lunes, 18 de abril de 2016
Capítulo 12: Triste Recuerdo.
—Chavalín y rebelde les tengo algo bueno—El hombre vio bajar por las escaleras a los jóvenes y les hizo señas para que se acercaran.
—El jefe dijo que tenías algo para nosotros—Agrego KM mientras el otro asentía.
—Aquí tienes la dirección de esa chica Lobco pero quiero decirles algo—Decía mientras se rascaba el cuello nervioso.
—¿Qué sucede?
—Ella parece estar mal de la cabeza, de alguna manera también sobrevivió pero el hecho le causo un trauma y desde entonces está deprimida, parece que tampoco ha tomado sus medicamentos.
—¿Por qué?—Pregunto GM un tanto preocupado.
—¿Quién sabe? Como sea aquí tienen y sean sutiles en lo que sea que vallan a preguntarle—Les dio un papelito con una dirección.
—Lyon ¿Y Rihan?—Pregunto nuevamente GM con una sonrisa.
—Salió con el grupo de Genthru, les envía saludos.
—Se retribuyen—Le sonrió al adulto y se fueron a la salida para encontrarse con las Allukas y no estaba, solas— Kurapica y Leorio.
—Buenos días chicos—Saludo el rubio simpáticamente.
—No creyeron que los dejaríamos solos ¿verdad?—El rubio y el doctor les sonrieron, GM se alegró de verlos y KM sonrió, Killua vio como los cuatros se juntaban y sintió un sentimiento nostálgico para luego sentirse algo triste.
—¿Qué sucede?—GM vio la expresión del menor y se extrañó.
—No es nada es solo que a Gon le hubiera gustado verlos a ustedes juntos, como antes…
—¡Pues lo vera muy pronto! No nos separaremos hasta que lo traigamos de vuelta—Dijo con una sonrisa confiada mientras rodeaba con un brazo al rubio por encima de los hombros, este se sonrojo un poco.
—Si lo prometo—El rubio se puso un poco nervioso cuando el médico le sonrió juguetón y esto lo noto Killua pequeño.
—Ya veo, ustedes también—Pronuncio con mirada gatuna haciendo que tanto el medico como el rubio se sonrojaran.
—¿D-De que hablas?
—Igual ya yo sabía que Leorio le gustaba Kurapica pero no pensé que este le respondería—Pronuncio en tono burlón y el rubio no supo que hacer.
—N-No, este nosotros…
—Les dije que se iba a dar cuenta—Dijo en un suspiro KM mientras GM se rascaba la cabeza apenado.
—¿Cómo no darme cuenta? Leorio me lo dejo fácil al ver su cara de tonto al mirarte.
—¡P-Pequeño mocoso!—Corrió a ahorcar al menor pero este podía evadirlo fácilmente.
—Sigues igual de lento, solo que ahora estas más viejo.
—¡De esta no te salvas!
—Valla con que así se ve, es realmente cómico—KM sonreía divertido al ver al par corretear de aquí para allá, GM vio que el rubio estaba sonrojado y se apeno un poco.
—Lo siento Kurapica…
—Está bien era inevitable—Después de la persecución Killua vs Leorio y de que este último saliera derrotado fueron rumbo a donde estaba la doctora Lobco, estuvieron andando un buen rato en la camioneta cuando llegaron a una granja que se veía que estaba mal cuidada, ya que todo estaba roto y descuidado.
—¿Es aquí donde esta esa mujer?—Pregunto curioso Killua mientras GM confirmaba con el papel en su mano.
—Según lo que nos dio Lyon sí.
—Quédense aquí ¿De acuerdo?—Dijo KM dirigiéndose a las Allukas y estas asintieron preocupadas.
—Sera mejor ir con cuidado, quien sabe lo que podríamos encontrar—Advirtió Kurapika, fueron hasta la casa que parecía estar a punto de desboronares y GM toco la puerta esta se derrumbó haciendo un estruendoso sonido.
—¡Uwah! P-Perdón.
—Tranquillo de todos modos se veía que ya no daba para más—Tranquilizo KM restándole importancia.
—Parece que no hay nadie aquí ¿Se habrá ido?—Dijo Leorio no viendo a nadie por los alrededores.
—Separémonos y busquemos alguna pista de donde este—Ordeno Kurapika y todos estuvieron de acuerdo, Leorio fue a la cocina, Kurapica se quedó en la sala, GM fue al dormitorio y los Killuas al sótano.
—No pareciera que aquí haya vivido alguien—Dijo el menor al observar el mal estado en que estaba su alrededor.
—Seguro que estaba tan deprimida que no le importó su alrededor—Añadió KM, de repente se escuchó un grito.
