lunes, 18 de abril de 2016

Capítulo 15: Un capitulo difícil.



—¿Ca-Cárcel?—Balbuceo sin poder creérselo mirando la cara severa de su padre.


—Así es Gon.


—P-Pero él nos ayudó, me dijo sobre la traición de Omokage y sus conexiones con Kuroro—Kaito podía ver la expresión de desesperación de Gon y eso le dolía, sin embargo eso no borraba la apariencia estricta del rey que aun al ver los ojos cristalinos de su hijo no se ablandaba.


—Eso no borra todas las fechorías que ha hecho, sobre todo el hecho de haber secuestrado el hijo de la realeza de Ballena y utilizarlo como herramienta de chantaje—Gon lo miraba atónito sin saber bien que decir.


—¡Ging no lo hagas! Y-Yo no quiero—Dijo con la voz acongojada y el nombrado lo miro en forma de reprimenda.


—¡¿Eres idiota?! No importa lo que tú quieras esto es por el bien del reino, ese tal Killua tendrá suerte si no lo manda a la guillotina—Ante lo que dijo Gon abrió la boca entre una muestra de susto y dolor.


—¡¿LO MATARAN?!—Grito Exaltado alertando a Hisoka, Killua y a Lyon, este último debido a que estaba vestido como soldado pudo pasar desapercibido y para disimular se acercó al peli roza para esposarlo.


—Eso no lo esperaba…—Murmuro bajito para que solo lo escuchara el peli naranja, miro a Killua el cual le hacía señas de que no llamara la atención.


—Parece que el jefe va a tener ligeros problemas…—Susurro de vuelta mientras fingía que tenía problemas con las esposas para ganar un poco de tiempo—te pondré flojas las ligaduras y en cuanto encuentres la oportunidad escapa, yo me quedare cerca de Killua…—al decir esto coloco el objeto en las muñecas del otro pero con una pequeña abertura fácil de romper.


—Si has eso, así yo podré ocuparme de otros asuntos…—Decía esto mirando a Gon el cual estaba discutiendo notoriamente con su padre.


—¡No puedes estar hablando en serio!—Gritaba furiosos al rey el cual tenía una expresión igual de irritada.


—¡¿Por qué crees que diría en broma algo así?!


—¡Suficiente! Iré a hablar con él así que suéltenme—Hablo decidido sorprendiendo a los mayores—déjame ir Kaito.


—N-No puedo hacer eso.


—Es una orden.


—¡¿Una orden?! No digas idioteces—Hablo en tono autoritario y ahora el menor puso una expresión de rabia.


—Lo digo en serio—Dijo en forma de advertencia impresionando a los mayores—déjenme ir.


—Gon…


—¿Crees que estas en posición de amenazarnos? Eres un idio…—No pudo terminar de hablar ya que Gon le dio una patada en toda la cara dejando boquiabiertas a todos.


—¡¿Pero qué haces?!—Grito Kaito anonadado al ver a Ging en el suelo pero antes de que pudiera hacer algo Gon clavo sus pies en la tierra y agarro los brazos de Kaito con fuerza para tirarlo contra el piso, Leorio estaba atendiendo a Mito y a Kurapika per el trio quedo con cara de ¿WTF? Cuando vieron a su joven príncipe dejar en el suelo al rey gruñón y a su fiel peli largo, y no fueron los únicos Killua vio todo el espectáculo de principio a fin y no podía estar más asombrado.


Gon iba a correr a donde estaba el albino y justo cuando estaba a unos pocos metros de la carroza, cuando al fin podía divisar la cara de Killua mirándolo sorprendido por una ventana, varios soldados lo habían rodeado.


—¡Muévanse!—Grito en forma de orden pero aun cuando estaban temblados los hombres no se movieron.


—L-Lo sentimos su majestad órdenes del rey—Después de decir esto entre todos los soldados trataron de agarrar al menor pero este forcejeaba tremendamente dando golpes por doquier y aunque dejo nocaut a varios igual eran demasiados por lo que lograron apresarlo contra el suelo y esposarlo.


—¡¿Pero que creen que hacen bastardos?!—Se levantó Killua furioso del asiento del carruaje con la seriecísima intención de matar a todos esos hombres que aplastaban a su Gon contra el suelo para inmovilizarlo, desgraciados eso solo lo puede hacer el, sin embargo el filo de la punta de una espada y una voz familiar lo detuvo.


—Atrás basura—Apunto a la cara del albino y este lo miro a los ojos, luego le susurro—jefe tranquilícese, esa es la caballería de Ballena jamás le harían daño a su amado príncipe pero a usted sí que le harían—Killua chasqueo la lengua y volvió a sentarse pero sin quitarle la vista a Gon en ningún momento.


—S-Sujétenlo—Caminaba el rey hacia Gon sobándose la quijada por el golpe anterior detrás de él venía Kaito igual de adolorido—esta sí que no te la voy a dejar pasar Gon recibirás un castigo—el nombrado no prestaba atención a lo que decía, solo miraba la carroza en donde estaba el albino la cual echaba a andar alejándose del lugar—¿Me estas escuchando?—pregunto a lo que no recibió respuesta y suspiro.


—¿Qué quiere que haga señor?—Dijo Kaito al ver la situación del padre y el hijo.


