lunes, 18 de abril de 2016

Capítulo 11: La fiesta.



Era por la noche y había un gran ajetreo en el edificio más moderno y popular de la ciudad de Yorkshin, lo llamaban “La estrella” por ser tan brillante y tan inalcanzable… a menos de que tengas mucho dinero, y es exactamente por eso que hay tanto movimiento en el lugar.


Hoy el edificio fue alquilado por grandes representantes del poder y la política, persona que tuviera mucho “efectivo” persona que era invitado especial, claro que también debía de tener algún detalle que lo destaque, como haber donado bastante a la beneficencia o haber fundado un gran edificio, o quizás simplemente pertenecer a la familia más importante y poderosa “Los Zoldycks”.




—¡Buenas noches mi querido público! ¡Estamos aquí reunidos para presenciar la llegada de las personas más importantes de la región! ¡Entre ellos la misteriosa familia Zoldycks! ¡Aquí para guiarlos su reportera favorita Cocco!—Decía animadamente una chica peli naranja con coletas a una cámara. En el lugar había numerosos entrevistadores de diferentes programas de noticia, todos agrupados en frente del edificio.


A unas calles más alejada estaba una limusina negra que se acercaba a dicho edificio, dentro estaba Gon vestido de traje y corbata negro, junto a él estaba Silva vestido de igual forma solo que de un color morado muy oscuro. El menor estaba sentado con las piernas juntas y sus manos sobre su regazo temblorosas, la expresión en su cara notaba nerviosismo.


—Gon cálmate, nadie te va a comer—Decía el adulto en un intento en vano de calmar al pequeño.


—S-Silva san ¿No es muy pronto todavía para presentarme a sus colegas?—Balbuceo tímidamente el moreno a lo que el mayor lo miro serio.


—Si no lo estuviera no estarías aquí—Ante su respuesta tan cortante el menor suspiro y vio por la ventana haciendo memoria de lo que sucedió por la mañana…


Flash back.


Era temprano por la mañana y Gon se removía inquieto en la cama para finalmente sentarse con una expresión cansada y algo malhumorada.


—Malditas pesadillas…—Susurro con fastidio, había soñado con que una gran oscuridad lo tragaba y no podía hacer nada para escapar de ella… froto sus ojos con desgano y miro por la ventana— Mushu no está… ¡Ah! —pronuncio recordando algo— es cierto, me dijo que hoy tenía una cita con una gatita de raza—sonrió de manera alegre— espero que le vaya bien…—escucho que habrían la puerta y pensando en quien podría ser saludó— ¡Buenos días Got—se sorprendió al ver que no se trataba del mayordomo sino de Silva que lo miraba de manera expectante.


—Buenos días Gon.


—B-Buenos días Silva san ¿Vamos a empezar ya las pruebas?—El mayor negó con la cabeza.


—Arréglate, hoy comeremos afuera y atenderemos unos asuntos—Dijo para la confusión del moreno.


—¿Asuntos?


—Te lo explicare en el camino, apresúrate—Ante su orden el menor dio un salto para ir al baño de manera apresurada.


Después de un rato salió ya listo con su usual ropa verde para luego seguir a Silva que lo llevo a un coche negro fuera de la mansión, este era conducido por un mayordomo que en cuanto los vio subir arranco. Gon estaba callado sentado junto a Silva en los asientos de atrás, todavía tenía la persistente duda de que es lo que iban a hacer hoy pero no se atrevía a hacer la pregunta al mayor, sus años de convivencia con ese ser le han enseñado que no debe de preguntar dos veces seguidas la misma cosa o recibirá un furioso castigo, tendrá que esperar a que responda o esperar un buen rato para volverle a plantar la duda.


Desayunaron en una cafetería y comieron en silencio que aunque no era incomodo Gon seguía esperando a que el mayor le dijera que rayos iban a hacer. Entraron a una tienda de ropa para caballeros de lujo y una chica rápidamente los atendió.