—¡Chicos deprisa vengan aquí!—Grito GM a toda vos, los otros se dirigieron rápidamente al origen del ruido que era los dormitorios. Cuando llegaron estaba una mujer pálida pelo verde inconsciente en la cama, en una mano tenía un frasco de pastillas abierto y su otra mano era tomada por GM quien tomaba su pulso—tiene un pulso débil ¿Puedes salvarla?—pregunto dirigiéndose a Leorio.
—Lo intentare—Acto seguido se acercó a la mujer y el nen se alojó en sus manos—necesito que esperen afuera—decía serio a los demás y estos obedecieron, ya afuera de la habitación esperaban inquietos.
—¿Estará bien?—Murmuro GM preocupado.
—Leorio es un profesional en esto, estoy seguro que lo lograra—Decía seguro Kurapika.
—Me alegra ver lo mucho que confías en el—Le sonrió dulcemente y el rubio se sonrojo apartando la vista, noto que los albinos estaban callados y distantes.
—¿Qué sucede?—Pregunto el rubio a ambos albinos.
—Si esa mujer muere ¿Cómo encontraremos a Gon del pasado?—Dijo el menor con algo de indiferencia y frialdad hacia la vida de la mujer, le preocupaba que muriera sin decirles donde esta Gon del pasado.
—Ya escuchaste a Kurapica, Leorio la salvara y nos dirá todo lo que sabe.
—¿Y si se niega? Podría no ayudarnos para proteger a su cuñado ¿No?—Ante esto GM y Kurapica se miraron.
—Habría que hacerla hablar—El rubio miro serio al moreno dándole atender que las cosas se pondrían feas si la mujer se negaba a cooperar.
—P-Pero ella parecía estar muy mal, hasta Lyon san nos dijo que fuéramos sutiles.
—Gon tiene razón—Los presentes vieron al hombre en la puerta interesados.
—Leorio ¿Cómo está?
—Trato de suicidarse tomando una gran cantidad de pastillas, sin embargo llegamos a tiempo y logre salvarla pero aun esta delicada debemos ser suaves—Miro a los albinos dándoles que no debían ser duros con ella.
—¿Podemos entrar?—
—Si pero no la despierten—Entraron a la habitación y vieron que al igual que el resto de la casa estaba maltrecha, el cuarto estaba muy desordenado y notaron que en una paren estaba rayada, Kurapica fue a mirarla más de cerca.
—Dice “Lo siento Luka” por todos lados.
—¿Luka?
—Es el hombre que secuestro a mi yo ¿Entonces trato de morir por culpa?—GM sintió un poco de pena por la mujer se veía solitaria, de repente le llamo la atención un porta retrato junto a la cama así que se acercó y lo tomo entre sus manos, le sorprendió muchísimo lo que encontró, los otros lo miraron intrigados.
—¿Qué sucede?
—E-Es una foto, esta Lobco junto a Luka pero esta vez tienen a un niño—Decía mirando preocupado a los otros, Killua pequeño se le acerco.
—Déjame verla—Le extendió la mano pero el chico solo lo miro y esto le extraño—¿Qué pasa?
—N-No sé si sea bueno que lo veas—Lo miraba dudando pero el pequeño lo miro mal humorado.
—Solo dámela—El moreno se resignó y se la dio para luego quedársele viendo atento a su reacción, cuando Killua vio la foto especialmente al niño se horrorizo sorprendiendo a los demás pero no a GM el solo se preocupó por el pequeño—¿Q-Qué rayos?
—¿Qué te pasa?
Killua: G-Gon…
—¡¿Qué?!—Al oír eso le quito la foto para luego sorprenderse al ver al niño que era idéntico a Gon pequeño, parecía tener su misma edad creería que fuera Gon de no ser por el color de su pelo que era marrón oscuro y sus ojos que eran de color esmeralda brillante, el rubio y el doctor se le acercaron para ver la foto.
—W-WOW podría ser el hermano gemelo perdido de Gon.
—Parece que ese niño es su hijo—Dedujo al ver como Luka lo abrazaba.
—¿Que le habrá sucedido al niño?
—Y-Yo lo mate—Todos voltearon a ver al menor excepto KM que todavía tenía su mirada fija en la foto.
—¿Lo recuerdas?
—Fue el primer niño que mate, por eso lo recuerdo—Tanto el albino mayor como el menor tenían su vista perdida, GM se acercó Killua pequeño y le tomo el hombro con delicadeza y con voz suave.
—¿Cómo paso Killua? ¿Puedes decírnoslo?
—Tenía 8 años cuando fui a cumplir ese trabajo.
Flash Back.
—¿Entiendes? Debes matar a todos excepto al científico y a su colega a ellos solo déjalos mal heridos—Estaban en frente de una gran mansión un Niño pelo blanco y un adolescente piel pálida con pelo oscuro corto.
—Es una molestia el no matarlos—Decía con una cara de fastidio.
