lunes, 18 de abril de 2016
Capítulo 14: Killua te quiero.
Flash Back.
—¡Gon! ¡Gon! ¡Reacciona!—Llamaba una y otra vez al moreno pero este tenía su mirada perdida y sin brillo, sujetando todavía la mano de Alluka- ¿Qué rayos le sucedió?-hablaba frustrado y preocupado sin saber qué hacer pero la situación empeoro cuando escucho el ruido de pasos acercarse—¡Demonios!—grito para después apresurarse a cerrar la puerta con seguro y poner una silla como obstáculo.
—¡¿Quién anda ahí?!—Dijo una voz masculina mientras empezaba a forcejear la puerta- ¡Abran o llamare a seguridad!
—(¿Ahora qué hacemos?)—Pensó inquieto Killua, miro de nuevo a Gon y este seguía con su mirada perdida sujetando firmemente la mano de su hermana—(Algo me dice que no debo separarlos…debo ganar tiempo)—decidido empezó a acomodar masetas, escritorio todo tipo de objetos que bloquearan la puerta—date prisa Gon…
—Killu, estas ahí ¿Verdad?—Una voz inexpresiva lo llamó alarmándolo más de lo que ya estaba.
—Aniki…
—Tuve un presentimiento y vine, abre la puerta o el castigo de ese monstruo será peor—Killua chasqueó la lengua, era inútil mentirle a Illumi diciéndole que Gon no estaba ahí, era muy agudo y bastante fuerte por cierto, ese bloqueo que formo no aguantaría mucho.
—¡Espera! ¡Gon puede salvar a Alluka! ¡Solo dale tiempo!
—Con que eso fue lo que te dijo, Killu el solo busca una manera de escapar.
—Él no es como tú piensas.
—Abre la puerta—Ordeno con frialdad y Killua trago grueso pero después notó una luz detrás de él, de las manos de Gon y Alluka desprendía un destello blanco.
—¿Qué pasa?—Pronuncio alarmado pero después escucho un golpe en la puerta que hizo temblar el lugar— rayos ya empezó… ¡Gon no tengo idea de lo que estés haciendo pero date prisa!—grito en dirección al moreno que todavía no reaccionaba y se escuchó un golpe todavía más fuerte. La luz aumento pero el siguiente golpe que se escuchó derrumbo la puerta e Illumi pudo pasar viendo la escena, acto iba a agarrar a Gon pero hubo un rayo que segó a todos y lo único que se pudo escuchar era el sonido de un cuerpo cayendo al suelo, después de un eterno minuto en que nadie veía nada, Killua abrió lentamente sus ojos— ¡Gon! —grito corriendo hacia el nombrado que estaba inconsciente en el piso, lo tomo de los hombros sintiendo su temperatura— está hirviendo…—al escuchar la voz del menor, Illumi y el doctor que estaba a su lado miraron la escena, el albino fijo su vista ahora en la mano de Alluka que guindaba de la cama pero se sobresaltó cuando esta empezó a mover los dedos—¿A-Alluka?
—Nnn…—Murmuro somnolienta mientras lentamente se sentaba dejando caer los vendajes que llevaba y sin ningún tipo de herida, fijo sus ojos entre abiertos en su hermano—onii chan…
—¡Lla-Llamare a las enfermeras!—Dijo alarmado el doctor mientras salía corriendo.
Illumi miro la recuperación milagrosa de Alluka y luego vio el estado de Gon, este estaba con fiebre alta y jadeaba exhausto en los brazos de Killua.
—Parece que es bueno para destruir pero no para sanar—Menciono pensativo mientras se acercaba a Killua y de un jalón le arrebato a Gon alarmándolo.
—¡¿Qué haces?!—Grito molesto Killua al ver como Illumi llevaba a Gon cargándolo cual costal de papas.
—¿Querías salvar a Alluka? Pues ahí tienes, esta vivita y coleando, ahora el monstruo tiene que regresar y darle la cara a papa, tu quédate y escucha a los doctores—Al terminar de hablar se retiró con Gon, Killua solo pudo apretar puños y dientes, no podía hacer nada contra su hermano y eso lo frustraba demasiado pero la voz de su hermana lo saco de sus pensamientos.
