lunes, 18 de abril de 2016
Capítulo 6: Ni conmigo ni con nadie.
—¡Anda! Killua Kun ¿Cuánto tiempo estuviste allí? No hagas eso, la gente podría mal interpretar y pensar que estabas espiando—Hablo de manera risueña Franklin a pesar de la mirada feroz de Killua que se acercaba a él.
—¿Killua? ¿Qué haces aquí? Si los demás te ven podrías tener problemas—Advirtió Gon un tanto curioso y no entendiendo bien lo que sucedía, podía ver como Killua le clavaba cuchillos con la mirada a Franklin.
—Solo quería venir a hablar contigo—Dijo el albino mirándolo serio—pero eso será después, vi a los compañeros de Kite teniendo problemas con el oso polar.
—¡¿Qué?! ¡Oh no! ¡Si no tienen cuidado podría ser peligroso!—Acto seguido salió corriendo dejando solo al par. Killua miro al rubio con rabia mientras este le sonreía de manera risueña.
—Le mentiste ¿Verdad?—Dijo Franklin sabiendo la respuesta.
—¿Qué pretendías? Estas intentando seducir a Gon—Hablo toscamente y muy molesto.
—¿Y eso a ti te molesta?
—No te atrevas a acercártele.
—¿Y cómo por qué?
—¡Porque yo lo digo!—Tomo del cuello de la camisa al rubio quien no dejaba de sonreírle.
—Lamento decirte que no tienes vela en este entierro—Canturreó alegre a pesar de la situación—ahora más que nunca puedo intentar estar con Gon, aunque tardara un rato ya que es un poco despistado, pero tengo todo el tiempo del mundo ya que la persona que ama no le corresponde.
—Nos espiaste bastardo—Declaro con el entrecejo fruncido—¡Sabes que rechace a Gon y te aprovechas de que ahora está dolido!
—Fui a consolarlo cuando se iba de la escuela, lo encontré desmayado en la puerta de la entrada—Decía tranquilamente mientras apartaba la mano de un sorprendido Killua—lo lleve a la enfermería y al poco despertó un poco mareado, hable con él y al principio tampoco le hizo gracia el que los oyera discutiendo pero después lo hice reír con mis comentarios y se sintió mejor—miro al albino que lo observaba con una ceja arqueada no entendiendo a donde quería llegar—¿Y que si me aprovecho de la situación y seduzco a Gon? Todo está bien si eso lo hace feliz ¿No? Yo puedo darle lo que tú como “amigo” nunca le vas a dar, así que ¿Por qué no te apartas y dejas que me encargue de todo?—finalizo sonriente ante un atónito Killua.
—Tú… ¿Hablas en serió?—Pronunció como si lo que acabara de escuchar fuera la mayor idiotez del mundo.
—¡Oh no te preocupes! En cuanto deje de quererte va a empezar a verte como lo que eres ¡Su mejor amigo Killua! Así que ya no te sentirás incomodo cuando estés cerca de él.
—¡¿Eres idiota?!—Grito alarmado sorprendiendo al rubio—¡No puedes moldear los sentimientos de Gon a tu antojo!
—¿Prefieres que te amé el resto de su vida?—Killua calló ante eso, como si un bloque de concreto le cayera en toda la cara—dime ¿Quieres que Gon te amé mientras tú le das esas migajas de afecto que llamas amistad?
—Yo…—Pronunció distante no esperándose nunca esa pregunta.
—Piénsalo, pero si tu respuesta es sí voy a estar en total desacuerdo—Advirtió esta vez con una mirada más seria para después pasar por al lado al albino de forma despreocupada—ten un lindo día Killua.
Una hora después…
—¡Joder! ¡Eso estuvo duro!—Dijo Leorio en carcajadas, Killua le había dicho lo que había sucedido y ahora estaba sentado en una de las camas con una venita palpitante en su frente.
—¡No es gracioso! ¡Ese tipo va en serio con Gon!—Grito a un Leorio que seguía riendo.
—¡Oh es que es tan divertido! ¿Quién diría que ese chico tan carismático sería un rival de temer? ¡Jojo! ¿Me pregunto si lograra tan siquiera que Gon se fije en él?
