lunes, 18 de abril de 2016

Capítulo 23: ¿Aliado inesperado?

Gon caminaba por la ciudad con una sonrisa bajo un sol resplandeciente y una bolsa de pan entre sus brazos, en su espalda un osito que lo miraba curioso y detrás de ellos un minino que bostezaba con sueño.

—¿Por qué estás tan feliz?—Dijo finalmente después de mucho rato de oír canturrear al moreno.

—Por nada—Respondió automáticamente sin borrar su sonrisa y sin quitar la vista del camino.

—¿Es por Killua?—Decía adivinando y Gon soltó una risita.



—¿Cómo supiste?

—Frecuentemente tienes su olor—Gon paro su caminar y volteó a verlo sonrojado de la vergüenza.

—¿S-Su olor?

—Si tienes su olor… ¿Entonces eres la hembra?—El moreno crispó y nuevamente dio media vuelta para darle la espalda.

—¡S-Sé nos hace tarde! ¡Demonos prisa que tengo hambre!—Empezó a caminar más deprisa rojo hasta las orejas. Ciertamente estaba feliz de escuchar lo sentimientos de Killua hacia él, por primera vez se sentía realmente feliz, pero todavía tenía miedo… ¿Cuánto tiempo le durará este sueño? ¿Hasta que la CIA los encuentre? ¿O Illumi llegará antes? ¿Qué pasa si algo le termina pasando a Killua y Alluka? Un suspiro salió de su boca mientras regresaba a su faceta normal, últimamente estaba durmiendo con Killua quizás de vez en cuando debería dormir sólo, sus sueños no son un placer de la vida pero son su único aviso de que algo malo podría pasar.

Giraron por un callejón solitario y sucio, era la ruta más rápida para llegar a casa donde los estarían esperando para hacer el almuerzo. Gon caminaba en silenció con la mente en las nubes mientras que su hombro dormitaba la cara de Clu, Mushu solo andaba tranquilamente hasta que algo lo alertó.

—¡Oi cachorro! Creo que alguien nos está observando…—Su voz despertó a Gon quién en seguida empezó a analizar la zona cual rastreador.

—¡Oye tú sal de ahí! ¡No hagas que te saque a la fuerza!—Dijo en modo de advertencia y con el entrecejo fruncido. Se escuchó una risa divertida de un rincón oscuro—¿Quién demonios eres y qué quieres?—Mushu se ubico detrás de él observando pero entonces tres resplandecientes ojos rojizos aparecieron en la oscuridad y se escucho una voz opaca.

—Gon Freecss, he venido por ti.

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Alluka ya había preparado el almuerzo, ponía los platos en la mesa para qué cuando llegara Gon solo sería cuestión de servír, el problema era ese, salió a comprar pan y desde entonces no se sabe nada más de él.

—No contesta su celular…—Dijo Killua sentado en el sofá y con el teléfono en la mano, movía su pierna intranquilo.

—Quizás se entretuvo de camino aquí—Agrego la chica tratando de calmar a su hermano pero este negó con la cabeza.

—Él nunca llega tarde a la hora de comer, y si en verdad se estaba entreteniendo con algo me enviaría un watsapp con la foto de lo que sea que fuese—Dijo mordiéndose el labió, estaba realmente preocupado, quizá la CIA lo atrapo o peor aún Illumi lo encontró, era un idiota por creer que estaría seguro si salía sólo a la calle—ire a buscarlo—se levanto con eso en mente pero escucharon como entraban escandolasamente y se encontró con el motivo de su preocupación respirando agitado en la puerta—¡Gon!—en seguida camino hacia el aludido con la seria intención de un buen regaño—¡¿Dónde rayos esta-

—¡KILLUAAAAA!—Grito mientras corría hacia el nombrado y saltaba encima de este enredando sus piernas en su cintura, el albino sorprendido casi cae de no ser por que se apoyo en la pared.

—¿Mushu, Clu?—Alluka decidió pasar de largo a Gon ya que sería bien atendido por su querido onii chan quien ponía su típica cara gatuna, sin embargo se preocupo al ver como el gato y el oso de felpa se abrazaban a ella con miedo—¿Qué les sucede?

—Wooow Gon, no hagas esto, sabés que si me seduces no podre contenerme—Dijo el albino esbozando una sonrisa gatuna mientras ponía sus manos en el cuerpo del menor para sostenerlo mejor, entonces se dió cuenta de que estaba temblando—¿Gon?—llamó nuevamente esta vez preocupado al sentir como el menor escondía su rostro en su cuello—estás temblando.

—¡Killua fue horrible!—Lloriqueó en su cuello mientras el nombrado con dificultad lo cargo hasta sentarse el el sofa con èl en sus rodillas.

—¿Qué te sucedió?

—¡Primero pesadillas confusas y extrañas!¡Después pruebas dolorosas!¿¡Y AHORA ME PERSIGUÉN ALIENIGENAS!?—Grito de manera llorosa mientras el albino lo miraba confundido.

—No lo entiendo bien pero debiste pasarla mal.

—Killuaaaah—Dijo en llanto mientras abrazaba más fuerte al albino.

—Ya Gon, ya estás en casa—Le susurro para reconfortarlo.

—¡Cuando lo vi lo primero que hize fue lazanzarle todo lo que tenía a mi alcanze! ¡Luego tome a Mushu y a Clu y corrí con todas mis fuerzas pero esa cosa me persiguió durante varias calles! ¡Dí quinientas vueltas alrededor de la ciudad antes de por fin perderlo!

—Ya veo, por eso tardaste tanto—Mientras consolaba al moreno escucharon como tocaban la puerta.

—¿Visitas?—Pronuncio Alluka curiosa mientras se acercaba a la puerta.

—Espera Alluka—Llamo mientras se levantaba y dejaba a Gon a un lado. Camino hacia la puerta dudoso y se detuvo frente a ella—¿Quién es?

—¡Soy un amigo de Gon!—Dijo una voz masculina y carismática, Killua miro a Gon de manera expectante.

—No conozco a nadie con esa voz.

—¡Es por que aún no me conoces!—Se escucho de manera alegre y el albino miro la puerta con desconfianza.

—¿Qué quieres? ¿Eres de la CIA?—Se escucho una risa de buena gana.

—¡Valgame Dios no! ¡Soy aliado de Gon, no vine a entregarlo en bandeja de plata a sus peores enemigos!—Decía fingiendo estar ofendido—mi nombre es Hashiro, pero si no te gusta Gon puedes llamarme como quieras, tú no me conoces a mi pero yo a ti si, mucho más de lo que crees—Alluka y Gon se miraron al igual que Mushu y Clu, pero Killua puso un semblante serio.

—Aún no me respondes ¿Qué quieres?—Hablo de manera un tanto tosca.

—¡Es obvio! ¡Cuidar de Gon y contarle un montón de cosas que debe saber!

—¿Qué tipo de cosas?—Pregunto el moreno curioso bajo la mirada seria de Killua.

—Te las contare sin una puerta de por medio jeje—Hablo risueño a pesar del tensó ambiente que provocó al otro lado de la puerta.

—Neee… ¿Qué deberíamos hacer?—Susurro Alluka mientras los presentes se juntaban en un círculo distanciándose de la puerta.

—No confío en él, yo digo que lo matemos y tiremos su cadáver al río—Dijo sin tapujo alguno el albino haciendo tragar grueso a los presentes, en eso empezó a maullar Mushu y en seguida Gon tradujo.

—Mushu tampoco confía en él, pero que si en verdad fuera de la CIA ya estaríamos rodeados, que deberíamos escucharlo—Killua bufo por lo bajo.

—Quizás quiera enredarnos con sus palabras.

—Yo quiero escucharlo—Declaro Gon bajo las miradas de los presentes—puedo sentir cuando algo malo va a pasar, ahora mismo no tengo esa sensación—ante eso Killua solo suspiró rendido.

—Está bien lo dejare entrar, pero si hace algo sospechoso lo matare—Advirtió para después dirigirse a abrir la puerta con mala cara, se encontró con un joven de su misma altura, vestía una chaqueta marrón con una camiseta por debajo azul y unos pantalones oscuros y unas botas marrones, un gorro negro tapaba su frente y parte de sus cabellos rojos que decoraban su semblante sonriente.

—¡Al fin nos vemos cara a cara, Killua Zoldyck!—Dijo alegre a más no poder a lo que el aludido arqueó una ceja intrigado.

—¿Te conozco?—De la nada y sin que pudiera evitarlo Hashiro tómo su cara entre sus manos estrujándolo un poco.

—Nop, pero yo a ti si… ¡OHhhh! ¡Eres un chico muy guapo!—Canturreó sonriente y el albino lo miro irritado pero de repente miro los ojos rojos del otro los cuales lo miraban fijamente, como analizandolo—has hecho cosas malas ¿verdad?—susurro borrando por completo su sonrisa, algo en Killua le dio un mal presentimiento, y uno muy peligroso, la presencia de ese chico no es nada buena, iba a decir algo cuando una mano morena se interpuso entre ellos separándolos.

—¡No toques a Killua!—Grito Gon notoriamente molesto y poniéndose delante del aludido que estaba pensativo.

—¡A mi Onii chan los únicos que los podemos tocar somos Gon kun y yo!—Dijo Alluka rodeando con sus brazos los hombros del albino e igual de molesta que el moreno.

—¡Ohhh! ¡No lo volveré a hacerlo! Que tierno, son tan celosos—Dijo con una mirada de ternura y borrando por completo su expresión anterior bajo la mirada expectante del albino.

—¡No lo vuelvas a a hacer!—Ordeno con un puchero adorable a los ojos del otro quien no se contuvo a abrazarlo.

—¡Kyaaaa eres super lindooo!—Dijo alegre mientras el menor forcejeaba en sus brazos.

—¡Suéltame!

—¡Tenía miedo de que te parecieras al idiota de Ging, pero definitivamente te pareces más a Lucero!

—¡¿Qué?!—Logro zafarse del agarre del pelirojo para mirarlo indignado—¿Conoces a Ging?

—Claro, ese idiota—Puso un mohín de molestia—dejar en el olvido a un niño tan adorable y a una mujer tan hermosa…—decía notando como el albino le mandaba cuchillos con la mirada.

—Tú…—Murmuro Gon incrédulo y Hashiro sonrió.

—Asi es pequeño Gon, conozco a tu padre, Ging Freecss, y a tu madre, Lucero Reziel—Los presentes miraban anonadados al pelirojo que sonreía orgulloso.

—¿Viniste para eso? ¿Para hablarnos de la mama de Gon kun?—Pregunto Alluka curiosa.

—¡Así es bonita! También para cuidarlo y ayudarlo en lo que pueda—Le guiño el ojo pícaramente a la chica a quien le rodo una gotita de sudor por la sien por las cosas que hacía ese extraño joven—debes estar confundido, pero tu heredaste tus poderes por parte de madre veras-

—Ya yo lo sabía—Se adelanto a decir interrumpiendo al otro y sorprendiéndolo—sé que Ging era el supervisor de mi madre, y que esta era sumamente poderosa y peligrosa—dijo con un semblante serio y Hashiro sonrió.

—Olvidas que Lucero también estaba un poco mal de la cabeza—Añadió feliz de la vida y Gon desvió la mirada.

—También lo sabía…

—Bueno entonces esto será más fácil de lo que pensé—Sus palabras nuevamente llamaron la atención de todos.

—¿A dónde quieres llegar?—Hablo esta vez Killua quien mostraba un semblante serio y frío.

—Gon, quiero que tú y yo busquemos a tu madre—Todos se sorprendieron a más no poder, hubo un silencio donde la mirada se fijo en el semblante serio de Gon.

—Me niego—Respondió cortante y el peli rojo puso una mirada de poker face por la sorpresa que le causo.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Mi madre se llama Mito san, y está muerta, no quiero a nadie más para ocupar su lugar—Ante lo que dijo el peli rojo se rascó la cabeza incómodo.

—Hay otras razones que harán que quieras saber donde está tu madre.

—No quiero saberlas—Respondió negando con la cabeza.

—Pero Gon…—Alzo su mano hacia el moreno pero Killua tomo a Gon por los hombros y lo alejo antes de que pudiera tocarlo.

—Ya oíste a Gon, vete por las buenas—Killua y Hashiro se miraron a los ojos de manera retadora, pero el peli rojo suspiro.

—Me iré, pero estare cerca para cuándo cambies de opinión Gon.

—No lo haré—El peli rojo sonrió.

—Si lo harás—Acto seguido se retiro dejando un silencio en el ambiente.

—Chico raro—Agrego Alluka mientras aún miraba la puerta.

—¿Estás bien Gon?—Killua miro el semblante pensativo del moreno.

—Estoy bien…

—No le hagas caso a lo que dijo, seguro quería enredarnos con sus palabras.

—No… él no es malo…—Murmuro el moreno a lo que Killua puso un semblante oscuro.

—¿Le crees?

—¡Ah! No te preocupes Killua, no hagas caso a lo que digo—Decía de manera torpe y rascándose la cabeza nervioso—mejor comamos, tengo hambre—se dirigió a la mesa seguido de Alluka, Clu y Mushu, Killua con un semblante pensativo los siguió también…

Después de almorzar Gon estaba sentado en su cama en su habitación mirando el cielo por la ventana con expresión distante, a pesar de recién conocer a Hashiro no desconfiaba de él y algo en su interior le decía que debía escucharlo, pero en verdad no quería buscar el paradero de una mujer que lo abandono en cuanto nació, y no es que se la llevara fatal con Ging pero tampoco era una relación de padre e hijo, lo conoció simplemente por casualidad y se supone que hay algunas cosas que debe saber pero que realmente no le interesa buscar las respuestas, al parecer Ging se sintió igual ya que al otro día de conocerlo tomo una misión y borró todo posible contacto con él, se supone que tuvo una “relación” con esa mujer ¿Por qué no la busca él? Un suspiro salió de su boca.

