran silencio a lo que escucharon unos quejidos por parte de Milluki.






—Ugh… ¿Qué rayos? Me siento mal…—Se levantó sosteniéndose su gran barriga a lo que sintió un líquido caliente saliendo por su boca—¡Voy a!—corrio hasta una ventana y empezó a vomitar—¡Ack! ¡KILLUAAAA!—grito sabiendo que era el causante de su malestar y el nombrado salió de la mesa con una sonrisa triunfal.






—¡Ja! ¿Creíste que ibas a robarme para siempre sin que me diera cuenta? ¡Cerdo estúpido!—Grito con una sonrisa gatuna a lo que el mayor se volteaba a verlo con una cara de los mil demonios.






—¡Ahora si estás muerto!—Grito tratando de correr pero cayó al suelo por el malestar que tenía y Killua aprovecho para tomar las manos de los menores y salir corriendo al pasillo fuera de la cocina.






—Jajaja ¡Toma eso ballena con patas!—Grito burlón mientras el par seguía corriendo tras él, el moreno lo miro preocupado.






—Killua ¿Ese era tu hermano? ¿Está bien dejarlo así?






—No te preocupes, no lo veo como mi hermano—Anuncio tranquilamente para sorpresa de Gon.






A partir de ahí el trio se la paso haciendo travesuras por toda la mansión, desde tirar bombas de agua a las mucamas desde los pisos más altos hasta poner chiches en los zapatos de la madre de Killua, por supuesto que hubo uno que otro intento de atrapar a los pequeños bribones pero ellos eran muy rápidos podían escaparse muy fácilmente. Si bien Gon se sentía un poco mal porque lo que hacían para entretenerse no era exactamente “bueno” no puede negar que era muy divertido correr de aquí para allá por toda la mansión, era la primera vez que estaba con niños de su edad. Ahora mismo estaban escondidos entre unas flores en el frente de la mansión…






—¡Que lindas flores!—Dijo risueña la niña al examinar las plantas a su alrededor, mientras que el moreno miraba con curiosidad al albino.






—Nee Killua ¿Qué estamos esperando?—El nombrado le sonrió gatunamente.






—Nuestra siguiente víctima—Declaro mientras miraba la entrada fijamente a lo que el moreno sonrió nerviosamente, pero en el fondo estaba muy contento y se estaba divirtiendo mucho, era como ver una pequeña luz entre tanta tiniebla…






Pero algo paso, vieron a un joven acercarse a la entrada, era alto de piel pálida y un cabello liso, largo hasta la cintura y negro como el azabache, tenía puesto un chaleco negro cubriendo una camiseta blanca con unos pantalones oscuros y zapatos de igual color, sim embargo lo que más llamaba su atención era su rostro, no expresaba emoción alguna, era como ver una máscara sin emociones. Algo en el interior de Gon le decía que tuviera cuidado con esa persona así que inconscientemente se acercó más a Killua, estaban en cuclillas escondidos entre las flores por lo que con cuidado el moreno se acercó al albino hasta tocar hombro con hombro.






—Killua ¿Quién es él?—Susurro un tanto desconfiado pero no recibió respuesta, extrañado miro al peli blanco y vio su expresión intranquila y un poco insegura, eso lo preocupaba—¿Killua?






—Vino antes….—Murmuro bajo pero el otro lo escucho claramente, Gon vio como Alluka tomaba la mano de Killua con miedo en sus ojos ¿Qué sucede? ¿Quién es el para que los ponga así?






—Killua ¿Qué—Era muy tarde cuando se dio cuenta de que una presencia estaba frente de él y unos ojos muy oscuros lo observaban.






—¿Qué hacen aquí? —Su voz tranquila sobresalto a todos, sobre todo a Gon el cual noto que el presente lo miraba fijamente como examinándolo—¿Entonces?—repitió al no recibir respuesta, Killua se levantó junto a Alluka la cual se escondió detrás de él cosa que llamaba la atención del moreno y lo preocupaba.






—Nada importante, aniki…—Respondió cortante a lo que el mayor ladeo la cabeza sin dejar de mirarlos.






—¿Y quién eres tú?—Se dirigió a Gon—es la primera vez que te veo aquí ¿Eres un aprendiz de mayordomo?


—Mi nombre es Gon y no, no soy un aprendiz—Respondió intranquilo ante la presencia del mayor, por primera vez todo su cuerpo le advertía de que había peligro en frente de él.






—Ahh Gon, ahora recuerdo—Añadió entendiendo—eres el monstruo que trajo para estudiar papa y el abuelo—sus palabras alarmaron a Gon y sorprendiendo a Killua—mi nombre es Illumi—se presentó ignorando la atmosfera incomoda que se había formado por su culpa—seré quien te vigile a partir de mañana en lo que superas tu trauma infantil aunque no sé por qué tanta importancia, pareces solo un renacuajo—cuestiono un tanto intrigado para luego dar media vuelta—ya que, nos vemos—y se retiró sin decir más nada dejando a los menores solos.