—¡Definitivamente no!—Interrumpió como si lo que hubiera dicho Leorio fuera una blasfemia—¡Jamás voy a permitir que ese tipejo se le acerque a Gon!—Pronunció decidido bajo la atenta mirada de Leorio.
—¿Y porque?—El menor lo miro incrédulo como si hubiera preguntado lo más obvió y estúpido del mundo.
—¡¿Cómo que por qué?! ¡Es obvio que ese tipo se encapricho con Gon! Además es un pervertido, hubieras visto como miraba a Gon cuando………. ¡Ah!—Pronuncio mientras miraba hacia abajo y tomaba su mentón con los ojos bien abiertos, su expresión era como si se hubiese dado cuenta de un horrible secreto de la humanidad, ante eso Leorio arqueó una ceja intrigado por el repentino acto del menor.
—¿Qué pasa?—Se sorprendió al ver como Killua se volteaba a verlo con ojos muy alarmados y espantados.
—¡Ese tipo podría hacerle algo pervertido a Gon!—Con su mano en su mentón y el brazo sobrante haciendo de apoyo empezó a caminar de un lado a otro de manera apresurada en la habitación—claro, claro, claro Gon es muy ingenuo para darse cuenta de esas cosas, el inocentemente podría agacharse a tomar un lápiz o bien quitarse la chaqueta cuando entre al edificio sin darse cuenta de las reacciones que puede causar esto en un tipejo hormonal hambriento de afecto—balbuceaba en pánico y terror bajo la tranquila mirada de Leorio quien encontró entretenido verlo entrar poco a poco en una histeria total—¡Gon es fuerte pero si lo atrapan con la guardia baja podría pasar algo horrible! ¡OH MIERDA!—grito en total locura cuando recordó algo de repente.
—¿Qué?—Pronunció curioso y un poco divertido por el drama que estaba montando el albino.
—H-Hoy Gon tenía que limpiar las jaulas de los animales, y por supuesto después tomara una ducha en los vestidores y se cambiara de ropa, a esa hora todos estarán en clase y no habrá nadie ahí, él estará sólo… totalmente indefenso…—Tomo su cabeza y miro hacia abajo cuando unas horribles imágenes empezaron a inundar sus ojos.
—¡Qué bien se siente el agua caliente!—Un alegre Gon salía de las duchas para luego dirigirse a los casilleros a buscar su ropa, tan concentrado estaba en buscar su vestimenta que no escucho como alguien entraba—¡Ah!—crispo cuando dos brazos se posicionaron a cada lado de su cabeza y sentía un pecho en su espalda—¿Fr-Franklin?—pronuncio nervioso al mirar de reojo esa sonrisa maliciosa.
—Yo, pequeño Gon…—Saludo en un susurro que incómodo y puso nervioso al menor.
—¿Qu-Qué haces aquí?—Balbuceó mientras escapaba de los brazos del otro.
—Tú y yo sabemos por qué estoy aquí—Dijo mientras se relamía los labios observando la cara de temor del menor.
—No te acerques…—Decía retrocediendo y alejándose del otro.
—¡No te preocupes! Seré gentil—Acto seguido salto encima del moreno poniéndolo contra el piso.
—¡Noooo! ¡No me toques!
—¡Tranquilo, dolerá al principio pero te gustara!
—1No , para, Noooo!
—¡NOOOOOOO! ¡ESE MALDITO LO OBLIGARA A HACER TODAS LAS POSES HABIDAS Y POR HABER DEL KAMASUTRA!
—Killua eres un pervertido, el porno te está afectando la cabeza—Agrego Leorio un tanto sonrojado por la imaginación del albino, sin embargo este no lo escuchaba estaba ensimismado en sus pensamientos.
—¡Si le hace algo ese bastardo no seré capaz de derramar la sangre suficiente por arrebatarle la inocencia a Gon!—Miro el reloj de la pared—ya debe estar terminando de limpiar las jaulas, quizás ya esté en los vestidores ¡Tengo que ir allá de inmediato!—acto seguido salió disparado cual cohete de la habitación dejando solo a Leorio con una expresión aburrida.
—El que esta hambriento de afecto es otro…—Murmuro para después empezara acomodar unos papeles del escritorio.
.
.
.
.