—Onii chan ¿Qué sucedió?—El aludido sonrió y la abrazo confundiéndola.
—Bienvenida Alluka…
Fin de Flash Back.
—¿Así que Gon salvo a Alluka?—Dijo asombrada una rubia sin poder creerse lo que escucho. Estaban en la consulta de terapia y Killua le había dicho casi todo lo que ocurrió.
—Así es Bisky, estaba tan asombrado como tú—Hablaba con una sonrisa— no puedo decirte mucho pero gracias a su don salvo a Alluka, los doctores aun la tienen en el hospital pero solo para asegurarse de que todo esté bien, con suerte y le darán de alta al atardecer—explico bajo la sonriente expresión de la rubia.
—¿Cómo esta Gon?—Pregunto curiosa.
—Hoy estará todo el día ocupado con las pruebas que le hará papa—Dijo un tanto desganado y Bisky soltó una risita.
—No pongas esa cara, podrás verlo en su tiempo de descanso ¿No?—Dijo de manera pícara sacándole un sonrojo al albino— me alegro de que estés tan feliz Killua—comento con una sonrisa.
—¿Te parece?—La chica asintió.
—Cuando llegaste aquí tenías siempre una cara desanimada y una aptitud de “Provócame y te mato”—Explico a lo que el albino arqueo una ceja— pero ahora estas mucho más tratable y conversador aunque esa personalidad caprichosa no se ha quitado del todo, y todo eso inicio desde que conociste a Gon—finalizo contenta a lo que el menor miro a otro lado avergonzado.
—Supongo…—Murmuro casi inaudiblemente y se escuchó el sonido de la alarma de un reloj.
—Bueno esto es todo por hoy—Decía mientras se levantaba de su asiento al igual que el albino para dirigirse a la salida—estas avanzando mucho Killua, muy pronto ya no me necesitaras—anunció sonriente mientras abría la puerta para dejar salir al albino.
—Gracias Bisky, nos vemos—Se despidió para luego salir del consultorio y después del edificio— (Creo que iré primero a casa a ver a Gon y después visitare a Alluka)—se encamino por las calles para regresar a la mansión, al cabo de un tiempo llego a esta.
Después de saludar a Canary, que le tocaba hacer de portera ese día, entro y subió las escaleras para ir directamente al cuarto de Gon, cuando abrió la puerta se encontró a Gotoh limpiando el piso con una escoba.
—Bienvenido Killua sama—Saludo mientras se detenía y hacia una reverencia.
—Hola Gotoh ¿Y Gon?
—Creo que ya debe estar en su descanso de las pruebas por lo que debería estar en la sala del piano.
—Ya veo…—Se disponía a irse pero algo junto a Gotoh le llamo la atención, una caja de cartón mediana—¿Qué es eso?—pregunto mientras se acercaba al objeto bajo la mirada del mayordomo.
—Son cosas que son muy preciadas para Gon kun—Dijo para la sorpresa del menor que en seguida abrió la caja y vio su interior.
Dentro había todo tipo de objetos basuras, desde envoltorios de caramelos que no le gustaban a Killua y se los dio a él, dibujos casi inentendibles de Alluka instando hacer un boceto de ellos dos juntos, el pasto junto al rio de la aldea de Gon que ya estaba marrón y quebradizo, entre otros objetos…
—¿Qué es todo esto?—pregunto intrigado.
—Gon Kun guarda todo los objetos relacionados con usted y Alluka sama como preciosos recuerdos, los esconden siempre debajo de su cama y es lo único que lo alivia después de tener algunas de sus pesadillas—Explico bajo la expresión sorprendida y sonrojada del albino.
—E-Es un rarito, mira que guardar toda esta basura, voy a pensar que es un acumulador de esos…—Refunfuño por lo bajo con las mejillas sonrojadas pero por dentro se sentía realmente feliz, pero notó algo… Gotoh tenía una mirada sería y pensativa—¿Gotoh?