—¿Gon?—Miro al nombrado como queriendo una explicación y este miro el cielo anaranjado que no había notado hasta ahora para luego voltearse a ver al albino con una sonrisa triste.






—Ya es el atardecer ¿No?—Se levantó y camino unos pasos delante para luego acostarse en el césped a un lado del camino hacia la mansión bajo la intrigada mirada de Killua pero luego se acercó e imito al moreno posicionándose a su lado, Alluka solo se puso a jugar con las flores aprovechando que Illumi se fue.






—Gon…






—¿Unmm?






—¿Por qué mi hermano te llamo monstruo?






—Por esto—Apunto con el dedo a un lugar arriba a lo que Killua miro, se sorprendió al ver lo que parecía algo verde volar hacia el.






—¡¿Qué rayos?! ¡Una serpiente voladora!—Grito asustado al ver esa cosa flotar de un lado a otro justo en frente de su cara, Gon rio.






—Jajaja, solo es la manguera que estaba a un lado de una ventana—Explico entre risas a pesar de la atonita mirada del otro.






—¿Puedes moverla sin tocarla?—Pregunto incrédulo a lo que el menor asintió y dejaba el objeto en el suelo.






—También puedo mirar a través de las paredes, escuchar voces, aprender más rápido de lo que lo hace un niño normal y creo que también puedo hacer que los animales aprendan a hablar—Explico tranquilamente bajo un choqueado Killua, el moreno suspiro a lo que miraba el cielo del atardecer—no quería decirte ya que sabía que mirarías así… todos los aldeanos del pueblo del que vengo me tacharon de monstruo, amenaza, demonio entre otras cosas y alejaron a sus hijos de mí, por lo que mi única compañía era mi familia y los animales vagabundos—explico con una mirada distante y el albino lo escuchaba atentamente.






—¿Y tus padres?






—No lo sé—Respondió honestamente—me criaron mi tía Mto san y la abuela Abe—su mirada se volvió cristalina—ellas… murieron, debido a las heridas que les causo un ladrón que entro a casa a robar y al darse cuenta que éramos más pobres que él las ataco…






—¿Qué te hizo? —Miro fijamente al moreno, a simple vista no tenía ninguna herida—¿No intento atacarte?






—Creo que si…—Con su mano toco su frente intentando hacer memoria pero todo le resultaba borroso—solo recuerdo haber visto una silueta negra abalanzándose hacia mi… pero cuando reaccione solo vi a lo policía apuntándome con sus armas y el cadáver del ladrón a mis pies… ¿Sabes? —mira al otro con tristeza—yo lo sabía…






—¿El asesinato? —Pronuncio no entendiendo—¿Cómo?






—Había soñado con eso hace tiempo…—Admitió triste—pero debido a que siempre tengo pesadillas creí que solo era una más del montón, me gustaría a verme dado cuenta antes… —finalizo poniendo su mano otra vez en el suelo y sentándose para mirar a Killua—lamento no habértelo dicho antes, es solo que… quería saber cómo se sentía jugar con alguien de tu edad—se levantó dándole la espalda al otro-—adiós Killua, fue bueno mientras duro…—se disponía irse pensando en que iba a hacer ahora pero una mano apretó a la suya sorprendiéndolo.






—No me molestan tus poderes…—Dijo tranquilamente—es más creo que me gustan…-murmuro ruborizado ante la mirada de emoción de Gon.






—¿De… veras?—Balbuceo con la mirada cristalina sin poder creérselo.






—S-Si—Pronuncio un poco apenado soltando la mano del otro y mirando a otro lado avergonzado de la situación.






—Nee Killua…—Llamo con voz tierna a lo que el nombrado lo miro—¿Podemos ser amigos?—pregunto ilusionado sonrojando al albino.






—Cl-Claro—A lo que finalizo el moreno le salto encima abrazándolo y tirándolo contra el piso—o-oye.






—¡Somos amigos! ¡No me lo creo tengo un amigo! ¡Yay!—Gritaba emocionado sonrojando más a Killua.


—Va-Vale ya quítate.






—¡Alluka también quiere abrazo!—De la nada la pequeña les salto encima con una gran sonrisa.






—¡Alluka no lo imites!






—Jajaja—Mientras jugaban a quien aplastaba más al pobre Killua, los pequeños eran observados por el minino Mushu que miraba la situación con una sonrisa.






—Parece que la idea de irse de aquí fue desechada por completo—Menciono un poco contento pero después noto que no era el único que miraba al grupito. En una ventana a lo alto, estaba Illumi que observaba todo con una cara que no mostraba expresión alguna pero sim embargo se veía oscura esto le daba un mal presentimiento al gato volvió a mirar a los niños pero sobre todo a Gon, su mirada esta vez mostro preocupación—cachorro, espero no te arrepientas de esto…






Continuará…



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