—Estoy de acuerdo hermanito pero el contrato así lo pide, ve a cumplirlo te esperare aquí—El chico obedeció de mala gana y se metió a la mansión en eso unos guardas espaldas se le aparecieron.
—¿Qué haces aquí mocoso? Largo antes de que te pase algo malo.
—Me quitaste las palabras de la boca—Al decir esto invoco sus garras y desgarro las gargantas delos hombres sin hacer ningún tipo de ruido, luego bostezo aburrido—Terminare rápido para ir a comprar dulces—camino por la mansión matando a todo humano que se le apareciera hasta que llego a un cuarto con una chimenea y en él estaba Luka mirándolo sin miedo alguno.
—Basta de involucrar a más inocentes a quien buscas es a mi ¿Verdad?—
—Valla ¿Así que me esperabas? Que valiente por tu parte viejo—No lo aparentaba pero estaba un poco sorprendido, era la primera vez que no veía terror en el rostro de su víctima.
—Has lo que tengas que hacer y lárgate.
—Lo hare pero en realidad no estamos solos ¿Verdad?—Miro al armario de la habitación, ahí podía sentir dos presencias pero el hombre se interpuso en su línea de vista.
—No les hagas daño, no tienen nada que ver en esto soy yo al que buscas—Decía firme en frente del armario no tenía ninguna intención de moverse de ahí, Killua lo miraba curioso ese hombre no le tenía miedo alguno ni siquiera rogaba por su vida hasta le dio pena tener que herirlo.
—De acuerdo viejo me has caído bien, terminare rápido—Le sonrió y saco sus garras y el hombre cerro sus ojos preparándose para lo que viniera, Killua salto a apuñalarlo pero algo salió del armario y lo distrajo y sin darse cuenta había apuñalado a dos personas, el de atrás era Luka tenía su mano atravesando su estómago pero el que se interpuso era un niño de su edad más o menos había atravesado su pecho. Una mujer horrorizada en el armario tenía su mano extendida había intentado detener al niño pero fallo y estaba llorando, Killua saco bruscamente su brazo manchado de sangre y Luka agarro al niño mientras lloraba desconsolado ignorando por completo la herida grave en su estómago.
—¡SATOSHI! ¡Maldición Lobco te dije que lo cuidaras!—Miro con rabia a la mujer la cual lloraba sin parar.
—Lo-Lo siento intente detenerlo p-pero me empujo y salió corriendo—Le dijo entre llantos pero el hombre la había ignorado por completo, llamaba a su hijo desesperado.
—¡Satoshi reacciona te lo ruego!—El niño tenía sus ojos cerrados y un hilo de sangre corría por su boca.
—Está muerto, no gastes saliva en un cadáver—Decía con frialdad, pero en el fondo la escena lo afectaba veía a un padre llorar desconsoladamente por su hijo.
—¡T-Tu n-no te lo p-perdonare!—Al decir esto callo desmayado y la mujer corrió a socorrerlo, Killua salto por la ventana encontrándose a su hermano.
—¿Y cómo te fue?—Lo miraba sin ningún tipo de expresión alguna el niño solo le paso por el lado.
—Fue una molestia como siempre—Decía con un nudo en su estómago…
Fin de Flash Back.
—Ahora entiendo las palabras de ese hombre—Estaban contra la pared de la habitación y habían escuchado el relato de los albinos.
—¿Por qué no heriste a la mujer también?—Pregunto Kurapika algo afectado por el relato.
—Sabía que presenciar aquello la dejaría en shock y mal de la cabeza…
—Así que aquel hombre busca venganza…—Miraba con tristeza a los albinos. Su pasado siempre los iba a perseguí.
—No me importa si ese hombre me odia, igual iremos a traer a Gon de vuelta.
—No importa lo que haga—Decían decididos GM se alivió un poco al ver sus expresiones.
—Estamos de su lado—Apoyo Leorio.
—Seremos su apoyo—Agrego el rubio, les sonrieron en señal de lealtad y GM se alegró bastante ante eso pero algo interrumpió el momento.
—¡No solo rompe las leyes de transito sino que ahora entran en casas sin permiso!—Apareció un hombre grande vestido de policía, al lado de él estaban las Allukas esposadas y con pucheros en sus caras.
—¡Alluka! ¡¿Pero Quién rayos eres?!—Interrogo molesto Killua haciendo enfurecer al recién llegado.
—¡Cuidadito con lo que dices mocoso! Más respeto a tus mayores.
—M-Marcus Yamazaki—Balbuceo nervioso Kurapika y al escuchar eso todos se sorprendieron.
—¿Pero que hace aquí?—Pregunto asombrado GM y nervioso al ver el policía.
—Vengo a visitar a mi madre ¿Es que no puedo? —Dijo molesto por la pregunta, y los otros abrieron sus ojos como platos.
—¡¿Qué?!—Gritaron todos finalmente al escuchar lo que dijo.
Continuará…
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