—Fiuu…—Suspiro mientras salía de las duchas solo con una toalla en las caderas y se dirigía hacia su casillero—qué días tan largos…—susurro cansado mientras tomaba su ropa interior blanca—no había problemas con el oso polar… ¿Por qué Killua habrá dicho eso?—tomo sus pantalones negros escolares y se los puso—ha estado actuando extraño… ¿Tanto le afecto saber de mis sentimientos?—su vista se fijó en una pequeña foto en la esquina de la pared de su casillero donde se veía él junto a Killua más pequeños y jugando con una pelota en el parque, con un semblante triste rozo con sus dedos la imagen—¿Tan malo es que lo quiera?—justo al terminar de decir esto escucho como la puerta la habrían abruptamente, observó sorprendido a Killua quien jadeaba exhausto y lo miraba fijamente—¿Killua?
—¡Gon! ¡¿Tu virginidad está intacta?!
—¿Qué?
—¡Quiero decir! ¿Estás solo?
—Ah, bueno si—Ante su respuesta confundida el albino suspiro más tranquilo.
—Llegue a tiempo…
—¿A tiempo para qué?—Pregunto confundido mientras veía albino tomando bancas, plantas y diferentes objetos y los colocaba en la puerta—¿Qué haces?
—Bloqueo la entrada a ese imbécil—Respondió cortante y mientras cerraba con seguro las ventanas.
—¿Imbécil? Killua ¿Qué sucede?—Interrogo no entendiendo nada las acciones del albino.
—Gon, es Franklin ¿No te has dado cuenta de que le gustas?—Hablo ya parado en frente de Gon y notando el rubor que provocaron sus palabras en él.
—¿N-Nos escuchaste?—Pronuncio tímidamente ante la mirada seria del mayor.
—Era imposible no hacerlo—Declaro ignorando la expresión incomoda del otro.
—Bueno… yo lo rechace—Balbuceo un tanto nervioso no entendiendo el por qué dijo eso.
—Aun así se le ve que quiere aprovecharse de ti, no confíes en él.
—Él no es malo—Defendió dándole la espalda al albino para tomar su camisa, él aun no llevaba nada arriba.
—¡Es lo que quiere hacerte ver! Eres muy ingenuo para verlo, si yo no los hubiera interrumpido en aquel momento él te hubiera…— Dejo de hablar lentamente, no es porque se le fuera la voz sino porque algo llamo su atención, su vista se fijó en la espalda desnuda de Gon, esta estaba algo húmeda aún por la ducha, Killua no se había dado cuenta de lo suave y morena que se veía su piel, era delgada pero firme y hasta se veía delicada….
—¿Qué me hubiera hecho, Killua?—La voz del moreno lo saco de sus pensamientos, vio como Gon se ponía una playera blanca y volteaba a verlo curioso.
—¿Eh?—Pronuncio confuso por la pregunta del moreno.
—¿Qué iba a hacerme Franklin?—Repitió con expresión expectante y Killua parpadeó ya entendiendo.
—¡É-Él te iba a besar!—Finalizó intranquilo y Gon miro al techo pensativo.
—¿Eso iba a hacer? Bueno…—Dijo para sí mismo y después volvió a voltear para tomar su camisa escolar bajo el semblante alarmado de Killua.
—¡¿Y te portas así tan tranquilo?!—Pronuncio indignado ante la conducta tranquila y hasta desinteresada de su amigo.
—En el momento en que nuestros labios se hubiesen rozado lo hubiera empujado—Decía mientras se acomodaba su camisa y abotonaba los botones.
—¡¿Pero no te preocupa el hecho de que en cualquier momento ese tipo venga y te haga algo?!
—¿Por qué me haría algo?
—¡Por que le gustas!—Ante sus palabras Gon miro al frente absorto y quieto, permaneció callado y en esa posición extrañando a Killua—¿Gon?
—Crees…—Murmuró distante—como le gusta un hombre le hará algo en cualquier momento en contra de su voluntad ¿Eso lo que crees?—bomba en toda la cara, Killua quedo boca abierto ante las palabras del moreno.
—¡N-No, no, no! ¡No todos son así!—Balbuceo nervioso, Gon volteó a verlo lentamente con ojos cristalinos.
—¿Crees que te haré algo malo Killua? ¿Piensas así de mí también?—Puñalada en el pecho, no pudo embarrarla más, todo por no saber explicarse bien.