—Si no mal recuerdo, llevaron a los reyes a una posada, por ahora solo vallamos allí…—Decía cansado—descansemos y luego veremos qué pasa.


—Si señor…


Obedeciendo su deber Kaito se aseguró que se llevaran a todos los prisioneros, después mando una carroza para transportar a los heridos y otra para él y Gon para asegurarse de que no hiciera más revuelo, durante todo el camino a una posada el príncipe estaba callado mirando a la distancia y esto preocupaba al peli largo. Ya era el anochecer cuando llegaron al fin al establecimiento, todos estaban cansados y solo quería dormir, Mito vio bajar a Gon del carruaje así que se dirigió hacia el mostrando preocupación en su rostro.


—Gon ¿Cómo estás?—Pregunto con voz maternal al moreno el cual estaba cabizbajo.


—Estoy bien... bueno en realidad estoy cansado.


—Bien te llevare a tu habitación…—Dijo mientras le tomaba suavemente de los hombros para que luego caminaran hacia a la posada.


La posada se llamaba “La cueva del oso” y era de dos pisos muy grande, lo suficiente como para que abajo se ubique los sirvientes y arriba la realeza, la caballería estaría ocupada, ubicando y vigilando a los nuevos prisioneros. Mito llevo a Gon a su habitación, el cuarto era elegante y cómodo pero en ese momento no le importaba al menor o más bien no le importaba nada, cuando llego simplemente se dejó caer en la cama y la mujer lo arropo.


—Mito…—Murmuro contra la almohada y la nombrada se sentó a su lado mirándolo.


—¿Si?


—¿Crees que soy un mal príncipe?—Pregunto susurrando a lo que la mujer arqueo una ceja mirándolo.


—¿Por qué dices eso?


—Por querer que liberen a Killua—Decía a lo que Mito lo escuchaba con atención.


—Killua es ese chico de pelo blanco ¿Verdad?


—Si…


—Normalmente te hubiera dicho lo mismo que Kaito y que el idiota de Ging “Cumple tu deber real y olvídate de ese ladrón que te manipulo” pero…—Explicaba con una sonrisa compasiva al ver como Gon se volteaba a mirarla—vi la cara que puso al ver cómo te detenía Kaito, su impotencia cuando te aprisionaron los soldados, quizás sea una alimaña manipuladora con los demás pero contigo es diferente, se preocupa por ti—ahora el peli negro se sentó de rodillas en la cama dirigiéndose a la peli naranja.


—¡¿Lo ves?! ¡Es una injusticia lo que le están haciendo! ¡¿Verdad?!—Hablaba un poco alto por la angustia que sentía pero la otra le tomo la cara con sus manos.


—Entiendo cómo te sientes Gon—Le dijo para que se calmara—pero recuerda quien es él, el ladrón que aterrorizo todos los reinos y además te secuestro, entre otros delitos por los cuales está en la prisión.


—Pe-Pero…—Balbuceo con los ojos cristalinos.


—Gon…—Abrazo al nombrado para consolarlo—por muy bueno que haya sido contigo eso no quita lo que hizo antes de conocerte.


—El me ayudo…—Dijo en vos baja—contra Kuroro y contra Omokage, sino fuera por él estaría muerto.


—Es por eso que lo hizo, aun cuando sabía que iba a terminar así fue a buscarte y se aseguró de que estuvieras bien y todo eso por qué te quiere—Le hablaba dulcemente para calmarlo—lo mejor que puedes hacer por él es seguir adelante y ser fuerte ante todo.


—Está bien… lo intentare—Dijo finalmente mientras se separaban, Mito se levantó mientras que Gon se acostaba para dormir.


—Buenas noches—Decía antes de apagar las luces y salir de la habitación, Gon se acomodó boca arriba mirando al techo pensativo.


—Killua…—Murmuro suave—aun puedo hacer algo por ti—Dijo decidido antes de acostarse a dormir.


.


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.


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Era la mañana y el joven príncipe caminaba por la posada en el segundo piso con una cara muy seria, diviso a Kurapika y a Leorio frente a una gran puerta al final del pasillo, estos se sorprendieron al verlo.


—Gon ¿Qué tal estás?—Pregunto Kurapika mirando curioso al menor.


—Estoy bien no te preocupes—El rubio lo observo un tanto preocupado.


—Gon ¿Qué haces aquí?


—Es aquí donde se lleva la reunión sobre la decisión de lo que hay que hacer con los prisioneros ¿No? —El par se alarmo al escucharlo.


—S-Si pero…


—¿Qué vas a hacer?—Interrogo a lo que el menor se fue a una ventana que había allí.


—Iré a espiar la reunión—Declaro haciendo que el par tragara grueso.


—¿Qué?


—Gon si te encuentran…—No pudo terminar de hablar porque el menor ya había salido por la ventana—Gon…


—Esperemos que todo salga bien…


Gon trepo por las paredes hasta llegar a la ventana que daba a la mesa en donde se llevaba la reunión, ahí pudo divisar a su padre y a Kaito junto con los dos reyes que quedaban.


—Y pensar que el rey Omokage nos traiciono—Hablo Light con pesadez.


—Debimos haberlo imaginado ya que era el único que no fue víctima de los robos—Agrego Paol un poco frustrado.