—Gon kun piensa… que en cualquier momento lo apartaran de su lado—Pronuncio grabe a lo que Killua frunció el entre cejo.
—Es imposible, mi padre y mi abuelo jamás dejarían que se fuera, ni yo lo voy a permitir—Declaro seguro, pero esa seguridad se volvió dudosa ante el silencio del mayordomo—Gotoh… ¿Sucede algo?—el aludido solo se limitó a agacharse a cerrar la caja y ponerla en su sitio bajo la cama para luego dirigirse a la salida de la habitación, todo eso bajo la mirada de intriga de Killua. Cuando Gotoh tomo la perilla y abrió la puerta se detuvo un momento sin voltear a mirar al albino.
—¿Sabe Killua sama? Un regalo de usted…sería un tesoro invaluable para Gon kun—Dijo para luego irse finalmente dejando solo al menor. Killua se quedó ahí, de pie e incrédulo…
—Me acaba de insinuar… ¿Que le dé un regalo a Gon?—Pronuncio sin creérselo, aquel mayordomo serio y frio, indirectamente le dijo que debía darle un regalo a Gon. Esto lo puso un poco nervioso, tomo su mentón con su mano mientras procesaba todo— Go-Gotoh esta raro, definitivamente esta raro, quizás está pasando algo y él no me lo quiere decir, acaso…—abrió los ojos de manera muy nerviosa— Gon… ¿Le habrá dicho algo? —una imagen se le vino a la cabeza, la imagen del moreno haciéndole múltiples favores que le había pedido por el simple capricho de tener un amigo que tiene poderes que pueden hacer de todo, esto le hizo tragar grueso— e-es verdad, el siempre hace todo lo que le pido y nunca le doy nada a cambio… ¡P-Pero nunca lo eh visto quejarse o molesto! Siempre muestra una sonrisa…—una ligera sensación de culpabilidad le invadió— nunca pide nada… y ahora que lo pienso no sé qué le gusta—suspiro sonoramente— mejor hablo con él y después veré que le compro…—murmuro bajo con un leve rozado en las mejillas.
Volvió a salir al corredor y camino un buen rato, se dirigía a la sala del piano por lo que esperaba escuchar la música proveniente del instrumento, pero no hubo nada, solo había un silencio profundo, tan profundo que le dio un mal presentimiento y apresuro el paso, lo apresuro tanto que más bien estaba corriendo. Cuando llego se encontró a su padre saliendo por la puerta seguido de Illumi y después Zeno, las expresiones que tenían eran bastantes serias.
—Ah Killu…—Dijo Zeno al ver llegar al nombrado, en seguida tanto Illumi como Silva miraron expectantes al albino.
—¿Qué estaban haciendo allí reunidos?—Interrogo inquieto.
—Dudo que lo entiendas si te decimos Killu—Agrego indiferente el pelilargo a lo que Killua bufo por lo bajo.
—¿Volvieron a hacerle pruebas raras?—Pregunto tosco a lo que Illumi iba a responder pero Silva lo interrumpió.
—Lo que hacíamos no es asunto tuyo Killu, pero si tanto quieres saber puedes ir y preguntárselo a Gon directamente—Declaro mientras se retiraba junto a Zeno, se le veía de mal humor y eso no pasó desapercibido para Killua.
—¿Qué sucede?
—Bueno…dejare que sea el monstruo quien te responda—Dijo Illumi para después retirarse también dejando pensativo al albino.
Killua entro a la habitación, en el piano, con los brazos cruzados y apoyados en el instrumento con la cabeza escondida entre ellos, estaba Gon en silencio, como si estuviera durmiendo. El albino se le acercó hasta quedar tras el…
—¿Gon?—Llamo preocupado y entonces el nombrado se reincorporo rápidamente y volteo a verlo con una sonrisa nerviosa.
—Ki-Killua ¡Hola! ¿Cómo estás?
—Estoy bien, pero veo que tu no lo estás—Comento mirando fijamente la cara del moreno, los brillantes ojos almendras estaban cristalinos—¿Sucedió algo?