—¡No Gon! ¡Tú nunca harías eso! ¡Lo sé muy bien!—Trato de corregirse pero ya la herida estaba hecha eso era lo que decía la mirada dolida del menor.
—Ya veo…—Dijo triste mientras cerraba su casillero y se dirigía a la puerta. Killua observo en silencio como el moreno quitaba fácilmente los objetos de la puerta para dejarla libre en poco tiempo, volvió a voltear hacia el albino—yo me tengo que ir, no te preocupes por mi Killua, aunque Franklin intente hacerme algo yo lo rechazare de inmediato, de él no quiero nada…—finalizo con una sonrisa rota y se retiró, dejando a Killua con un nudo en el estómago y un malestar en el pecho.
Y después…
—Así que eso paso…—Leorio había escuchado nuevamente la historia de Killua, curioso se había vuelto su confidente sin darse cuenta, miro al albino sentado en la cama con mirada opaca—¿Quieres que sea amable o directo?—pregunto a lo que el menor suspiro.
—Solo dilo.
—Pisoteaste el ya herido corazón de Gon—Killua se dejó caer de espaldas en la cama mirando hacia el techo decaído.
—Él mal entendió todo… Yo solo quería cuidarlo del imbécil de Franklin—Decía casi para sí mismo mientras Leorio lo observaba y suspiraba.
—Muy bien, ya entiendo que te cae mal, Killua, tú no quieres a Franklin y estarías más feliz si Gon lo rechaza y se aleja de él ¿Verdad?—El menor lo miro de reojo interesado—entonces digamos, Gon lo rechaza y nunca más lo ve pero luego viene otro tipo mejor que él—Killua se sentó y lo miro con mala cara—bueno no un tipo, una mujer, una muy hermosa mujer—el menor bufo.
—Una engreída.
—¡Pero no es una engreída! Es una chica muy humilde—Killua mira hacia otro lado molesto—y es muy carismática.
—Una pesada latosa.
—Y es además buena con la gente.
—Alguna mala intención tendrá.
—Le gusta los animales y el aire libre.
—Seguro tiene piojos y garrapatas y se los quiere pegar a Gon.
—Es muy pulcra y aseada.
—Una niña fresa que no le gusta romperse una uña.
—¡De acuerdo Killua Zoldyck!—Grito Leorio ya fastidiado de los rechazos del albino—¡Es la mejor mujer que has visto en la vida! ¡La más bella que tus jodidos ojos pudieron ver! ¡Es la reina de los chocorobot y salva a la gente con sus súper poderes! ¡Y ama perdidamente a Gon, un amor más puro y hermoso que cualquier diamante, y una pasión que quemaría a mil soles! ¡Pero jamás le pondría un dedo encima! ¡¿Entonces?! ¡¿Aceptarías que ella si corteje a Gon?!—finalizó respirando agitado y desesperado. Después de un largo rato de silenció en el que Leorio esperaba impaciente la respuesta del menor este al fin se dignó a míralo un tanto serio.
—Sí.
—¿Lo aceptarías?
—Lo haría.
—Ya veo, solo tiene que ser la mejor mujer del mundo, la más bella según tu criterio, ser la reina de los chocorobots, salvar a la gente con sus súper poderes, y que no toque a Gon de manera inapropiada, entonces podrá tener el privilegio de pretenderlo ¿Es así?
—Exacto.
—Ya veo, ya veo—Leorio primero asintió, después una venita palpitante se alojó en su frente y miro furioso y en histeria a Killua—¡VETE A LA MIERDA KILLUA ZOLDYCK!—el aludido lo miro sorprendido por su aptitud.
—¿Qué te pasa?
—¡¿Qué me pasa?! ¡¿Qué cojones te pasa a ti?! ¡Prácticamente quieres que Gon muera virgen!—Acuso con el dedo a un anonadado Killua—¡No solo rechazaste a Gon sino que pones condiciones ridículas para aquellos que si quieren con él! ¡Eres un perro egoísta!
—¡¿Un perro yo?!—Pronunció indignado y con el entrecejo fruncido—¡Yo solo quiero lo mejor para Gon!
—¡Y una mierda! ¡Tú no quieres que este contigo pero tampoco quieres que este con otros! ¡No comes ni dejas comer! ¡Y apuesto lo que sea a que tampoco quieres que deje de amarte!—El aludido abrió la boca pero no dijo nada, no sabía que responderle—tú no aceptaras a Franklin, otro tipo, una chica, ni siquiera a la reina de los chocorobots ¡No aceptaras a nadie que quiera acercarse a Gon! ¡¿Sabes por qué?! ¡Porque quieres a Gon solo para ti el resto de su vida!—declaró para un atónito Killua.
—¡¿Qué estás diciendo?!
—¡Qué eres un idiota egoísta!—Acto seguido tomo al menor de la cintura y lo tiro fuera de la habitación—¡Regresa cuando al fin abras los malditos ojos Zoldyck!—cerró la puerta de un portazo dejando al menor “plop”.
—Idiota…—Susurró entre dientes mientras se levantaba con mala cara. Vio la ventana observando el ocaso y dándole a entender que ya es la hora de regresar a casa. Camino por los pasillos y bajo escaleras para llegar a la salida del colegio, miro alrededor un momento buscando a cierto chiquillo moreno pero no encontrándole en ningún lado—ya se debió ir… sin despedirse…—soltó un suspiro y se fue finalmente. Su casa no estaba realmente lejos por lo que su millonaria y fastidiosa familia no tenía que contratarle un chofer que lo viniera a buscar, bueno realmente las molestias era su hermano mayor Illumi y su madre Kikyo, todo el tiempo haciéndolo estudiar y mandándolo en todo para que en el futuro llegara a ser el jefe de las compañías de su padre, una gran molestia, su papa y abuelo lo dejan hacer lo que quiera ¿Por qué ellos no? Para cuando se dio cuenta ya estaba al frente de su casa, una gran mansión con gran jardín congelado por la nieve, aburrido camino hasta la puerta y la toco un par de veces—estoy de vuelta—dijo a lo que abrieron dejando ver a su mayordomo alto y de piel pálida hacerle una reverencia.
—Bienvenido—Decía de manera cortes y Killua asintió devolviendo el saludo. Entro y subió las escaleras de la elegante sala para llegar a su habitación, volteó a ver al mayor por un momento.
—Gotoh sube la cena hasta mi cuarto—El aludido asintió y se dirigió a su cuarto, su habitación era azul y con una ventana al árbol sin hojas del patio, dejo su mochila en una silla y se acostó, por suerte hoy su hermano y su madre no estaban hoy, se acomodó boca abajo y soltó un suspiro.
—¡BOOHH!—Saliendo de debajo de su cama estaba su pequeña hermanita que le hizo una mueca inflando las mejillas que más terrorífica era adorable.
—¡Wahhh!—Grito fingiendo un susto y conteniendo las risitas en su interior, acto seguido tomo a la pequeña y la tiro a la cama para hacerle numerosas cosquillas.
—¡Kyajajaja!!Para! ¡Jajajaja! ¡No puedo respirar!—Decía con dificultad entre risas y el albino paro y la miro con una sonrisa—¿Cómo te fue hoy?—pregunto curiosa y el mayor suspiro, Alluka estudiaba en una escuela diferente a la de su hermano debido a que todavía no tenía la edad para cursar en la de este.
—Me fue bien…—La niña para parpadeo un tanto curiosa.
—¿Paso algo con Gon Kun?—El mayor desvió la mirada y guardo silencio, eso le dio a entender que sí—¿Qué paso?
—Es difícil de explicar…
—¿Tan complicado fue la confesión?—El albino abrió los ojos como platos y la menor puso un puchero—no solo perdí en la fecha sino que también en el bono de “quien sería el primero”
—Ah cierto… la apuesta—Pronunció recordando y Alluka lo miro un momento.
—Onii chan ¿Te desagradan los sentimientos de Gon?—Killua negó con la cabeza.
—Es otra cosa… no te preocupes por eso—La chica se levantó tocando el piso.
—Yo voy a hacer mi tarea, onii chan si decides corresponder a Gon ¿Podrías hacerlo en febrero? —Hablo con una sonrisa y el mayor le acarició la cabeza.
—Adiós Alluka—La aludida se retiró dejándolo solo, se volvió a acostar recordando las palabras de Leorio y el bufo—Yo solo lo extraño…—susurro para después cerrar los ojos lentamente…
Continuará…
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario