lunes, 18 de abril de 2016
Capítulo 4: Secretos revelados.
—Ahora abra la boca y diga Ahhh…—Decía amablemente un hombre con cabellos canosos y bata de doctor a un niño moreno con cabellos parados muy testarudo, junto a él una mujer peli naranja malhumorada.
—Esto no es necesario, me siento muy bien—Se quejó con un puchero infantil ante la mirada de regaño de su tía.
—Ayer estuviste muy raro, estabas débil, no querías comer, te la pasaste durmiendo mucho tiempo, probablemente no sea nada pero quiero estar segura, ahora obedece al doctor para que no se te haga tarde para ir a la escuela—El menor suspiro rendido y abrió la boca.
—Bueno parece todo muy normal—Decía inspeccionando al menor para luego buscar en un cajón a su derecha—tomare una muestra de sangre para un diagnóstico completo—saco una aguja y con cuidado saco sangre del brazo del menor—el hospital la llamara cuando llegue los resultados de la prueba.
—Gracias doctor—Agradeció la mujer mientras ayudaba a levantarse Gon. Después salieron del hospital para llegar al frente de este—ya puedes irte Gon, pero no dudes en llamarme si te sientes mal—finalizo para besar en la frente al moreno y finalmente retirarse, Gon suspiro.
—No es para tanto…—Murmuro para sí mismo para después irse, al andar por las calles observo un reloj en una vitrina—aún es muy temprano para ir a la escuela, creo que pasare el tiempo en el parque—acto seguido hecho camino, le tomo poco tiempo llegar al parque con la fuente, no quedaba lejos del hospital, se sentó en una banca para admirar un rato el paisaje nevado, añadiéndole las luces era bastante hermoso hicieron bien decorando este lugar.
—Veo que te gusta este parque tanto como a mí—Una voz familiar y risueña se acercaba a él.
—Hermione san buenos días—La nombrada se sentó a su lado y le sonrió amablemente.
—Hay algo que te preocupa ¿Verdad?—El menor la miro sorprendido ¿Cómo lo supo?—reconozco una mirada de preocupación cuando la veo—respondió la pregunta interna del menor—si no es mucha molestia dime ¿Qué te tiene pensativo?
—Ehh…—Pronunció apenado no sabiendo por dónde empezar, de todas formas ¿Desde cuándo le cuanta sus problemas personales a un extraño? Bueno ya es muy tarde para hacerse esa pregunta—¿Recuerda ese alguien del que le hable?
—¡Oh sí! ¿Qué paso con esa persona?
—Conoció a una chica que… creo que le gusta—Habló decaído y preocupado bajo la atenta mirada de la mujer.
—¿Qué te hace pensar eso?
—¡Es que es la primera vez que lo veo llevarse tan bien con alguien! Siempre era distante y frio con las personas que apenas conocía ¡Incluso conmigo cuando me conoció!—Hablo todo esto con una expresión alarmada y preocupada mirando a la mujer, cuando se dio cuenta de esto suspiro para recuperar la compostura y volvió a mirar hacia la fuente—encima me dijo que era linda…—Hermione lo observó un momento pensativa y después sonrió.
—¿Cuánto tiempo llevas conociendo a esta persona?
—¿Eh? Umnnn… desde los cinco años.
—¿Y tienes?
—Quince años.
—¿Y en diez años por que no te le declaraste?—Ahora Gon volteó a verla alarmadísimo y sonrojado, como si lo que hubiera dicho fuera una locura.
—¡¿Qué?! ¡De ninguna manera!—Habló avergonzado debido a las risitas de la otra.
—Jaja perdón—Se excusó para no romper a reír debido al puchero tierno y gracioso del menor—¿Por qué dices eso?
—¡No solo me va rechazar sino que ya no me tratara igual! Siempre estará incomodo ante mi presencia, no me mirara a los ojos, quizás me evite...—puso una mirada triste mientras la volvía a fijar a la fuente.
—Eso tú no lo sabes—Gon suspiro nuevamente con un semblante distante.