—¡Buenos días señor Zoldyck!—Saludo de manera cortes la chica— ¿Viene a retirar los trajes que pidió?


—Así es.


—Bueno el de usted ya esa listo pero el más pequeño necesitamos hacerles un retoques siendo usado por el dueño.


—Está bien, llévense al chico y dense prisa—Dio un pequeño empujón al menor sorprendiéndolo, acto seguido la chica que los atendía y otra más tomaron las manos del moreno y lo jalonearon hasta una plataforma blanca y le colocaron un smoking para ajustarle con hilo y aguja algunos detalles bajo la mirada expectante del Zoldyck.


—¡Ay!—Pronuncio Gon al sentir la filosa aguja en su piel.


—¡-L-Lo siento! Manténgase quieto por favor—Decía nerviosa debido a que estaban siendo vigiladas por el tenebroso adulto y el pequeño se movía tanto que les dificultaba el trabajo. Silva tomo su barbilla pensativo mientras veía como le quedaba el traje a Gon.


—Mande a Hacer ese traje con las medidas de Killua debido a que parecían tener las mismas medidas, pero ahora veo que él es unos “cuatro centímetros” más alto que tu—Ante el comentario del mayor Gon hizo un puchero y agradeció que no estuviera el albino ya que se reiría como loco.


— Nee Silva san—Llamo con tono de voz tímido a lo que el nombrado lo miro—¿Qué es lo que haremos hoy?


—Ah es cierto, no te lo he dicho aun…—Gon suspiro con lo que dijo, debió preguntar antes— hoy abra una gran fiesta en un edificio muy popular llamado la “estrella” muchas personas con las que trabajo estarán allí así que aprovechare para presentarte—


—¡¿EH?! ¡Auch!—Le produjo una sorpresa tan grande las palabras del adulto que se movió bruscamente y se clavó varias agujas de las chicas que acomodaban el traje pero el dolor no le duro mucho—¿Ta-Tan pronto me va a presentar a la sociedad?—tartamudeo debido a los nervios.


—No, solo a mis colegas pero igual tienes que tratar de ser lo más normal posible—Hablo con la mirada seria para darle a entender al menor que era importante este evento, Gon trago grueso…


—(Espero que todo salga bien…)—Pensó para sus adentros el pequeño mientras terminaban de ajustar el traje.


Fin de Flash back.


—Ya es hora Gon—La voz del adulto lo saco de sus pensamientos—en cuanto los vigilantes aparten a todos esos paparazzi bajaremos.


Gon miro que ya estaban en frente del edificio y había muchas personas en el alrededor, sintió nervios pero respiro profundo. Si salía algo mal las consecuencias serían fatales así que hay que esforzarse…


Ya cuando libaron la entrada de entrevistadores molestos había llegado el momento, Silva fue el primero en bajar, con su expresión seria y estricta ignoro las fotos que le tomaban y los numerosos comentarios que hacían de él, y ahora Gon, con su cara sonrojada y su mirada al suelo empezó a caminar hacia las puertas del edificio escuchando el sonoro parloteo a su alrededor. Pudo respirar tranquilo ya cuando al fin estaba dentro.


—¿Ves que no fue la gran cosa?


—Me tiemblan las piernas…


—Eres un exagerado—El menor miro alrededor, era un salón muy elegante adornado de luces doradas con cortinas rojas, una música instrumental clásica adornaba el ambiente y numerosas personas con vestimenta elegante charlaban mientras que otras bailaban.


—Señor Zoldyck—Una voz familiar llamo la atención de Gon.


—¡Ah! ¡Netero san!—Grito Gon sorprendido, el nombrado vestido de traje se acercaba a ellos con una sonrisa, junto a él estaba una chica rubia con vestido rosa y su cabello recogido en un moño.


—Director Netero y Doctora Bisky Krueger—Saludo de manera cortés y el pequeño junto a él miraba al par con curiosidad.


—Ojojo veo que al fin decidiste sacar a la luz a Gon—Dijo coloquialmente Netero.