—¡Ah! ¡No es nada! ¡No te preocupes!—Intento excusarse pero la mirada azulada del otro estaban fijos en el— ¡Po-Por cierto! ¿Cómo esta Alluka chan? Nunca se nada de—dejo de hablar cuando las manos de Killua se apoyaron en sus hombros.
—Gon ¿Qué tienes? ¿Te hicieron algo?—Hablo con voz suave y mirada preocupada, pero el menor solo miro al suelo tratando de evadirlo.
—Estoy bien, bueno no, es que… no sé cómo decírtelo…—Hablo casi inaudiblemente y apoyando lentamente su cabeza en el pecho del albino escondiendo su cara. Killua se extrañó por ese comportamiento tan repentino pero igual lo recibió.
—Está bien, si quieres no me lo digas aun, pero hazlo después ¿De acuerdo?—Le susurro abrazando al moreno el cual solo guardo silencio.
Después de un rato, empezaron a hablar y a jugar durante el descanso de Gon, pero había algo raro, el moreno no estaba con sus energías usuales y apenas sonreía, una parte de él estaba con Killua y la otra estaba en otra parte, como si algo lo mortificara y hacía su mejor esfuerzo por disimularlo para no preocupar al albino, este también usaba todas sus fuerzas para no forzar al menor de decirle que sucede, al fin a cabo era como un libro abierto, por mucho que le costara decirle algo al final le iba a contar que es lo que lo agobia…
—Killua sama—Gotoh entro de repente a la habitación y saludo con respeto, los menores estaban en el suelo jugando cartas.
—¿Qué sucede?—Pregunto mirándolo de reojo con cartas en sus manos.
—Encontré esto entre los matorrales—Mostro un puño y lo extendió dejando ver la figurita de un robot marrón un poco viejo, ahora Killua lo volteó a ver sorprendido.
—¡Anda! La figura gratis del señor chocorobot—Dijo un tanto asombrado bajo la mirada de curiosidad del moreno.
—¿Tu juguete favorito?—Pregunto curioso Gon pero el otro negó con la cabeza.
—No del todo, al principio lo fue pero lo perdí un día y olvide que lo tenía—Dijo encogiéndose de hombros restándole importancia pero Gon lo miro por un momento y después fijo vista al suelo con una expresión pensativa.
—Ya veo…—Murmuro cariz bajo y el otro lo miro extrañado.
—Gon kun, también vine porque Silva sama lo llama—El aludido asintió.
—Iré en seguida…—El mayordomo hizo una reverencia y se retiró sin decir más nada, los menores se empezaron a levantar del suelo.
—Termino tu descanso eh, te veré en la noche entonces—Dijo a modo de despedida para luego caminar hacia la puerta pero un abrazo repentino lo detuvo— ¡¿Go-Gon?!—llamo entre sorprendido y sonrojado, el nombrado tenía sus brazos rodeando su cintura y escondiendo su cara en su espalda.
—Killua gracias…—Murmuro casi inaudiblemente para la sorpresa del mayor.
—¿Gracias? ¿Por qué?
—Por todo…—Susurro acongojado haciendo preocupar al albino.
—Gon… ¿Qué tienes?—El nombrado lo soltó suavemente y con prisa llego a la puerta para voltear a verlo con una sonrisa triste.
—Adiós…—Dijo para después retirarse dejando a un preocupado Killua.
—Algo le pasa…—Murmuro distante el albino, miro el reloj en la pared y suspiro—hablare con el después… en este momento Alluka debe estar esperándome…
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—¿Eh? ¿Un regalo para Gon kun?—Pronunció un tanto sorprendida Alluka mientras coloreaba un dibujo que había hecho mientras miraba de reojo a su hermano, este había llegado al hospital y estaba sentado junto a su cama.
—Sí, llevo rato pensándolo pero no se me ocurre nada que le guste—Dijo mirando con atención a la chica, esta lo miro sonriente.
—¡Cualquier cosa de onii chan le gustara a Gon kun!—Declaro risueña a lo que el mayor se rasco la cabeza con un leve tono rozado en sus mejillas.
—Eso lo sé… pero quiero darle algo que realmente le guste—Dijo a lo que la chica comprendió y puso una expresión pensativa mientras llevaba la parte superior de un lápiz de color verde a su boca.
—Umnn… ¡Ah ya sé!—Decía sonriente a lo que el albino la miraba curioso— ¡A Gon kun siempre le gusto el osito del piano!—recordó muy contenta pensando que ayudo a su hermano, pero no noto la mirada de desagrado de este.
—Gon no merece ese oso duro y lleno de polvo…—Pronuncio grave el albino y la chica negó con la cabeza.
—Onii chan le comprara otro—Hablo orgullosa por su idea sorprendiendo al mayor— que sea lindo y suave ¡Que pueda apapachar por las noches!—esto último lo comento con una sonrisa tierna sin notar la mirada dudosa de Killua.
—Un oso eh…—Realmente no le gustaba del todo la idea pero imaginarse la sonrisa de alegría de Gon mientras le decía repetidas veces gracias no le dejo opción—de acuerdo ¿Qué tal si le digo al doctor que te de el alta y me acompañas a escoger el oso?—pregunto sonriente a lo que la pelinegra asintió contenta.
—Solo déjame terminar este dibujo—Dijo mientras apuraba su mano y se concentraba al máximo en su obra esto llamo mucho la atención del albino, era la primera vez que la veía esforzarse tanto en un dibujo.
—¿Qué dibujas Alluka?—Pregunto a lo que se acercaba a la pequeña y miraba el block de dibujo en su regazo, grande fue su sorpresa al ver una imagen de apariencia muy familiar para el que llevaba puesto un disfraz de súper héroe—¿Ese es Gon?
—¡Súper Gon!—Corrigió la chica sin despegar la mirada de su dibujo—se lo daré por haberme ayudado, por eso quiero que quede perfecto—el albino sonrió un tanto conmovido.
—Ya veo ¿Lo hiciste basado en superman?
—¡Sip! Pero el de Gon es verde y es mucho mejor
—Estoy de acuerdo pero ¿Sabes?—Cargo su codo en la cama y apoyo su cara en la mano—creo más bien que Gon es como spiderman.
—¿Spiderman? ¿Por qué?—Pronuncio extrañada a lo que el mayor le sonrió.
—Porque por muy bien que haga las cosas siempre termina odiado por las personas.
Después de que la pequeña terminara el dibujo Killua hablo con el doctor para que le dieran de alta. El par salió del hospital poco después y caminaron por las calles para llegar a la juguetería favorita de Alluka, esta insistía en que allí encontraría hermosos animales de peluches que le encantarían a Gon.
—¡Mira onii chan! ¡Allí hay unos muy lindos!—Grito risueña mientras corría a unas estanterías donde estaban diferentes tipos de osos de felpa: unos eran de color café claro y de tamaño pequeño con listones rosas en la cabeza, otros de mediano tamaño color blanco sosteniendo flores de colores en sus brazos, pero los que más llamaban la atención eran unos enormes de color marrón oscuro que agarraban en su panza un corazón rojo que era aún más grande que ellos con las iniciales escritas “T.Q.M”—aaaww estos son hermosos ¿Le regalamos uno de estos a Gon kun?—decía Alluka encantada, ella se sentía en un paraíso felpudo pero Killua…
—No creo que pueda pasar por la puerta de su habitación, Alluka—Dijo con desagrado hacia el enorme peluche.
—¿No te gusta? Entonces… ¿Qué hay de estos?—Apunto a unos de tamaño normal, eran de un color rosa pastel y tenía adornos brillantes en los orejas, el desagrado del albino aumento.
—Me dan diabetes visual.
—Oh… ¿Y esos?—Apunto a unos que tenían corazones de colores en la barriga y el mayor suspiro.
—Alluka, todo estos modelos son muy… melosos por no decir femeninos—Explico a lo que la menor se rasco la cabeza pensativa.
—Onii chan ¿Qué es lo que buscas?—Pregunto curiosa a lo que el albino puso una expresión pensativa.
—Ummn… creo que lo sabré cuando lo vea, ven vayamos a ver que más hay—Dijo a lo que empezó a caminar seguido de la menor. Mientras más se adentraban en la tienda más diferentes tipos de osos se encontraban y más grande era la empalagosidad que sentía Killua, joder es que todos tenían corazones, y si no los tenían, eran flores o sombreros estúpidos o perlas de colores, y por si no fuera poco todos ¡Absolutamente TODOS! Tenía la molesta palabra escrita— T.Q.M…—murmuro con fastidio cosa que escucho la joven a su lado.
—¿Qué dijiste Onii chan?
—¡Ah! No es nada, es que todos estos peluches son para enamorados y tienen tantos colores que me dan ganas de vomitar—Confeso con desagrado y Aluka río.
—Onii chan lo dice porque no es muy cariñoso—Acuso con una sonrisa y el mayor se sonrojo.
—Qu-Qué no ande por ahí diciéndole a la gente “T.Q.M” me convierte en alguien no cariñoso pues viviré con eso.
—Si le dijeras “Te quiero mucho” a Gon kun estoy segura que se pondría muy feliz—Ahora sí que estaba rojo el albino.
—¡Alluka definitivamente la compañía de Gon te…—Paro de hablar, detrás de Alluka, su vista estaba fija en una esquina llena de osos.
—¿Onii chan?—Llamo extrañada al ver al nombrado pasar a su lado caminando, lo siguió hasta llegar a una esquina y el mayor se detuvo—¿Qué sucede Onii chan?—el mayor tenía su vista fija en un punto.
—El oso…—Pronuncio bajo, con curiosidad la pequeña miro donde el miraba y vio a un enorme oso café claro y se sorprendió.
—¿El grande? Creí que no te gustaban.
—No esa cosa horrible—De un manotazo aparto al oso grande dejando ver a uno de tamaño mediano que estaba siendo aplastado por el otro, lo tomo entre sus manos para mirarlo mejor: Era sencillo, de color amarillo y suave, no tenía ningún corazón, flores, sombreros, listones o algún otro tipo de adorno, ni siquiera la molesta palabra T.Q.M, el único detalle que lo destacaba era un cierre plateado en su barriga blanca que pasaba por debajo de su hocico hasta todo el estómago, Killua lo bajo y metió la mano—no es muy grande, pero es un bolsillo muy abultado—saco la mano y subió la cremallera bajo la mirada de curiosidad de la pequeña.
—Es muy diferente a los demás, pobrecito quizás por eso lo tenían apartado y escondido en un rincón—Agrego sintiendo lástima por el peluche sin embargo Killua sonreía contento.
—Diferente y rechazado eh… justo como el—Agrego convencido—Alluka busca una bolsa de regalo, nos llevamos este—la nombrada asintió contenta y salió corriendo dejando al albino mirando fijamente el peluche—oye…—llamo poniendo una expresión seria—serás el regalo de alguien que seguramente te tratara como un tesoro, te querrá y te cuidara mucho, pero…—puso una mirada oscura hacia al animal de felpa—si me robas su atención te arrebatare de sus brazos y entonces te daré como juguete a los perros…—amenazo para después poner un semblante normal—tu solo hazle compañía cuando no este y alíviale su soledad, ese será tu primer y único objetivo ¿Entendido?—obviamente no recibió ningún tipo de respuesta por parte del osito pero sentía que lo había escuchado y eso era suficiente.
—¡Onii chan! ¡Encontré una bolsa de regalo del color favorito de Gon!—Killua volteó a verla con una sonrisa.
—¡De acuerdo comprémoslo!
Al anochecer fue cuando al fin llegaron a la mansión, tuvieron que hacer una larga fila para poder pagar el oso, así de popular era esa tienda. Al entrar Alluka se dirigió a su habitación pero antes se despidió de su querido hermano.
—¡Onii chan le das mi dibujo a Gon también!—Pidió sonriente a lo que el mayor asentía con una sonrisa.
—Lo hare, estoy seguro de que le gustara—Su mano derecha sostenía una bolsa de regalo verde brillante y la otra estaba en su bolsillo, la niña le sonrió traviesamente.