—Si lo sé…
.
.
.
.
—Gon está raro…—Murmuro cierto albino acostado en una cama blanca y mirando hacia al techo de manera distante.
—¡Killua no uses la enfermería como sala de descanso, son para los enfermos no para vagos sin remedios!—Le regaño un hombre alto y delgado de pelo corto y negro, llevaba traje azul y por encima una bata de doctor.
—Eso no es lo importante viejo, te estoy diciendo que Gon está raro.
—¡¿A quién llamas viejo?! ¡Soy el hombre más joven y guapo que hayas visto en tu puta vida!
—Estos últimos días ha estado distante y pensativo, como si estuviera en otro mundo.
—¡No me cambies el tema mocoso!
—Estoy seguro que es por el dichoso viaje de Kite, no sé por qué lo piensa tanto—Al ver que el menor poco o nada de caso le estaba haciendo a sus regaños tomo un gran suspiro para relajarse.
—¿Kite lo invito a un viaje?
—Si, a investigar los diferentes bosques del mundo, un recorrido que durara toda la navidad.
—Bueno es mucho tiempo pero creí que a Gon le gustaba esas cosas—Agrego mientras se acomodaba mejor en la silla de su escritorio.
—Yo también, pero por alguna razón se ve dudoso de ir, a pesar de que le estoy diciendo que valla que será bueno y aprenderá cosas.
—Seguro lo hace por una buena razón—El albino lo miro interesado.
—¿Cuál es esa razón?
—¿Yo que sé? Tú lo conoces mejor que yo seguro que si hablas con él te dirá que es lo que le molesta—Acto seguido se levantó y se acercó hacia el albino, abrió un cajón y de ahí saco una barra de chocolate—¡Mira Killua, Chocorobot!
—¡Ohhhh!—Con semblante gatuno miro el dulce en la mano del doctor.
—¡Ve tras él chico!—Lanzó el chocolate hacia afuera de la puerta de la enfermería y el albino salió disparado a tomarlo. Leorio observó burlón al chiquillo que mordisqueaba el chocolate en el pasillo—que tengas un buen día Killua—cerro la puerta y el menor solo miro aburrido y con la boca llena de chocolate, después se levantó del piso y empezó a caminar.
Anduvo un rato por los pasillos, saludando a compañeros de clase y uno que otro sensei, diviso a Bisky, la coordinadora de control estudiantil, al costado de una puerta revisando unos papeles y se acercó a ella.
—¿Qué tal Bisky?—Saludo llamando la atención de la nombrada quien le miro de reojo.
—Hola Killua—Al decir esto sostuvo los papeles con un brazo y con el otro buscaba algo en su bolsillo, saco un pañuelo roza y lo dirigió a la cara del menor sorprendiéndolo—tienes que estar atento cuando comas chocolates, un estudiante debe estar siempre impecable—advirtió mientras terminaba de limpiar al menor.
—Sí, sí de acuerdo—Decía aburrido ante la mirada desaprobatoria de la rubia—¿Sabes dónde está Gon? No lo he visto en todo el día.
—Desde que llegó a estado ayudando a Kite y a su grupo con las cosas del festival, mira allá lo tienes, creo que está descansando—Apuntó a una esquina al final del pasillo, allí se encontraba el moreno, de costado mirando el paisaje nevado por la ventana transparente, con su mirada perdida en el cielo…
—¿Qué le pasa? ¿Porque tiene esa cara de lelo?
—¿Cara de lelo? Yo creo que se ve lindo.
—¿Lindo?—Miro un tanto sorprendido a la rubia.
—Si míralo ¿No crees que le sienta bien el paisaje del invierno?
—Ehh…—Miro de reojo al moreno, ciertamente que las mejillas rozadas por el frío y esa bufanda lo hacían ver delicado, desvío la mirada un tanto sonrojado—sí, supongo…
—Supongo no, Gon—Sonrió pícaramente y le guiño el ojo, después se retiró feliz de la vida dejando a un Killua inquieto por sus palabras.