—Entiendo que ahora estamos tensos por lo sucedido pero debemos decidir lo que ocurrirá de aquí en adelante—Declaro Ging llamando la atención de todos—primero dejare en claro que el compromiso con la princesa Retz y mi hijo Gon esta irremediablemente roto—explico a lo que Gon respiro tranquilo para sus adentros.


—Estoy de acuerdo.


—Sin objeciones pero ¿Qué paso con la princesa?—Pregunto Light un tanto curioso a lo que Kaito se adelantó a responder.


—Debido a la edad de la señorita Retz ya la consideramos una adulta por lo que está junto a su hermano en una celda en prisión acusada de ser cómplice—Explico a lo que todos asintieron entendiendo.


—En ese caso deberíamos decidir nuevamente con quien se casara el príncipe de Ballena—Ante eso Gon trago grueso.


—Si debemos hacer una nueva competencia y…


—Momento—Interrumpió bajo la mirada interrogativa de los demás—señores ya no se hará ningún tipo de compromiso matrimonial con mi hijo—declaró autoritario sorprendiendo a todos incluyendo a Gon.


—¡¿Pero que está diciendo?!


—¡Eso va en contra del tratado de paz!—Gritaron ambos reyes sin embargo Ging ni se inmuto.


—Se equivocan—Agrego interrumpiendo a los otros—¿Recuerdan el trato que hice con mi hijo? Él se casaría siempre que no atrapara al ladrón que atormentaba a los reinos, pero lo logro, atrapo a Killua Zoldyck y no solo eso, también a Kuroro Lucifer y a todo su grupo además de desenmascarar a Omokage, Gon nos liberó de varios dolores de cabeza a cambio de que lo dejáramos en paz, no sé ustedes pero para mí es un trato beneficioso—explico haciendo callar a los reyes y sin saberlo tranquilizando al menor—ahora quiero tratar con el asunto realmente importante—manifestó serio—quiero que me digan ¿Qué haremos con los prisioneros?—el príncipe puso oído al tambor al escuchar el tema que le interesaba—primero Omokage.


—Sugiero un castigo—Dijo Light llamando la atención de los presentes—quizás meterlo en una jaula para que lo vea la multitud como un animal enjaulado—comento serio a lo que Paol asintió estando de acuerdo.


—Y que su hermana Retz sea desterrada de nuestras tierras.


—Si ustedes están de acuerdo no puedo negarme—Decía aceptando las peticiones de los dos rencorosos reyes—¿Qué hay sobre Kuroro y su grupo?


—Guillotina—Declaro Paol tajante.


—¿Qué hay de ti?—Pregunto al rey faltante.


—Estoy de acuerdo.


—Bueno me alegro que en esa parte estemos de acuerdo pero ahora viene lo difícil—Suspiro para ganar fuerzas—Killua Zoldyck y sus subordinados, Hisoka, Gentrhu, Sub y Bara—los reyes fruncieron el entrecejo serios a lo que Gon se preocupó por sus reacciones.


—Esa alimaña nos dio muchos problemas…


—Latigazos—Dijo llamando la atención de todos y que a Gon le entrara el pánico—latigazos en la plaza frente a todo el reino.


—Si… y que el látigo tenga púas.


— (¡No pueden hacer eso!)—Pensó al escuchar las diferentes propuestas de tortura de esos reyes, estaba a punto de entrar por la ventana pero la voz de su padre lo paro.


—Estoy en contra—Agrego interrumpiendo a los reyes los cuales lo miraron alarmados.


—¿Por qué?


—Explíquese—Ambos reyes miraron interrogantes a Ging el cual tenía una mirada seria.


—Debemos considerar que él ayudo a atrapar a Omokage y a Kuroro, tampoco se resistió al arresto—Argumento ante la mirada pensativa de los otros y para alivio de Gon.


— (Ging lo entiende… quizá pueda salvar a Killua)—Pensó esperanzado escuchando la conversación.


—¿Y que sugiere? No pensara dejarlo en libertad así sin más—Advirtió a lo que el otro negó con la cabeza.


—¿Entonces?


—Ejecución digna—Cuando dijo esto Gon irrumpió en la sala de una patada voladora con cara de pocos amigos, rompiendo la ventana dejando anonadados a todos, excepto a Ging el cual solo lo miro fijamente.


—¡¿Qué mierda tiene de digno una ejecución?!—Grito furioso a su padre en eso Kaito trato de calmarlo.


—Go-Gon ¿Qué haces? No puedes entrar en una reunión de esa manera.


—¡¿Y de qué manera me iba a enterar de lo que estaban haciendo a mis espaldas?!—Acuso molesto a lo que Ging se levantó de su asiento con una venita palpitante en su frente.


—¿A tus espaldas? ¡¿Crees que soy tan imbécil para no darme cuenta de tu presencia en todo este tiempo?!-Agrego molesto.


—¿Cómo te atreves Ging? ¡¿No te basto con encerrarme en ese castillo casi toda mi vida?! ¡¿Ahora quieres matar a la persona más importante para mí?!—Decía culpando a su padre y alarmando a todos.


—Go-Gon…


—¡¿Hablas en serio?!


—¡¿Por qué bromearía con algo así?!—Declaro sin tapujos y el rey de Silveria se levantó desconcertado.


—¡Pero qué horror!


—¡Cállese anciano no se meta!—Gritaron al mismo tiempo padre e hijo dejando pasmado al rey, Kaito se acercó a él para susúrrale.


—Por su bien manténgase al margen—Y Paol se sentó cual niño regañado.


—Gon ¿Tienes idea de lo que estás diciendo?


—Más que nunca.


—¡Es un ladrón!


—¡Que lo sé!


Ging suspiro profundo para tratar de calmarse, esta discusión no iba a ningún lado y estaban perdiendo tiempo así que mejor buscar una buena solución.


—¿Tanto te importa ese chico?—Pregunto mirando a los ojos al menor el cual se sorprendió un poco pero no vacilo.


—Si mucho—Declaro seguro y el mayor quedo pensativo.


—Ya veo…—Murmuro para sí mismo y luego se dirigió al peli largo—Kaito.


—¿Señor?


—Lleva a Gon a prisión—Ordeno sorprendiendo a todos, Gon lo miro lo miro con brillo en sus ojos.


—¿Liberaras a Killua?


—No, te encerrare en una celda.


—¿Eh?


.


.


.


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—¡Maldito seas Ging freecss!—El Príncipe estaba encerrado en una celda iluminada por un bombillo atado con unos grilletes en sus manos y solo será libre después de la ejecución, por si no fuera poco lo bañaran en agua bendita—¡Ack déjenme ir!—gritaba zarandeando de un lado a otro sus cadenas, aun cuando sabía que no podía romperlas seguía intentando con esfuerzo—¡Tengo que ayudar a Killua! ¡Sáquenme de aquí!—dijo hasta que escucho unos pasos acercarse, se puso en alerta y vio una figura muy conocida para el vestido de guardia—¡Hisoka!


—Yujuuu.


—¿Cómo es que escapaste?


—Digamos que un tal Dave me presto su ropa—Respondió risueño a lo que el menor le rodo una gotita de sudor por la frente.


—Hisoka, Killua…—Murmuro a lo que el mayor asintió entendiendo.


—Por supuesto.


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Era el atardecer y en la prisión, en una celda solitaria estaba Killua sentado de espalda a las rejas y al otro lado de estas estaba Lyon también de espaldas y todavía haciendo su papel de guardia.


—¿Cómo esta Jefe?—Pregunto Lyon después de un largo rato de silencio y el albino bostezo aburrido.


—Un poco decepcionado, pensé que serían más rudos durante mi estancia aquí.


—Es por que están decidiendo que tortura ponerle.


—Eso lo explica—Agrego desinteresadamente—¿Cómo esta Alluka?


—Tratamos de tranquilizarla, pero usted sabe que no es fácil saber que tu único ser querido está en prisión con riesgos de muerte—Le explico a lo que el menor suspiro.


—Ya veo…


—Tu solo di cuando quieras irte.


—Aun no, todavía tengo algo que hacer—Agrego decidido al escuchar unos pasos acercarse y sabiendo de que se trataba se levantó, Lyon miro la dirección de donde venía el sonido.


—Anda Hisoka—Decía en forma de saludo al ver al nombrado acercarse a ellos.


—Traje un invitado—Se hizo a un lado dejando ver a Gon el cual sonrió aliviado al ver al albino.


—¡Killua!—Grito contento mientras corría en dirección al nombrado, Lyon abrió rápidamente la puerta dejando pasar al menor quien abrazo al albino—me alegra tanto verte…—susurro al mayor.


—También me alegra—Respondió al abrazo con una sonrisa, Lyon se acercó a Hisoka para hablarle bajito.


—Mejor los dejamos solos…


—Calla que tal vez haya lemon—A Lyon le rodo una gotita de sudor por la frente al ver la sonrisa pervertida del payaso.


—Killua te van a matar—Pronuncio Gon mientras se separaba del albino este le sonrió.


—Lo supuse… ¿Cuándo será?


—Mañana probablemente—Respondió un poco intrigado por la reacción del mayor—Killua ¿Qué haremos? A este paso…


—Gon—Tomo al nombrado de los hombros para que lo mirara a los ojos—me iré de aquí—hablo serio sorprendiendo al menor.


—¡¿Cómo?! La prisión está rodeada de guardias—Decía alarmado al ver la sonrisa divertida del albino.


—No eres el único que es bueno fugándose, de eso no te preocupes—Puso una expresión presumida a lo que el menor parpadeo para luego poner una mirada preocupada.


—¿Adónde irán?—Ahora Killua lo observaba fijamente.


—Muy lejos… a un lugar donde no nos conozcan—Explico viendo la reacción asustada del moreno.


—¿Ta-Tan lejos? Pero así no nos podremos ver—Cuestiono a lo que el albino asintió con la cabeza alarmándolo.


—Gon… esta será la última vez que nos veamos—Declaro pasmando al moreno.


—¡¿Co-Como que la última vez?! ¿Me dejaras así sin más?—Miro con ojos cristalino al albino el cual le dolió en el pecho.


—Todo va estar bien, podrás ser libre y yo… seguiré haciendo lo mío, es lo mejor para los dos.


—¡Y una mierda que va estar bien!—Grito ahora muy molesto pero el albino ni se inmuto.


—Sé que ahora es difícil pero ahora eres libre, tienes lo que querías—Le hablo con calma cosa que no tenía el menor.


—¡Te quiero a ti!—Dijo sorprendiendo al albino y este mordió su labio frustrado por no hacer entrar en razón al otro.


—Pero yo a ti no—Declaro dejando mudo al menor y a Hisoka en shock—no si con eso te traigo problemas—agrego a lo que Gon frunció el entrecejo y el peli roza respiro aliviado.


—Tú más bien me has salvado de los problemas.


—Y quiero dejarlo así—Dijo serio al peli negro el cual tenía una expresión molesta.


—Pero yo no quiero dejarlo.


—El tiempo pasa Gon—Le hablo en tono suave—y los sentimientos cambian seguramente encontraras a alguien que si—de repente Gon le dio tremenda cachetada sin dejarlo terminar de hablar y dejando mudo el ambiente.


—¡No puede cambiar! ¡Ni siquiera yo puedo cambiarlo!—Miro molesto a Killua el cual tenía una expresión irritada.


—Joder eso no lo esperaba…—Murmuro bajo Lyon y sintiendo el ambiente tenso de esa pareja— Hisoka de verdad creo que debemos irnos—Le susurro al peli roza el cual no quitaba los ojos del par.


—De aquí no me muevo sin mi lemon.


—¿Estás loco? El jefe esta tan distraído con la discusión que olvido nuestras presencias pero en cuanto las cosas se pongan más calientes y se dé cuenta de que estemos aquí nos arrancara los corazones y los estrujara.


—No lo hará, últimamente prefiere arrancar cabezas.


—¿Y eso es mejor? —Cuestiono pero después vio como Killua agarraba del cuello a Gon y entro en pánico—mierda ya es tarde, estamos jodido—Al peli roza solo le rodo sangre de la nariz. El albino estaba muy molesto y miraba a los ojos al príncipe el cual tenía una expresión seria.


—¡Tú no eres el único que está sufriendo aquí! ¡¿Tienes idea de cómo me siento?!—Grito sobresaltado impresionando al menor—¡No tienes idea de las veces que me pasó por la cabeza el llevarte conmigo a la fuerza lejos de aquí!—grito perdiendo por completo la paciencia pero Gon ni se inmuto solo le tomo la mano que le agarraba el cuello.


—¡Entonces hazlo!—Decía muy en serio alarmando a Killua y haciendo que la hemorragia nasal de Hizoka llegara al suelo—¡Vamos! ¡Redúceme con fuerza ahora!—grito incitando al albino el cual de inmediato soltó el agarre un poco choqueado separándose un poco.


—¡¿Qué rayos estas diciendo?!—Grito muy impresionado pero entro más en pánico cuando el menor tomo sus manos y las puso nuevamente en su cuello—¿Q-Qué estás?


—Déjame inconsciente y secuéstrame—Hablo determinado mirando la cara de sorpresa del mayor.


—Go-Gon n-no me provoques ¿De verdad vas a perder de nuevo tu libertad?—Interrogo al sentir que tocaba su límite pero la mirada del moreno no vacilaba.


—¡No quiero mi libertad si con eso te pierdo a ti!—Grito muy seguro pasmando a todos y que la hemorragia nasal de Hisoka mojara parte del piso.


—joder Hisoka manchaste mis zapatos—Murmuro Lyon un poco asqueado pero el nombrado ni lo escucho.


—¡Vamos Killua secuéstrame!—Grito muy seguro y el mayor sentía como perdía la razón.


—Go-Gon yo…


—¡Secuéstrame, Secuéstrame, Secuéstrame, Secuéstrame, Secuéstrame, Secuéstrame, Secuéstrame!


—¡Cállate!


—¡Hazlo, Hazlo, Hazlo, Hazlo, Hazlo, Hazlo!


—¡Cállate o se dará cuenta!


¡Secuéstralo, secuéstralo, secuéstralo, secuéstralo, secuéstralo, secuéstralo, secuéstralo, secuéstralo!


—¡¿Tú también?!


—Bien—De repente sujeto el cuello de Gon empujándolo de nuevo contra la pared sacándole un quejido de dolor por la rudeza del agarre.


Él menor miro los ojos oscuros del albino tenía una expresión asesina y sentía como aumentaba la fuerza en su cuello, cerró los ojos respirando con dificultad, lo había logrado solo tenía que aguantar hasta caer inconsciente… pero sintió una presión en sus labios y volvió a abrir sus ojos sorprendido, Killua lo besaba soltándolo y abrazándolo por la cintura, pegándose más a él así que trato de empujarlo.


—Ki-Killua es-espe…—Pronuncio con dificultad tratando de evadir los labios hambrientos del otro, ahora el mayor lo tomo de las manos y lo volvió a besar pero esta vez no se resistió y soltó un leve gemido al sentir que le introducía la lengua. Killua se separó de él dándole leves besos y mirando su cara sonrojada.


—No importas cuanto lo intentes aquí el manipulador soy yo y no caeré en tus provocaciones—Dijo serio mientras se alejaba del moreno el cual no supo que decir—vete—ordeno cortante y Gon puso una expresión triste.


—Killua no es justo y lo sabes.


—Largo de aquí—El príncipe trato de acercarse al ladrón pero la mano de Hisoka en su hombro lo detuvo.


—Ya está anocheciendo principito ¿Qué pasara si buscan en su celda y no lo encuentran?—Cuestiono con su sonrisa usual pero tenía un manchón de sangre en su traje de guardia.


—Está bien…—Murmuro rendido y con pesadez, camino siguiendo al peli roza pero antes de salir de la celda se volteó a Killua y corrió a abrazarlo—adiós…—murmuro en el oído del otro en un tono acongojado para luego finalmente irse. Killua y Lyon quedaron solos.


—Ni siquiera le devolviste el abrazo jefe—Agrego Lyon rascándose la cabeza un poco incómodo y el albino lo miro.


—Lyon ¿Puedo preguntarte algo?


—Siempre.


—¿De dónde salió toda esta sangre?


—Ah…


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Hisoka ya había llegado a la habitación de Gon en la posada por petición de este mismo ya que no quería pasar la noche en esa celda, en todo el camino el menor no había dicho palabra alguna solo tenía una expresión decaída y al notarlo el payaso suspiro.


—Príncipe ¿Me concede el honor de darle un consejo?—Pregunto con una sonrisa mientras el menor se dejaba caer en la cama.


—No sé si sea un honor pero hazlo—Decía triste.


—Se por qué Killua no quiso secuestrarte—Dijo a lo que el menor se volteó a verlo sorprendido.


—¡¿D-De veras?!—Interrogo a lo que el mayor sonrió.


—Fufufu es muy simple—Agrego mientras el moreno lo miraba con atención—Killua en verdad quiere que vayas con el pero dígame ¿Usted quiere ir con él?—pregunto a o que Gon alzo un ceja intrigado.


—Claro que sí.


—¿En serio?


—¡Sí!


—¿Aunque eso signifique quedar como el príncipe egoísta que se fugó con el ladrón más peligroso que hay? Además de no volver a tus amigos y familiares claro—Explico a lo que el menor se sorprendió y no pudo decir nada—seguramente Killua pensó en eso y por eso no lo quiso llevar, no quería verte triste—hablo tranquilamente viendo la expresión pensativa del moreno.


—Aun así….—Murmuro para sí mismo pero Hisoka entendió perfectamente.


—Pero aun así tu no estas feliz—Decía viendo al príncipe—Killua no conto con que lo quisieras tanto como para no querer que se separen, aun si tú te quedas con tu familia y te casas con una buena chica o incluso si te vuelves un excelente guerrero no serias feliz, jefe que horrible error de cálculos—Finalizo con una risita, Gon quedo pensativo.


—Yo… no sé qué hacer—Murmuro y el payaso lo miro con una sonrisa.


—Gon todo lo que tienes que hacer es tomar una decisión aunque no por eso sea fácil—Hablo serio llamando la atención del nombrado—dime ¿Quieres fugarte con Killua y dejar atrás todo? O ¿Hacer lo correcto y quedarte para ganarte el respeto de tu padre para volverte un guerrero libre?—Gon lo miro sin saber que decir y el mayor empezó a caminar hacia la ventana.


—¿Te vas?


—Mañana al amanecer nos iremos de aquí, en el muelle hay un barco que zarpa a unas tierras lejanas y desconocidas tienes hasta entonces—Le dijo mientras salía por la ventana—elige entre ser feliz o hacer lo correcto, toma en cuenta que en cualquiera de las dos sacrificaras algo realmente importante, piénsalo bien para que luego no te arrepientas—declaro antes de saltar y finalmente irse dejando solo a Gon.


— (Ser feliz o hacer lo correcto…)—Se levantó de la cama para luego acercarse a la ventana y ver la luna llena.


A unos cuartos más adelante de Gon, en una habitación estaba Ging sentado en la cama pero no estaba solo, Mito caminaba de un lado a otro muy molesta.


—¡¿Cómo pudiste meterlo en una celda?!—Replicaba Mito molesta al otro el cual le evadía la mirada.


—Se metió a una reunión privada y de la manera más abrupta ¿Qué esperabas que hiciera? —Refunfuño Ging a lo que recibió un almohadazo en la cara.


—¡Porque tu no lo entiendes! Mi niño esta triste y su padre es un idiota inútil.


—¡Oye!—Replico molesto—lo libere del matrimonio ¿Qué más quieres?


—Que hables con él—Declaro muy seria al hombre- ve como un buen padre y dile lo que piensas de él, por muy gruñón que seas sé que en el fondo ese chico te importa.


—Me niego.


—No fue una petición—De una patada la mujer lo saco del cuarto dejándolo en el pasillo.


—¡¿Pero quién rayos te crees que eres?!


—¡No pierdas el tiempo y ve!


El rey de muy mal humor empezó a caminar por el pasillo, iba a ir a la celda en donde se supone esta su hijo pero grande fue su sorpresa al sentir su presencia en la habitación, al abrir la puerta vio a Gon mirando por la ventana.


—¿Pero cómo es que estas aquí?—Pregunto un poco alarmado pero el menor ni se inmuto.


—Me escape—Dijo en voz baja a lo que el mayor se acercó a él.


—¿Con tantos guardias?


—Fue muy fácil—Murmuro cortante sin dejar de mirar por la ventana, Ging se paró junto a él a mirar la luna. Silencio jodidamente incomodo al menos por parte de Ging, el adulto trago grueso, venga que solo tienes que decir algo, cualquier cosa esta bien, venga hombre tu puedes.


—Cu-Cualquier cosa—Pronuncio sin pensar, joder no pudiste hacerlo peor, empezó a decirse idiota mentalmente hasta que la voz del menor lo interrumpió.


—Ging tu nunca vas a mirarme ¿Verdad?—Hablo en voz baja con ojos cristalinos y el otro trago grueso.


—P-Pero si te miro todo el tiempo, ahora mismo lo estoy haciendo.


—No de esa manera—Dijo suspirando rendido—no sé por qué pregunto, te soy indiferente—miro la luna ignorando la reacción del mayor, Ging respiro profundo tenía que coger fuerzas.


—Gon tú me interesas, solo que cuando te miro recuerdo a tu madre—Ahora Gon se giró a mirarlo algo sorprendido y noto el ligero rubor en las mejillas del mayor.


—¿P-Por qué?


—Porque también era un dolor de cabeza.


—¿Eh?—Pronuncio impactado al ver la venita palpitante en la frente de Ging.


—Le gustaba escaparse del castillo para trepar los árboles, evadía los guardias fácilmente aun embarazada y por si no fuera poco me hacía un montón de bromas de mal gusto—Puso una cara de disgusto al recordar aquellos tiempos pero Gon alzo la ceja un poco intrigado.


—¿Y por qué te casaste con ella?


—Porque puedes llegar a amar los dolores de cabeza—Respondió suspirando cansado bajo el asombro del menor—Gon eres fuerte pero saber que eres tan ingenuo y testarudo como ella me preocupa—hablo mirando a la luna y Gon puso un puchero.


—Entonces ¿Por qué me encerraste en el castillo?—Cuestiono a lo que el mayor puso una mirada pensativa.


—Supongo que para quitarte lo ingenuo pero ya vez el resultado.


—Eres un idiota Ging.


—No tanto como tú—Siguieron mirando la luna ignorando el insulto del otro—Gon.


—¿Ummn?


—Estoy seguro de que me arrepentiré de esto pero es lo mejor para ti así que…—Respiro profundo y puso una cara de desagrado—haz lo que quieras—Gon le sonrió.


—¿Lo que quiera?


—Sí.


—¿Puedo casarme con una prostituta y llevarme todo el dinero del reino?


—Si pero te decapitare luego—Advirtió un poco molesto y el otro rió por lo bajo.


—Gracias Ging.


—¿Por qué? No hice la gran cosa—Puso una mirada curiosa ante la sonrisa del menor.


—Me dijiste lo que necesitaba.


—Bueno… ¿Y qué harás?


—Es un secreto Jeje.


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.


.


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—Es la verdad.


—No te creo.


Era la mañana y Mito arrastraba a Ging a la habitación de Gon, junto a ellos estaba Kaito, Kurapika y Leorio los cuales estaban ahí por el escándalo que hacían el par.


—Me alegra de que se contentara con Gon—Decía Kaito con una sonrisa al llegar a la puerta del cuarto.


—¡Gon abre y dime lo que te hizo tu padre!—Grito Mito mientras golpeaba la puerta.


—¡Te digo que se puso feliz cuando terminamos de hablar!—Defendió a lo que la mujer lo ignoro y siguió tocando la puerta.


—Gon ¿Qué sucede? Abre—No recibió respuesta así que dio una patada a la puerta.


—¡S-Señora Mito!


—Eso costara caro.


—Pues sí.


—Eres un gorila—La mujer ignoro todos esos comentarios, solo estaba pensativa mirando la habitación.


—No esta…


—¿Qué?


—Gon no está—Decía tranquilamente sorprendiendo a todos.


—¿Qué rayos?—Vio toda la habitación pero no había rastros del príncipe, empezaron a registrar las cosas.


—¡Su ropa no está!


—Se llevó todas sus cosas—Dijo Kurapika preocupando a todos.


—¡Iré a buscarlo!


—Espera Kaito encontré una carta—Sus palabras llamo la atención de todos.


—¿Una carta?


—¿Por qué Gon dejaría una carta?


—Wow esto es intenso.


—¡Pero léela mujer!


En el puerto de Nostrade unas personas encapuchadas subían a un barco, ya cuando estaban dentro uno de ellos dio la orden y zarparon, quien manejaba el barco era Gentrhu junto con Sub y Bara que limpiaban la cubierta.


—Joder esos guardias son una molestia, tenemos que ir a un lugar donde no exista la ley—Hablo Lyon cansado mientras bajaba su capucha, los demás hicieron lo mismo.


—Así no sería tan divertido—Contradijo Hisoka.


—Eres un rarito.


—Paren ya los dos—Decía Killua fastidiado mientras miraba como se alejaban del reino.


—Alguien tiene despecho—Canturreo para hacer molestar al albino.


—¿Te corto la lengua Lyon?


—Hazlo y tírasela a las pirañas.


—Buen consejo—Puso una sonrisa siniestra mientras se acercaba a Lyon el cual de inmediato se escondió detrás Bara el cual solo estaba caminando por ahí.


—¡O-Oye!


—Protégeme contra el mal.


—Idiotas…—Murmuro al ver al par, de repente escucho unos pasos dirigirse hacia donde estaba.


—¡Hermano! ¿Estás bien?— Fue corriendo a abrazar a su hermano el cual la recibió contento.


—Estoy bien, perdón por hacerte esperar—La niña se separó de él y lo miro con un puchero tierno.


—¡Estábamos preocupados de que no pudieras llegar!—Regaño a lo que el mayor frunció el entre cejo.


—¿Estábamos?—Pronuncio mirando con desdén a todos sus subordinados—¿Quién de ustedes ratas apestosas dudo de mis capacidades de fuga?—interrogo con voz alta dirigiéndose primero a Hisoka y Lyon.


—Uff que sensible.


—A nosotros no nos mires estuvimos contigo todo el tiempo ¿Recuerdas?—Se defendió a lo que el albino se dirigió al trio restante a los cuales les recorrió un escalofrió.


—Ustedes…


—Y-Yo no fui.


—Ta-Tampoco yo.


—¿Usted no lo sabe?—Pregunto Genthru curioso a lo que el albino arqueo una ceja intrigado.


—¿Qué es lo que no se?


—Hermano—Llamo a lo que el nombrado volteo a verla y la niña apunto con su dedo a la parte donde estaba el mascaron del barco, se giró extrañado a la dirección que le indico y quedo atónito al ver una figura muy familiar para él que miraba el mar.


—¡¿Gon?!—El nombrado se volteó a verlo con una gran sonrisa y saludarlo con la mano.


—¡Hola principito!—Saludo Lyon al menor ignorando la sorpresa de su jefe, Hisoka solo sonreía divertido. Killlua corrió a donde estaba Gon hasta quedar frente a él.


—¡¿Pero qué haces aquí?!


—¡Me voy contigo!—Dijo sonriente al atónito Killua.


—Cr-Creí que no querías quedar como el príncipe que se fugó.


—No lo hice, Ging dijo que podía hacer lo que quiera excepto casarme con una prostituta ¡Pero Killua no es una prostituta!—Añadió contento pero recibió un coscorrón del otro.


—¡Claro que no idiota!


—¡Auch!—Se sobo la cabeza adolorido pero el albino lo miraba muy asombrado.


—¿Pero cómo le dijiste a tu padre sobre lo nuestro?—Pregunto muy interesado por la respuesta a lo que el menor sonrió olvidándose del dolor.


—¡Le deje una carta diciéndole todo!


—¿Qué?


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“Para Mito, Ging, Kaito, Kurapika y Leorio para cuando lean esta carta ya yo estaré muy lejos se preguntaran a donde, pues realmente no lo sé pero me iré con Killua así que no se preocupen :D verán yo lo amo y no quiero separarme de él seguro lo entenderán, les enviare cartas pero no sé si pueda regresar igual quiero decirle que los quiero y chao”


—Con cariño Gon—Finalizo Mito de leer con una sonrisa cálida, que lastima que Ging no tenía la misma expresión.


—¡¿Pero qué mierdas es esto?!—Grito exaltado, Kaito estaba de piedra mientras que Leorio y Kurapika les rodaba una gotita de sudor por la frente.


—No te pongas así, le dijiste que hiciera lo que quisiera—Le replico a lo que el otro la miro fulminante.


—¡No creí que se iría con un ladrón!


—Por favor era muy obvio.


—¡No me jodas Mito!


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—Así que hiciste eso…—Murmuro un tanto nervioso al ver la sonrisa del moreno, este lo abrazo de repente.


—En verdad no quería separarme de ti—Dijo con una sonrisa a lo que el otro lo abrazo más fuerte.


—Y yo más…


—Quiero mi lemon—Salvaje payaso aparece interrumpiendo el momento de la pareja.


—¡Demonios Hisoka!


—¡Hisoka que bueno que te veo!—Dijo sonriente al ver el nombrado sacándole una venita en la frente al albino—quería darte las gracias.


—Fue un placer.


—Y ahora me ignoras—Replico con algo de furia poniendo nervioso al príncipe.


—N-No yo…


—Adiós.


—¡Espera Killua!


Y sin saberlo muy bien el príncipe raro fue corriendo tras el ladrón ya no tan peligroso que más bien era tan celoso, al final esto no fue un secuestro más bien fue ¿Una fuga de leyenda? O quizás ¿Escapada de leyenda? Bueno eso no quita el resultado de esta historia, que dio muchos giros extraños y problemáticos pero que fue especial a su modo y que de alguna pequeña manera se quedara en tu mente y en tu alma… o quizás no ¿Yo que sé? Escribir esto es difícil.





FIN.

1 comentario:

  1. Me encanto, por un momento pensé que acabaría mal, eso y porque leí los títulos de los capítulos, jajaja, pero que bueno que termino todo bien.
    Sabes hace poco estuve buscando historias de esta pareja pero ninguna me convenció, y después de leer esta, dije, nada como las historias de Hermione719.
    Ultimamente esta de moda el Omegauniverse, de casualidad no hay planes en un futuro proximo hacer algo de ese universo para Hunter o para Boku no hiro academy ?

    Pero de todos modos, gracias por esta increible historia.

    Saluditos

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