—¡De paso le das muchos besitos de mi parte!
—¡Alluka!—Grito sonrojado pero la nombrada salió corriendo entre risillas, suspiro para luego empezar a caminar por el corredor. Se dirigía al cuarto de Gon pero unos ruidos en la cocina le llamaron la atención, a paso sigiloso se acercó y miro por el rabillo de la puerta, lo que encontró no le gustó nada, Illumi tiraba al triturador de basura el contenido de una caja muy familiar para él—¡¿Qué haces?! ¡Eso es de Gon!—entro apresuradamente para arrebatarle la caja de las manos pero por desgracia esta ya estaba vacía—¡¿Qué demonios crees que haces?! ¡¿Acaso no estas contento con torturarlo todos los días con pruebas ahora quieres quitarle lo único que evita que se suicide?!—reclamo furioso pero el mayor se mantuvo indiferente todo el tiempo.
—Es solo basura inútil Killu, le iba a estorbar para cuando se fuera—Agrego tranquilamente para el desconcierto del otro.
—¡¿Irse a dónde?! ¡¿Qué van a hacer con él?!—Interrogo exaltado, hubo un silencio ensordecedor, Illumi lo miro fijamente.
—Ya veo… no te lo dijo... debí suponerlo—Murmuro confundiendo al menor.
—¿Decirme qué?
—Está bien Killu, te lo diré, a ver si así te quitas ese capricho con ese monstruo…
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Gon estaba sentado en la cama, abrazando sus rodillas y escondiendo su cabeza en ellas con un aura depresiva. Mushu lo miraba triste desde la ventana, entendiendo su estado.
—¿Por qué Gon?—Llamo el minino triste—¿Por qué no le dijiste nada a Killua?—el moreno estiro sus piernas y recargo su cabeza en la pared, dejando ver una mirada melancólica y triste.
—Son órdenes superiores, ni siquiera Silva san y Zeno san pudieron hacer nada—Pronuncio cariz bajo.
—Aun así, él debía saberlo—Agrego el minino mirándolo y el moreno suspiro.
—Mushu… ¿Podrías dejarme solo?—Pidió en voz baja y el gato se levantó.
—Está bien cachorro… pero recuerda… yo siempre estaré a tu lado.
—Gracias…—Acto seguido el minino se retiró. Ya cuando dejo de sentir su presencia fue cuando Gon se reincorporo para mirar por la ventana el cielo nocturno para después alzar su puño derecho, lo abrió dejando ver la pequeña y vieja figurita de juguete— señor chocorobot… tenemos tanto en común…—miro con tristeza— en el momento en que me valla… Killua me olvidara…—cruzo sus brazos y los apoyo en el marco de la ventana para esconder su cara en ellos—Killua…
—Gon…
La repentina voz detrás de él lo sobresalto, volteó a mirar y se encontró a Killua. Decir que estaba sorprendido era poco, el albino era escurridizo pero ¿Cómo es que entro sin que el sintiera o escuchara nada?
—Ki-Killua ¿Cómo es que-
—Te traje un regalo—Dijo interrumpiendo lo que iba decir el moreno y mostrando la bolsa de regalo. Gon miro el presente de color verde brillante pero después miro la cara de Killua, su mirada estaba opaca y oscura, podía sentir como esos ojos penetrantes lo apuñalaban, desvió la mirada tratando inútilmente de escapar de ellos.
—¿U-Un regalo para mí? Jeje ¿Ya es mi cumpleaños?—Pronuncio nervioso intentando aligerar ese extraño ambiente. Killua camino hasta estar frente a él y le extendió el regalo para que lo tomara, un poco tembloroso Gon estiro sus brazos para recibirlo, justo cuando lo iba tomar, cuando ya tenía sus manos a cada lado de la bolsa el albino soltó.
—Felicidades por ser reclutado por la CIA—Pronunció con voz grave y Gon abrió sus ojos impactado, en ese momento quedo inmóvil y Killua soltó la bolsa que pasó por entre los brazos del moreno el cual no tuvo cabeza para agarrarla, su mirada cristalina estaba fija en la oscura del albino.
—¿Qu-Quién te dijo?—No recibió respuesta. Killua alzo su mano y le dio una bofetada, una bofetada en la cual pudo sentir tristeza, impotencia y sobre todo furia. Gon lentamente poso su mano en su mejilla colorada por el golpe y fijo su mirada en la del albino.
—La pregunta es: ¿Por qué tú no me lo dijiste?—Pregunto tosco y de manera grave, con los ojos tan oscuros que parecía cuchillos, muy diferente a los de Gon que estaban cristalinos y mostraban la tristeza que sentía.
—No… quería una despedida triste…—Confeso ahora fijando su vista al suelo y escuchando el rechinar de los dientes del otro.
—Me tomaste por imbécil Gon—Soltó con rabia a lo que el aludido lo miro alarmado—me hiciste creer que te gustaba estar conmigo y que estabas feliz haciendo lo que te pedía—esto último lo dijo apretando los puños—pero en realidad buscabas una oportunidad para salir de aquí ¡¿Verdad?!
—¡No te equivocas! ¡Eso no fue así!—Se había puesto de rodillas en la cama para estar a la altura del albino y tomar sus hombros, sin embargo al tocarlo este en seguida aparto sus manos con brusquedad, rechazándolo…hiriéndolo…
—¡¿Entonces porque te vas?!—Grito al moreno que lo miraba triste.
—¡So-Son órdenes superiores! ¡No importaba cuanto rogué por quedarme fue una orden directa del gobierno!
—¡Al demonio con las ordenes! ¡Tienes el poder para romper un mundo en dos! ¡¿Sin embargo obedeces sin ningún tipo de resistencia?!—Cuestiono furioso a lo que unas lágrimas escaparon de los ojos del moreno que miro al suelo entre sollozos.
—¡Lo sé! ¡Sé que puedo negarme! ¡Pero no lo hare si eso te perjudica a ti Killua!—Declaro entre lágrimas y el mayor lo miraba con él entre cejo fruncido—lo vi en mis sueños… si no voy con ellos vendrán y mataran a todos... no quiero eso…yo quiero que tú seas feliz, por eso me iré, lejos donde el karma de un monstruo no te alcance—Killua solo chasqueo la lengua y lo tomo bruscamente del cuello de su pijama, trayéndolo hacia si para que se miraran a los ojos.
—¡Si quieres hacer algo por mi pues quédate conmigo! ¡Olvida lo que te digan los demás solo escúchame y mírame a mí!—Dijo sin titubeo y casi como una orden al rostro lloroso de Gon, este lo abrazo por el cuello sollozando.
—Qué más quisiera yo que obedecerte, Killua… te quiero…. Pero ¿Qué clase de futuro te espera junto a un monstruo que solo trae desgracia a su alrededor?—Susurro todo eso en su oído de manera suave y dulce, pero no duro mucho ya que Killua lo empujo bruscamente estampando su espalda en la cama.
—Púdrete—Escupió con furia y el menor tapo su cara con sus manos dejando escapar lágrimas y sollozos.
—Killua te quiero…—Dijo entre lágrimas el moreno y el albino perdió la poca paciencia que le quedaba.
—¡Vete al diablo Gon! ¡¿Sabes por qué?! ¡Por qué no me da la gana que te alejes!—El menor se reincorporo mirándolo aun con lágrimas—¡Aunque te vayas hoy mañana te llevare conmigo así sea a la fuerza! ¡No importa a quien tenga que llevar por delante para lograrlo!—jadeo agitado y dio media vuelta pero sintió unos brazos que lo abrazaron por la cintura.
—Killua… lo siento mucho por hacerte sufrir… pero te quiero mucho y sé que después de un tiempo esto solo será un mal rato para ti…—Recibió un último empujón y un chasqueo de lengua.
Se quedó acostado de espaldas en la cama, escuchando con atención los pasos que se alejaban y por ultimo una puerta abriéndose y después cerrándose. Gon se acomodó de lado en la cama y se tapó la cabeza con una almohada, en la habitación solo se escuchó leves sollozos…
Continuará…
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