Nuevamente la vista del albino se posiciono encima del moreno, quizás si era lindo… pero… ¡Es Gon! ¡No debe pensar que es lindo o delicado! ¡Puede que no lo parezca ahora pero tiene un buen carácter sin nombrar su fuerza bruta! Se sintió avergonzado por sonrojarse por las idioteces de esa anciana pervertida. Tan perdido estaba en sus pensamientos que fue tarde cuando notó los ojos castaños del moreno mirándolo, Gon lo miraba extrañado, quizás porque notó que lo miraba embobado un buen rato, sintió vergüenza a más no poder pero cambió a sorpresa cuando vio al menor sonreírle ampliamente y saludarlo con alegría, solo suspiro y camino hacia él como si nada.
—¡Hola Killua!—Saludo lleno de energía como siempre.
—Hola, llevo rato sin verte—El menor se rascó la cabeza de manera apenada, eso siempre lo hacía ver ingenuo.
—He estado entrenando a los animales para el festival—Explico sin borrar su sonrisa en ningún momento.
—Así que has estado haciendo eso solo, valla que Kite te está explotando—Agrego a lo que Gon lo miro nervioso.
—¡Oh no! No es así, tengo a alguien que me ayuda.
—¿Quién?
—¡Gon sama!—Una voz cantarina y feliz se acercaba hacia ellos o más bien a Gon, Killua miro intrigado al rubio que le sonreía coqueto al moreno—te he traído jugo de limón ¡Tu favorito!—con una sonrisa le paso una botella al menor quien la acepto con gusto.
—Gracias, Franklin este es mi amigo Killua, Killua este es Franklin es parte del grupo de Kite—Los presentó con amabilidad a lo que el par se miraron, el rubio sonriente y curioso, el albino desconfiado y un tanto serio.
—¡Hola, un gusto!
—Hola…—Justo escucharon unos gritos y el cacareo de un gallo, en seguida el rubio se escondió detrás del moreno bajo la mala mirada del albino.
—¡El demonio del inframundo regreso! ¡Vino a terminar su trabajo!
—¿Demonio del inframundo?
—Es solo un gallo temperamental—Explico Gon con un suspiro—hacia muchos desastres en la casa haciendo molestar a Mito san así que tuve que traerlo, se pone de malas cuando tiene hambre, ahora vuelvo—se retiró corriendo a buscar al animal que picoteaba a todo ser inocente que se le atravesara en el camino dejando solos a los presentes. Franklin recupero la compostura y puso en su faceta nuevamente una sonrisa.
—Y dígame Killua san…—El nombrado lo miro interrogante—¿Sabe qué tipo de cosas le gusta a Gon san?
—No es de esas personas que le gusten algo en específico—Dijo en seco sin querer dar detalle—¿Por qué quieres saber?
—¡Quiero darle el mejor de los regalos para navidad!—Anunció entusiasmado a pesar de la mirada de mala gana del albino.
—A penas lo conoces ¿No? ¿Por qué quieres darle un regalo a un desconocido? ¿Cuáles son tus intenciones con él?—No se había dado cuenta de lo tosco y amenazador en que había hablado, Franklin lo miro un tanto sorprendido pero después le sonrió ampliamente para su desconcierto.
—Por qué me gusta—Granada en toda su cara, Killua lo miraba sorprendido y alarmado como si le hubieran dicho que una bomba nuclear va a caer en toda la escuela.
—¡¿Qué?!
—Así es me gusta, desde que me salvo del diablo no eh podido dejar de pensar en él—Puso una mirada ensoñadora con brillito de ojos y todo—por eso quiero hacer cualquier cosa para gustarle, le presumí sobre mi dinero pero parece que no es de ese tipo de persona, me lucí con mis habilidades con los animales pero él es mucho mejor que yo—puso un puchero gracioso ante lo último—no se me ocurre otra cosa que regalarle algo que realmente lo maraville.
—¡¿Estás hablando en serio?!—Interrumpió colérico ante la tranquilidad de las palabras del otro—¡No puedes seducir a Gon!