—No del todo—Agrego Silva indiferente.


—¡Oh! Así que tú eres Gon—Decía la chica mirando con curiosidad al nombrado.


—¡Ah! Mucho gusto soy Gon freecss—Saludo con una sonrisa bajo la mirada expectante de la rubia.


—(Tiene una mirada honesta e inocente pero noto tristeza y soledad en ella, justo como dice Killua…)—Pensó para sus adentros Bisky.


—¿Bisky san?—Pronuncio extrañado al ver a la nombrada mirándolo fijamente hasta que reacciono por su voz.


—¡Ah! No es necesario que me trates con tanto respeto, puedes llamarme solo Bisky—Decía sonriente apuntándose a sí misma y Gon le sonrió.


—¡Está bien Bisky!


—Por cierto Silva, quería plantearte un proyecto en mente—Comento Netero a lo que el nombrado asintió.


—Gon esto tomara un momento, puedes esperarme en el bufet—Dijo Silva y el chico asintió.


—Adiós Bisky, adiós Netero—Se despidió para luego caminar a paso apresurado hacia el lugar con una sonrisa al oler el delicioso aroma de la comida— ¡Uwaa! ¡Se ve tan delicioso!—se metió un trozo de camarón en la boca saboreándolo gustoso, tan concentrado estaba en comer que no noto una presencia atrás de él y que lentamente se acercaba a su oído.


—Que mocoso tan grosero, comiendo sin mensura alguna como si fuera esto una cafetería—Susurro divertido al ver el sobresalto del moreno.


—¡Ah Killua viniste también!


—¡Claro! Después de todo soy uno de los hijos del científico más famoso del mundo y miembro de la familia Zoldyck—Explico mientras ponía sus manos detrás de su cabeza de manera despreocupada, pero de repente noto la mirada fija del moreno y arqueo una ceja extrañado—¿Qué me ves?


—¡Te queda muy bien el smoking!—Dijo con una sonrisa haciendo sonrojar al albino el cual aparto la mirada.


—¡Idiota me avergüenzas!—Pronuncio entre dientes sacándole un puchero al otro.


—¡Pero si es verdad!—Solo recibió un bufido. Gon miro alrededor y vio a Illumi muy bien vestido charlando con unos invitados junto a Kikyo, a Milluki comiendo en una mesa cercana y a Kalluto admirando la música instrumental (Este último tenía un Kimono tradicional)—nee Killua ¿Y Alluka?—el albino puso una expresión malhumorada.


—No vino…


—¿Eh? ¿Por qué?


—A ella no la dejan venir a estos eventos—Pronuncio un tanto molesto bajo la mirada de tristeza del moreno.


—Que lastima…—Killua lo miro y sonrió.


—Hey Gon, aquí hay una habitación con terraza donde se ve increíble el cielo—


—¿De veras?—El albino le tomo la mano y lo incito a que caminara rápido—¡Ah! ¡Killua si Silva san no me ve se preocupara!


—¡No te preocupes, luego nos ocupamos de eso!—Dijo con una sonrisa astuta mientras caminaban de prisa perdiéndose entre los invitados.


El par llego a un corredor solitario apartado del salón y caminaron un rato hasta que Killua se detuvo frente a una puerta.


—¿Aquí es?—Gon miro con curiosidad la puerta.


—Sip, dame un momento—Se acercó a una planta de plástico que había allí y metió la mano en la maseta buscando algo—¡Bien! Aquí están las llaves—anuncio contento bajo la sorpresa del otro. Abrió la puerta y entraron, la habitación era sencilla pero acogedora con paredes blancas, un sofá rojo grande frente a un televisor, una cama matrimonial y en el fondo estaba el balcón.


—¿Y si alguien nos descubre?—Pregunto preocupado el moreno de que se metieran en problemas pero el albino saco un pequeño letrero debajo del televisor—¿No molestar?—pronuncio dudoso la escritura del lienzo ante la sonrisa felina del otro.


—Si alguien toca la puerta empieza a gemir y se ira rápidamente—Explico mientras ponía el letrero del lado a fuera de la puerta—ven vamos—empezó a caminar hacia el balcón seguido del moreno que lo miraba de manera curiosa.


El par se situó en la plataforma hecha de un fino mármol, miraron el cielo oscurecido iluminado por las estrellas y la gran luna llena…


—¡Mira Killua hoy hay muchas estrellas!—Decía emocionado viendo el cielo al igual que lo hacia el albino, solo que este estaba más tranquilo.


—Cada vez que hacían una fiesta aquí yo venía a este lugar cuando me aburría o quería esconderme de mi hermano, o la histérica de mi madre—Comento mientras ponía sus brazos detrás de su cabeza mientras el moreno lo miraba de reojo.


—Entonces ¿Este es como tu lugar secreto?


—Si supongo—Respondió de manera despreocupada mientras el moreno esbozaba una pequeña sonrisa cosa que noto el albino—¿De qué te ríes?


—Es que en verdad me alegra a verte conocido…—Susurro con una sonrisa tierna sacándole un sonrojo al albino.


—¡I-Idiota es vergonzoso!


—Pero es cierto—Declaro sonriente dejando mudo al albino, después se acercó a él por un costado y recargo su cabeza en el hombro del mayor—me alegra de que seas mi amigo…—murmuro cerrando los ojos gustoso sin darse cuenta que Killua estaba del color de un tomate.


—Idiota…—Refunfuño por lo bajo mientras suavemente tomaba su hombro para acercarlo más y abrazarlo mientras apoyaba su cara en la cabeza del menor dándose cuenta de algo—¡Ah!


—¿Qué sucede?


—Tu cabello se ve puntiagudo pero al tacto es suave.


—Jeje…—Tenia un leve tono rozado en sus mejillas y ahora más que nunca se sentía a gusto, como si no hubiese nadie más en el mundo que ellos dos, como si solo se necesitaran ellos ni nada más y se le olvidara el dolor de su pasado por un momento…


Pero de repente un tremendo escalofrió lo sobresalto y lo obligo a separarse del mayor sorprendiéndolo.


—¿Gon?—Llamo preocupado al ver la reacción del otro y ver que ahora se abrazaba así mismo temblando levemente y con una mirada de angustia—¿Qué pasa?


—Al-Algo malo…—Tartamudeo, sentía una extraña intranquilidad en su pecho que se le hacía muy familiar—(Y-Yo ya pase por esto… justo antes… ¡De que Mito san y la abuela Abe!)—tomo la mano de Killua tratando de jalarlo.


—¡¿Gon?!—Decía alarmado por el extraño comportamiento de su amigo y resistiéndose a ser arrastrado por el—¡¿Pero qué rayos te pasa?!


—¡Killua tenemos que irnos!—Dijo tratando de jalonear al mayor el cual se resistía y apretaba su mano.


—¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!—No entendía el porqué de ese comportamiento tan repentino, si antes estaba bien.


—Killua, por favor vayámonos…—Dijo casi suplicando, tenía prisa, unos tic tacs sonaban en su cabeza y se aceleraban con el pasar de los segundos, como si le marcaran un tiempo determinado y le incitaba a apurarse.


—¡¿Por qué?! ¡¿Gon Qué sucede?!—Decía ya muy alarmado jalando a Gon hacia él y tomándolo de los hombros para que lo mirara a los ojos.


—¡Killua algo malo va a pasar si nos quedamos aquí!—El albino lo miraba confundido no entendiendo nada.


—¡¿Pero qué es?!—Interrogo a lo que el menor bajo la mirada.


—No lo sé…—Susurro con pena para luego volver a fijar sus ojos en el albino—por favor confía en mi…—Killua solo lo miro preocupado.


—Gon tú…


De repente la puerta de la habitación se abrió abruptamente y una especie de alarma sonó en la cabeza de Gon que por reflejo se agarró del brazo del albino, un hombre de estatura baja vestido de traje blanco y mirada maligna había entrado seguido de otros tres que parecía sus guardaespaldas.


—Que hermosa noche para hacer cosas malas ¿No?—Hablo de manera burlona mirando al par de niños. Killua de inmediato se puso alerta y acerco más a Gon—¿Sus padres saben que están aquí?


—Puede ser—Respondió de manera cortante y desconfiando de ese tipo—¿Quién es usted?


—Mi nombre es jafar—Se presentó haciendo una reverencia—no deberían estar aquí en esa aburrida azotea ¿Por qué no me acompañan?—sonrió extendiendo una mano invitando a los menores pero el albino retrocedió jalando a Gon.


—Buscan a Gon ¿Verdad?—Declaro a lo que el otro borro su sonrisa—Jafar es el nombre del científico rival de mi padre, cuando este encontró a Gon su reputación subió a los cielos mientras que la tuya se iba al olvido ¿Me equivoco?—el mayor soltó una buena risa.


—¡Jajajaja! ¡Eres un chico muy listo! Definitivamente eres el hijo de Silva Zoldyck, por eso quiero que hagamos un trato—Sonrió confiado—dame a tu amigo y dejare que te vayas tranquilamente—el aludido apretó los dientes y se aferró a Gon.


—¡Vete al diablo!—Jafar ante su negativa suspiro y los miro aburrido.


—Ni modo pues, tráiganmelo a la fuerza—Hizo una seña con la mano y sus guardaespaldas se empezaron a acercar a los pequeños.


—¿Eres imbécil o suicida? Cuando sepan que nos llevaste te van a matar después de torturarte un buen rato—Le hablo con la mirada oscura y en forma de advertencia pero el otro solo sonreía confiado.


—Me temo que me arriesgare.


Los guardaespaldas ya estaban casi frente a ellos, Killua solo pensaba que eran muchos para el sin notar el trance en el que estaba sumergido Gon, este tenía su mirada oscura y escaneaba todo la situación cual computadora en modo automática…


—(Un tipo te busca y te tomara a la fuerza, mando a tres hombres a agarrarte, están armados puedes verlo, Killua aprieta el agarre en tu hombro… el florero… escapa… ¡AHORA!)


—¡ACK!—Un florero le dio en la cabeza a uno de los tipos sacándole sangre y sorprendiendo a todos.


—¿Gon?—Llamo el albino sorprendido, el nombrado continuaba mirando a todos lados.


—¡El monstruo se defiende ataquen!—Ordeno Jafar y enseguida los que quedaron fueron corriendo hacia los niños pero las partes del florero roto de la nada se les clavaron, a uno en un ojo y el otro un gran trozo le perforo en la pierna, ambos cayeron al piso con quejidos de dolor—¡Inútiles!—el televisor salió disparado hacia el golpeándolo. Ahora Killua veía todo esto con una sonrisa de asombro y fascinación mientras que Gon al confirmar que la zona estaba libre tomo la mano del albino para salir corriendo.


—¡Rápido Killua es nuestra oportunidad!


—¡Gon eres increíble!—Corrieron hacia la puerta y justo cuando la cruzaron se toparon con una nube de humo que los hizo detenerse y toser.


—¡AHHGG!—Grito de dolor el moreno cuando sintió una descarga eléctrica por su brazo para luego perder la conciencia en los brazos del albino.


—¡¿Gon?!—Se agacho con el menor inconsciente y cuando se disipo la nube de humo pudo ver a otros dos hombres que habían estado esperándolos.


—Ugh Supuse que el monstruo trataría de resistirse…—Pronuncio con dificultad y con el entrecejo fruncido—agárrenlo—Killua empezó a forcejear increíblemente tratando de que no tocaran a Gon por lo que hizo falta que ambos hombres lo sujetaran contra el suelo.


—¡Suéltenme basura inútil!—Grito enrabietado incapaz de moverse y viendo como Jafar tomaba entre sus brazos a Gon.


—Muy bien, ahora definitivamente seré el numero uno—Sonrió de manera ambiciosa viendo al pequeño inconsciente hasta que escucho un quejido de dolor de uno de sus guardia al ser mordido por él albino.


—¡Suéltalo o juro que te matare!—Grito furioso con la mirada oscura y fría a lo que el adulto rio divertido.


—¡Que chico más aterrador! Me pregunto… ¿Cuánto pagaran los pervertidos por ti?—Dijo risueño a lo que el menor apretaba los dientes—vámonos—dio la espalda para empezar a caminar pensando que tenía la llave de las riquezas entre sus brazos, avanzo unos cuantos pasos pero no escucho los de sus subordinados—¿Qué sucede? ¿Un simple niño les dificulta el caminar?—hablo sin voltear pero al no recibir respuesta giro con una expresión de molestia pero lo que vio lo horrorizo. Ambos guardias se hallaban decapitados y muertos sin rastro del albino ¿Cómo? El solo se volteó un momento ¿Por qué ni siquiera escucho nada?


—Buenas noches—Susurro una voz risueña en su oído haciendo que se apartara pero cuando se volteó a ver de quién se trataba le arrebataron a Gon en un segundo.


—T-Tu…—Tartamudeo asustado y temblando como una gelatina, quien estaba frente a él era un hombre alto peli roza con piel pálida, con una vestimenta parecida a la de un payaso y cargaba al moreno cual costal de papas—¿E-Eres –HI-Hisoka? ¿E-El a-asesino más brutal co-conocido mundialmente? ¿P-Porque estás?


—¿Aquí? Pues me mandaron a cuidar de un cachorro de monstruo—Explico divertido mientras empezaba a caminar hacia el hombre que retrocedía pálido del miedo.


—¡E-Espera! ¡Te contrato! ¡Te pagare el doble que aquel que te mando hasta aquí!—Trato de negociar pero Hisoka sonreía de manera aterradora y caprichosa.


—Lo siento, no hago esto por dinero—Canturreo mientras seguía avanzando hacía Jafar que estaba más que aterrado.


—¡N-No por favor! ¡Te lo suplico no me mates no volveré a buscar a ese monstruo!—Grito rogando por su vida mientras que el peli roza soltó un suspiro.


—Qué pena, pero eso tampoco depende de mí—Dijo fingiendo decepción para el desconcierto del otro.


—E-Entonces ¿De quién?


—De él—Apunto con su dedo en dirección de atrás de Jafar, este volteó para luego ser apuñalado en el ojo por lo que parecía un cuchillo de cocina tumbándolo al suelo.


Aquel hombre, mientras gritaba de dolor, pudo divisar con su otro ojo lagrimoso aquel niño de cabellera blanca que lo miraba de una forma macabra y oscura que ahora sacaba el utensilio de su globo ocular de manera brusca sacándole otro grito de dolor y se posicionaba sobre el…


—Neee dime ¿Cuánto dinero pagaran los carniceros por ti?—Sonrió al ver la mirada de terror de su víctima al ver como tomaba impulso con su brazo para rebanarle el cuello de una vez saliendo una gran cantidad de sangre en el proceso.


—Ahh m-mon…stru…o—Murmuro antes de caer muerto a los segundos al ser incapaz de respirar. Killua se quedó quieto, con su ropa manchada de sangre y en silencio hasta que escucho unos aplausos pausados.


—No está mal, en unos años podrías ser capaz de arrancar cabezas con una cuchara—Sonrió divertido mientras dejaba de aplaudir, el menor lo miro sin expresión alguna.


—Hisoka dame a Gon—Ordeno cortante y de manera amenazante, el aludido puso un puchero.


—Qué malo eres, y eso que te salve de que te secuestraran.


—No me provoques si no quieres terminar como este tipo—El mayor solo sonrió ante sus amenazas y camino hacia el para dejar lentamente en el suelo a Gon, después saco una toalla pequeña de su bolsillo y se la lanzo al albino.


—No querrás manchar a Gon de sangre ¿Verdad?—Killua suspiro y empezó a limpiar sus manos mientras el peli roza miraba la brutalidad del asesinato—todo esto solo porque te intento secuestrar eh…


—No—Declaro cortante ya con sus manos limpias y dejando su chaqueta ensangrentada a un lado para al fin cargar a Gon en su espalda— porque se atrevió a tocar a Gon—Hisoka rió por lo bajo.


—Eres tan posesivo, pero si no hubiera aparecido los habrían secuestrado y se llevarían a Gon a un lugar donde nadie lo encontraría, ni siquiera la familia Zoldyck—Comento sonriente a lo Killua guardaba silencio—tienes talento pero aun eres débil Killua, cualquiera si se lo propone puede llevarse a Gon y no podrías evitarlo—saboreo cada una de sus palabras al ver la expresión de rabia del albino—es más, si yo decidiera ahora mismo llevarme a Gon…


—Callate—Miro al mayor con una expresión asesina— o te matare…—acto seguido se retiró con Gon en su espalda bajo la mirada sonriente de Hisoka, ya cuando este estaba solo sonó su teléfono y lo contesto.


—¿Diga?


—Traidor—Al reconocer esa voz grave e inexpresiva sonrió risueño.


—¡Oh! ¡Illumi chan! ¿Nos vistes?


—Te dije que salvaras a Killu y dejaras que se llevaran a la escoria esa.


—Veras es que se me ocurrió algo mejor.


—¿Algo mejor?


—Hagamos un trato.


.


.


.


.


—¿Unmm?—Despertaba pesadamente, abría los ojos y miraba alrededor, al parecer estaba en una habitación distinta acostado en un sillón, al recordar lo que había pasado se levantó de golpe—¡Killua!


—Aquí estoy—Anuncio sentado en el suelo en frente de donde estaba Gon, este en seguida se levantó para arrodillarse en frente del albino para inspeccionarlo.


—¿Dónde estamos? ¿Qué sucedió? ¿Dónde están esos sujetos? ¿Porque hueles a sangre? ¿Estás bien?


—(Demasiadas preguntas…)—Pensó para sus adentros y viendo la expresión de preocupación del menor, después, de un jalón lo abrazo por la cintura y escondió su cara en el cuello del moreno sin ver la expresión sonrojada de este.


—¿Ki-Killua?—Llamo sorprendido por la acción del otro.


—Estamos en una habitación especial del edificio, alguien vino a tiempo y nos salvó de esos tipejos y ahora ya no molestaran a nadie, me defendí de uno de esos guarda espaldas y me manche de sangre en el proceso, pero estoy bien no te preocupes—Explico en un susurro a lo que el otro suspiro de tranquilidad.


—Qué bueno…—Correspondió el abrazo de Killua rodeando su cuello con sus brazos.


—Lo siento…—Murmuro decaído confundiendo al menor.


—¿Por qué te disculpas?


—No te hice caso cuando dijiste que nos fuéramos y por eso es que paso todo… realmente lo siento—Hablo de manera triste y el moreno sonrió y paso su mano por sus cabellos blancos.


—Está bien todo fue muy repentino… yo tampoco lo entendía bien…—Susurro suavemente sintiendo como el abrazo se volvía más fuerte obligándolo a posicionar sus piernas a cada lado de las caderas del mayor para lograr más comodidad—Killua… tu cabello es muy suave…


—Y tu… también hueles bien…—Murmuro suspirando contra la piel del moreno notando algo curioso—(¿Unmm?... ¿Acaba de temblar?.... Eso es….) Delicioso…


—¿Eh?


—No nada…—Murmuro esbozando una pequeña sonrisa y disfrutando el abrazo—(Ojala… nos quedáramos así para siempre…)


Continuará…








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