—A mi me basta con estar con Killua…

—Entendido—De la nada el albino lo abrazo por detrás por la cintura tumbándolo contra la cama, sorprendiendo al menor.

—¡Killua ya no te me aparezcas así de repente!—Regaño mientras se acomodaba mejor y sintiendo el peso del aludido en su espalda.

—¡No me andes regañando! Te la has pasado todo el día pensando en las idioteces que te dijo ese tipo y a mi me dejaste en el olvido—Se quejo fingiendo molestia para hacer sentir mal a propósito al menor.

—Perdón…—Dijo por lo bajo tríste cayendo por completo en la trampa del albino quién esbozo una sonrisa.

—No se si deba perdonarte ya que me engañas con el pensamiento—Hablo contra su cuello y acariciándolo con la nariz, sus manos empezaron a recorrer el abdomen del menor.

—Yo nunca te engañaria—Decía poniendo un puchero y aceptando las caricias y los mimos que le daban.

—¿Realmente sabías de tu madre?—Pregunto de repente y un tanto distante estrañando al menor.

—Ging me contó un poco de ella, que nació en la CIA y que era más fuerte que yo, sin embargo debido al encierro y a constantes experimento se volvió inestable mentalmente, no me dijo más.

—Mmm…—Murmuro acomodándose más a gusto encima del menor, Gon sintió un escalofrió al sentirlo tan cerca pero no lo rechazo y cerro los ojos cómodo—¿Cómo conociste a Ging?

—Te sorprenderías de lo extraño que fue.

—Contigo todo es extraño—Empezó a darle pequeños beso al cuello del menor y a intensificar las caricias.

—Me haces cosquillas—Decía con una sonrisa y sintiendo como el mayor lo olfalteaba.

—Pero ser extraño no es malo, me pregunto si algún día lo entenderás…—Le susurro a lo que el menor lo miro de reojo.

—¿En qué piensas Killua?—Solo recibió una sonrisa del aludido y un beso en su mejilla.

—Es un secreto—Acto seguido se quito de encima del moreno y se alejo bajo su mirada de curiosidad—no te preocupes por nada Gon—acto seguido se retiro de la habitación dejando a un confundido Gon.

Killua se fue de la habitación de Gon para dirigirse a la salida del departamento, salió y camino por el corredor queriendo llegar a las escaleras e ir al techo, caminaba con las manos en sus bolsillos y un semblante serio y justo cuando abrió la puerta se encontró a Hashiro mirando los edificios con una gran sonrisa.

—¡Oh! ¡Hola! ¿Vienes a ver los edificios iluminados por el sol?—Hablo feliz de la vida a pesar del semblante serio de Killua.

—Hace un rato me dijiste algo que que me anda molestando en la cabeza—Decía a lo que el otro le dio una sonrisa curiosa—¿Qué tanto sabes de mi?

—¡Mucho!—Respondió automáticamente mientras caminaba hacia Killua y con su dedo índice le toqueteaba la naríz—sobre todo de tus jugaditas tramposas y oscuras que haces a espaldas de Gon kun—Killua apartó su mano de un manotazo y le sonrió de manera sombría.

—Ya escuchaste a Gon, tienes estrictamente prohibido tocarme—Hashiro puso un semblante serio al ver la verdadera personalidad del albino y el aura oscura que emanaba.

—¿Cómo puedes mirar a los ojos a Gon después de hacer todas esas cosas?—Setencio a lo que el albino suspiro y le volvió a sonreír.

—No es tan malo si a él le gusta lo que hago.

—¿Creés que le seguirá gustando en cuánto se entere de las personas que heriste?

—Probablemente no, si es que se entera claro—Ahora Hashiro sonrió de manera burlona.

—¿Acaso crees que no le voy a decir?

—¿Acaso crees que te va a creer?—Sonrió más ampliamente a ver como el otro borraba su sonrisa—puedes ir y decirle a Gon toda la mierda que quieras de mi y hasta presentarle pruebas, yo lo voy a negar por completo y me hare el ofendido, será divertido ver el resultado ¿A quién le va a creer? ¿Al recién llegado sospechoso o a la persona que más quiere en este mundo?—el peli rojo guardo silencio por un momento.

—Así que lo tienes comiendo de tu mano—Killua borro su sonrisa y puso un semblante serio.

—Gon no es un perro que quiera manipular—Corrigió con notorio enfado—yo sólo te advierto de que si tu objetivo es separarme de él no te la voy a poner fácil, tampoco pretendas salir ileso y respirando—acto seguido dio media vuelta y se fue por la puerta dejando solo a Hashiro quién bostezo aburrido.

—Muy bien… ¿Y ahora que haré?—Dijo para si mismo, la amenaza del Zoldyck no era para tomársela en juego.



Continuará…

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