—¿Por qué no? Él me dijo que no tiene novia—Primer strike.
—¡Es un hombre!
—¡Pamplinas! Ya estamos en nuevos tiempos—Segundo strike.
—¡Definitivamente no! ¡No vas a hacerlo!
—¿Me lo prohíbes? ¿Acaso también te gusta?—Tercer strike, estas ponchado joder ¡Mierda de bateador!
—¡¿Pero qué coño dices?!—Pronuncio agitado y sin creerse lo que escucho—¡Es mi amigo y no quiero que lo enredes en tus juegos sucios!
—Pues como el mejor amigo de la persona que me gusta te diré que no tengo ningún tipo de mala intención con él, estoy dispuesto a dejar mi vida de rompecorazones solo para tener una oportunidad—Esta vez cambió a un semblante serio que dejo sin habla a Killua.
—¡Tú!
—¿Qué ocurre?—Salvaje niño con un pollo entre sus brazos apareció a su lado sorprendiéndolo.
—¡Go-Gon!
—¡Gon san mi salvador! ¡Volviste a domar a la bestia!—Dijo con unos ojos de admiración que molestaban al albino.
—Solo tenía hambre ¿Sucedió algo? Te vez alterado Killua—El aludido se puso nervioso por esa pregunta.
—B-Bueno…
—Gon kun se nos hace tarde—Interrumpió el rubio para la molestia del albino—esos corrales tienen que estar listos antes de que llegue Kite san.
—¡Oh es cierto! Perdón Killua hablemos después.
—¡Gon esp-!—Franklin rodeó con un brazo los hombros del menor interrumpiendo el llamado de Killua.
—¡Vamos, vamos que se nos hace tarde!—Empezó a llevar al menor que lo miraba un tanto confundido. Killua observaba como el rubio se burlaba prácticamente de él al verlo soltar risillas llevándose a Gon consigo.
—(¡Bastardo…!)—Pensaba colérico sin notar las miradas de miedo que le daban algunos estudiantes que le pasaban por al lado—(¡Definitivamente no dejare que te quedes con Gon!) ¡Primero muerto!
—¡Uwahh dijo mueerto Bisky sensei!
—¡Killua no asustes a los demás estudiantes!
.
.
.
.
Después de clases y de pasar un ligero castigo propinado por Bisky debido al terror que le causo a sus compañeros, se escabullo por el patio trasero de la escuela, debido a los preparativos del festival los estudiantes tenían prohibido entrar, tuvo que escabullirse sin que lo vieran los camaradas de Kite por suerte estos estaban ocupados con las decoraciones y preparando a los animales. Killua se escondió en lo alto de un árbol.
—(Bien estoy dentro, ahora a encontrar a Gon)—Empezó a inspeccionar la zona con la mirada, frunció el entrecejo molesto, no encontró a Gon pero si algo que le molesto mucho. Saltó de árbol en árbol con cuidado de que no lo escucharan, se deslizó para llegar al suelo e ir hacia el garaje viejo que tenía la escuela desde hace años, allí husmeando por una ventana estaba cierto rubio concentrado observando—¿Qué haces acosador?
—¡Ack!—El rubio volteó alarmado pero después respiro tranquilo al reconocer a la persona tras él—¡Dios no me asuste así! ¿No sabes que es de mala educación sorprender a una persona por las espaldas?
—¿Y qué es el acosar a alguien a escondidas?—Miro por la ventana y por supuesto estaba Gon quien hurgaba en una caja buscando algo.
—¡No estoy acosando a nadie! Ya que no me dirás que es lo que le gusta a Gon le voy a observar hasta descubrirlo.
—No importa como lo mires eso es acoso.
—¿Y tú que haces aquí?
—Vigilo que no hagas nada raro.
—Eso se llama acoso y obstaculizar la unión de dos personas que se aman.
—¡Gon no te ama!
—“Aún” no me ama—Killua ya estaba hartándose de esta charla y estaba a punto de arrancarle esa cara bonita a Franklin cuando escucho que alguien entraba al garaje—oh esa es Anita—dijo al ver a la chica acercarse a Gon—¿Qué hace allí? ¿Acaso le gusta también Gon?
—¡¿Qué?!—En seguida empezó a espiar por la ventana, no puede ser que a Gon se le esté juntando tanto mosquito alrededor, sin decir que Anita es una cascarrabias y estaría molestando a Gon todo el tiempo, ni su adoración al chocorobot puede compensar eso.
—¡Ah hola Anita!—Saludo con una sonrisa el moreno al voltear al verla, la chica lo miraba seria, o hasta molesta cosa que no notó el menor—¿Kite te mando?
—No, quiero hablar contigo un asunto, o más bien aclarar—Gon la miro curioso y se paró frente a ella.
—¿Qué te preocupa?
—¿Te gusta Killua?—Shock para Gon y para el albino en la ventana.
—¿Eh? ¿Qué estas-
—No lo niegues, te escuche hablando con aquella anciana en la fuente—Habló tosca para la sorpresa del moreno—¿Piensas que por tener más años conociéndolo puedes quedártelo? ¡JA! Me da risa tu ingenuidad, le darás asco en cuanto sepa que te gusta—sonrió sínicamente—mírate tú y mírame a mí, chico andrajoso ¿Acaso crees que tienes oportu-
—Para tú tren coletas—La chica lo miro molesta y Killua tembló al reconocer la mirada de Gon, tenía una venita palpitante en la frente y estaba realmente molesto—número uno: ¿Quién te dijo que husmearas en las conversaciones ajenas? No tienes derecho a hacerlo, me pareces una acosadora de muy mal gusto—tanto Killua y Franklin tragaron grueso ante eso último.
—¡Oye tú-
—Segundo: ¿Quién demonios te crees que eres para venir a decirme todas estas cosas? Ni eres novia de Killua, y mucho menos su dueña, el día que intentes serlo, créeme, vas a besar el suelo aunque seas chica—Declaro muy seguro para el desconcierto de la muchacha—tercero: si este patético intento de intimidación fue para dejarme claro que no intente nada con Killua pues no te preocupes, no lo haré, yo mejor que nadie sé que no le gusto y prefiero seguir como estamos, así que tienes el camino libre Anita, pero creo que en cuanto te conozca realmente le vas a gustar una mierda, cuarto y último: No le digas a nadie de esta maldita conversación, esto nunca paso ¿Entendido? Ahora quítate de mí vista antes de que algo malo te pase que yo tengo cosas mejores que hacer—acto seguido le paso por al lado a la chica dejándola con la palabra en la boca.
—¡Joder, destrozo a esa arpía por completo! Mi ángel tiene un carácter del diablo, creo que me he enamorado—Al rubio le brillaba los ojos y sus mejillas estaba sonrojadas, no podía estar más maravillado—juju no importa lo que digas yo no—se dirigía al albino, o eso creía, no había nadie ahí…
************************************************************************
—¡¿Me va a venir ella a humillar?! ¡Puff!—Refunfuñaba el moreno pisando fuerte la nieve—¡Ack! ¡Demonios! ¡Tengo que calmarme o pondré incomodos a los animales!—paro su caminar, cerro los ojos y aspiro fuerte y exhalo, volvió abrir los parpados ya más calmado—bien… no pasó nada.
—Gon…—Se sorprendió al reconocer esa voz, al voltear se encontró con Killua.
—¡Killua! No puedes estar aquí durante los preparativos del festival—Se acercó al albino que lo miraba acongojado preocupándolo—¿Qué pasa? ¿Qué tienes?
—Yo…—Le evadía la mirada al menor preocupándolo más.
—Killua ¿Qué oc—De repente lo abrazaron de improviso sorprendiéndolo por completo—¿Ki-Killua?
—Lo siento…—Susurro confundiendo más al moreno.
—¿Por qué?
—No puedo corresponderte…
Continuará…
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario