—Había una vez, una aldea muy lejana en donde vivía un ogro muy solitario…
—¿Por qué se sentía solo?
—Su familia fue cruelmente asesinada por unos cazadores cuando él era apenas un niño, escapo a la aldea rogando ayuda pero los aldeanos lo rechazaron.
—¿Por qué lo rechazaban?
—A pesar de ser tan joven, su apariencia grotesca y su inmensa fuerza asustaban a los habitantes, así que temiendo por sus vidas lo ahuyentaron, el pequeño ogro no tuvo otra opción que internarse en el bosque tan oscuro como la noche.
—¿Qué fue del ogro entonces?
—Empezó a vivir allí, aprendió a arreglárselas con lo que le daba la naturaleza y a ser temido por todos, excepto de los animales, ellos lo querían y eran su única compañía. Con el pasar de los años aunque no era feliz aprendió a vivir con la soledad, él dormía en la cueva de una colina pequeña donde tenía vista a la aldea, donde podía ver a las personas sonreír y reír entre ellas, él se imaginaba estando con ellas y disfrutando de una mutua compañía, en un mundo donde él no estaba solo… con esa idea falsa e insignificante lograba tener algo de paz en su vida, así fue por mucho tiempo hasta que… su vida dio un giro brusco cuando sucedió cierto evento…
—¿Cuál era ese evento?
—Cuando conoció a “aquello”…
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—Ah…—Gon despertaba lentamente y se reincorporaba en la cama de su habitación—un sueño…—murmuro pensativo, ese sueño fue extraño, no le produjo ningún tipo de malestar, pero tenía una extraña sensación de nostalgia y tristeza…
Sacudió su cabeza para alejar los pensamientos extraños e inentendibles (Para variar) y miro a su lado a Mushu y a Clu durmiendo acurrucados, se levantó de la cama y los arropo con la cobija para después salir del cuarto y dirigirse a la cocina, quería tomar un poco de agua ya que tenía algo de sed pero se sorprendió al ver que alguien más tenía la misma intención, se encontró a Killua en la nevera.
—Ah Gon—Dijo mirando al nombrado y con un vaso con agua en la mano, llevaba puesto una franelilla con pantalones de lana para dormir a diferencia del moreno que llevaba puesto un pijama con mangas largas—¿Quieres agua?
—Si por favor—Pidió sonriente mientras se acercó al albino y este le extendió el vaso, lo tomo y lo bebió de un trago.
—¿Tuviste una pesadilla?—Preguntó al deducir que la razón por la que el moreno este despierto era esa, Gon dejo el vaso en la mesa.
—No sabría decirte si lo fue…—Dijo distante extrañando al albino.
—¿A qué te refieres?—El moreno se volteó a verlo con una sonrisa nerviosa.
—¡No me hagas caso! Hay veces que ni siquiera yo me entiendo jeje—Decía de manera torpe bajo la mirada azulada, a pesar de los años aún sentía esos extraños nervios que le produce esos ojos profundos que lo observaban.
—Gon ¿Tienes miedo?—Enseguida el moreno empezó a negar con la cabeza.
—¡N-No te preocupes! ¡Mooo Killua! ¡Ya no soy un niño al que le asusta sus sueños insignificante y sin sentido!—Reprocho con un lindo puchero y el albino suspiro.
—De acuerdo, entonces imagino que no tendrás problemas para volver a tu cama a dormir ¿Verdad?
—Ah…—Pronuncio sintiéndose atrapado, si bien el sueño no le produjo terror logró quitarle las ganas de dormir, de repente sintió como una mano apretaba la suya—¿Ki-Killua?—llamo sonrojado a la vez que el nombrado lo jalaba para incitarlo a que lo siguiera—¿A dónde me llevas?
—¿No es obvio? A mi cuarto, veamos si aún puedo espantar tus pesadillas—Esbozo una sonrisa mirando de lado al moreno el cual tenía sus mejillas rojas de la vergüenza.
—N-No es necesario, ya dormí lo suficiente.
—No mientas, tienes sueño desde hace cinco años—Decía ya en frente de su habitación y mirando a un apenado Gon.
—No… quiero abusar de tu amabilidad Killua…—Murmuro cariz bajo y el albino tomo suavemente su mentón para levantarlo y que lo mirara a los ojos.
—Eres el único ser en este mundo que piensa que soy amable—Dijo de manera tranquila y acariciando delicadamente el rostro del menor. Gon tenía sus mejillas levemente sonrojadas, estaba intranquilo, de pequeño esa caricia la aceptaba tranquilamente y feliz de la vida, no es que ahora se sintiera desagradable, al contrario, le seguía gustando, Killua no era muy afectuoso por lo que esos momentos los atesoraba y guardaba muy bien en su memoria, el problema es que lo que antes se sentía cálido ahora ardía y sentía que lo hacía perder fuerzas—¿En qué piensas?—su pregunta lo saco de sus pensamiento y bajo la mirada, intentando escapar de esos orbes azules.
—En nada…—Murmuro distante y sintiendo como la mano en su mejilla bajaba lentamente hasta tocar su hombro, acariciándolo y sintiendo un cosquilleo que recorrió todo su cuerpo.
—Gon estas raro—Sacudió al moreno para sacarlo de su ensoñación y este lo miro aturdido—definitivamente el sueño te está afectando, ven vamos a dormir—abrió la puerta y se encontraron a cierta pequeña dormida en la cama.
—¿Alluka chan?
—Vio una maratón de actividad paranormal y no quiso dormir sola—Explico encogiéndose de hombros restándole importancia—vamos entra—empezó a empujar levemente al menor hasta llevarlo a la cama y se acomodó junto a él.
—Killua… realmente no es necesario—Hablo apenado con las mejillas rozadas a lo que el albino solo bostezo aburrido.
—Solo cállate y cierra los ojos ¿Quiéres?—Se acurruca mejor entre las cobijas y cerro los parpados, Gon lo miro por un momento y sonrió.
—Gracias…—Killua seguía siendo atento con él, se acomodó mejor de cara al albino. Pasaron los segundos, que aumentaron a minutos y luego se convirtieron en horas, Gon no sabía dado cuenta que se la había pasado todo el tiempo mirando la cara pálida y madura frente a él, escuchando su respirar calmado y lento, observando cada detalle de manera fija, sintiendo una calidez agradable pero al mismo tiempo un sentimiento que lo ponía intranquilo sin poder explicarlo bien—(No está bien…)—pensó cerrando los ojos con fuerza y agachando la cabeza—(Esta mal… no es correcto)
Siguió en ese estado y para cuando se dio cuenta ya era de día, y en algún momento Killua se había ido al baño y Alluka a su habitación, decidió retirarse también. Salió para dirigirse a su habitación, y justo vio salir a Mushu de esta.
—¡Ah cachorro! Buenos días.
—Buenos días ¿Y Clu?
—Ya sabes que madruga más temprano que tú, seguro está hurgando en el refrigerador para ver que hacer de desayuno—Dijo bostezando y estirándose perezoso—te fuiste a dormir con Killua ¿Verdad? Qué bueno que aún se lleven tan bien.
—Si…—Murmuro pensativo a lo que el minino lo miro arqueando un ceja.
—¿Ocurre algo? Parece que algo te molesta.
—¡Ah! no es nada realmente—Dijo con una sonrisa apenada para después entrar rápidamente en su habitación. Entro a su baño y se ducho rápidamente para luego salir ya listo con su ropa normal, al salir para dirigirse a la cocina se encontró a Killua dándole los buenos días a Mushu y a Clu, sonrió por ese acto, le alegraba ver lo bien que se lo tomo el albino el hecho de que un oso de peluche se mueva por voluntad propia y que un gato sepa leer—¡Buenos días Killua!—el nombrado lo volteo a ver.
—Buenos días Gon—Sonrió de manera pasible y algo en el pecho del moreno dio un vuelco y por alguna razón lo puso nervioso.
—Eh… ¿Dormiste bien?—Pregunto titubeando y jugueteando con sus dedos.
—Sí.
—¿No te moleste?
—Tú nunca molestas—Ahora sintió un latido en su pecho y como un calor se alojaba en sus mejillas, es increíble el cómo podía sentirse tan feliz y al mismo tiempo tan nervioso, para su suerte la voz de Alluka lo saco de sus pensamientos.
—¡Gon kun, onii chan buenos días!
Después de desayunar se sentó junto a Alluka a ver la tele, noto como esta miraba fijamente su estómago.
—¿Sucede algo?—Pregunto extrañado por el comportamiento de la otra, de repente esta puso su mano en su abdomen.
—¡Gon kun tienes un abdomen muy fuerte!—La chica empezó a toquetearle produciéndole algo de cosquillas—es firme pero suave.
—Jeje gracias.
—¡Debes de haber tenido un montón de chicas locas por ti!
—Bueno… si—confeso para la sorpresa de la otra pero su mirada se volvió triste—en cierta forma les emocionaba la idea de un romance peligroso, pero al ver de más cerca mis poderes salían huyendo…—decía recordando aquellos sucesos, en realidad no le interesaba tener algo con unas chicas así de tontas, pero le angustiaba saber que era así de repelente debido a sus poderes y karma de monstruo, le angustiaba saber que en cualquier momento podría terminar solo… lentamente poso sus manos en su pecho—supongo que esto se siente bien al tacto, pero no creo que nadie quiera confirmarlo...—hablo con tristeza y con una sonrisa de rendición, pero su faceta cambio a sorpresa cuando la chica le puso las manos encima y empezó a hacerle cosquillas—¿Eh? ¿Alluka? Espe- ¡Jajajaja!
—¡Lo tocare por ti!
—¡N-No me refiero a eso! ¡Jajajaja!—Ese pequeño detalle que hiso la chica le alivio la angustia y la tristeza que sentía al pensar en lo que le esperaba. Pero algo sucedió, se oyó el sonido de un plato romperse, por reflejo se volteó a mirar listo para lo que sea, excepto para lo que vio. Killua apretaba los dientes y en sus manos había un plato roto en dos, de los cuales les salía grietas dando a entender que les hacía mucha presión, y su mirada… estaba oscura y con el entrecejo fruncido, el albino al darse cuenta que lo estaban mirando cambió su faceta a una torpe—¿Killua?
—¡Ups! Se me cayó jeje—Definitivamente no, ese plato no tenía ningún signo de haberse caído, pero no solo eso, su siempre extraño, y confuso pero acertado instinto le decía que algo le pasaba a su preciado amigo, y algo muy grave…
—Neee ¿Y si salimos a comprar otro?—Nuevamente la voz de Alluka lo saco de sus pensamientos…
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Ahora estaban en un centro comercial, y dentro de una tienda que vendían todo tipo de artículos, pero principalmente platos y libros. Gon y Alluka estaban leyendo algunos mientras Killua buscaba un plato igual al que rompió…
De repente la mirada de Gon se fijó en un libro de cuentos para niños el cual tenía de portada un ogro, uno muy parecido al de su sueño, solo que este en vez de tener una mirada de tristeza y soledad tenía una de furia y odio, debía ser porque estaba siendo pisoteado por un príncipe de brillante armadura y apariencia digna de un cuento de hadas. Gon lo miraba con desagrado…
—Típico…—Murmuro con molestia, según la historia el príncipe invadió el bosque donde vivía el ogro y lo mato solo para poder casarse con la princesa de un reino cercano al suyo, solo por ser un monstruo ya era el malo de la historia…
—No sabía que te gustara los cuentos infantiles Gon—Dijo Alluka entre risitas al ver la mirada de concentración del moreno al leer el cuento, sin embargo Gon negó con la cabeza.
—Realmente no me gustan nada…—Corrigió en un suspiro—son tan falsos…—ante esa negativa la chica lo miro con curiosidad.
—¿Y qué tipo de historias te gustan?—Gon quedo por un momento pensativo.
—Hay una que me llama la atención… pero no sabría decir si me gusta o no—Comento rascándose la cabeza un tanto nervioso debido a la mirada de confusión de la otra.
—Dime de que trata—Sonrió atenta a lo que diría el moreno.
—Se muy poco de esa historia…—Decía empezando a recordar ese borroso y confuso sueño—al inicio trataba de un pequeño ogro que termino huérfano debido a que sus padres fueron asesinados, se dirigió a una aldea buscando ayuda pero estos lo ahuyentaron y tuvo que escapar al bosque, empezó a vivir allí en soledad debido a que incluso los animales le temían y observando por las noches a los aldeanos, deseando ser parte de ello algún día…—recordaba que al final dijeron algo sobre un evento y “aquello” pero era difícil de explicar así que mejor omitir esa parte—y eso es todo ¿Alluka?—la nombrada lo miraba con los ojos cristalinos y con el entrecejo fruncido.
—¡Eso es un relato de tragedia no un cuento!—Hablo de manera ahogada, parece que realmente la afecto.
—¿Tú crees? Me parece que es más real que los cuentos normales—Confeso para el asombro de la otra.
—¿Qué tiene de real eso?
—Creo… que está basado en hechos reales…—En seguida Alluka tomo un libro grueso y se lo mostró.
—No importa lo que digas ¡Las historias felices son mejores! ¿Ves la felicidad? ¡Me las vas a leer al anochecer!
—¿No estás muy grande para que te lean cuentos Alluka?—De repente Killua apareció detrás de ellos con el plato bajo su brazo. Definitivamente no entendía como es que no podía escucharlo o sentirlo llegar.
—¡Ah onii chan! Es que Gon cree que las historias trágicas son mejores que las felices, y quiero que lea este libro y ver como se traga sus palabras—Gon se sonrojo al ver la mirada burlona que le daba el albino.
—¿Entonces a Gon les gusta las historias trágicas?
—Sí, es muy buen narrador pero sus finales me hacen llorar y me dejan mal sabor en la boca.
—¿Es así?
—Me contó la de un ogro.
—¿Un ogro?—Ahora sí que el moreno estaba nervioso.
—¡E-Es un cuento tonto y de fantasía!—Se apresuró a decir nervioso ante las miradas fijas de los hermanos.
—Dijiste que estaba basado en hechos reales.
—N-No, sino que estaba más apegada a la realidad—Corrigió apenado y ahora el albino lo miro con una sonrisa, cuando lo vio acercarse se sintió acorralado y con el corazón en la garganta…
—¿Un ogro apegado a la realidad? Creo que quiero escuchar esa historia—Hablo el albino en un tono de voz divertido, algo en su interior da un revoltijo cada que le hablaba así, sin decir que siempre la da un nerviosismo inexplicable…
De repente se escuchó un grito femenino afuera de la tienda, y por reflejo los jóvenes se pusieron en alerta.
—Una mujer…—Murmuro al analizar ese grito y enseguida salió corriendo a su origen seguido de Killua y Alluka. Llegaron a las afueras de la tienda en un callejón, una mujer estaba siendo atacada por tres hombres…
—¡Oh vamos preciosa! Sabemos que quieres esto, ese escote tan seductor que llevas lo demuestra—Gon realmente odiada a ese tipo de sujetos cobardes por lo que no pudo evitar enfurecer.
—¡Alto idiotas!—Grito molesto recibiendo miradas de fastidio de aquellos tipejos y una de esperanza por parte de la joven aterrorizada.
—¡Fuera de aquí mocosos! Esto es para mayores de dieciocho.
—¡Mocoso será tu madre basura!
—Veo que necesitan aprender a respetar a sus mayores—Pudieron ver como el que tenía a la mujer le hizo señas a sus compañeros y estos asintieron.
Obviamente los hombres trataron de atacar pero los dos primeros fueron rápidamente noqueados por Killua y Gon, el tercero trato de amenazarlos poniendo la vida de la mujer en juego pero termino en el suelo debido a una zapatilla voladora que dio de lleno en su cara, cortesía de Alluka. Gon se acercó lentamente a la chica en el suelo temblando.
—¿Estás bien? No tengas miedo ya todo término—Con sutileza le tendió la mano, no esperaba un abrazo de euforia.
—¡Gracias! ¡Muchas gracias! ¡Tenia tanto miedo! ¡No sé qué hubiera sido de mí si no me salvaban!—Se oía con llanto pero aliviada.
La ayudo a levantarse y supo que su nombre era Mikoto, le dio su chaqueta para tapar las rasgadura de su vestido y la acompaño hasta la parada del autobús. En todo el transcurso Killua no dijo ni una palabra, se mantuvo distante todo el tiempo, eso le daba la sensación de que algo andaba mal, y esa sensación se intensifico cuando de improviso Mikoto le dio su número de teléfono y la dirección, diciéndole sonrojada que quería agradecerle con una cita. La verdad no es que le gustara aquella chica, pero tenía la curiosidad de cómo era tener una cita, eso está bien ¿Verdad? No está haciendo nada malo… ¿Cierto?
Sin embargo la sensación de que estaba haciendo algo mal lo invadía al sentir encima la mirada de Killua, estaba molesto con él por algo y no sabía que era. Cuando Alluka los dejo solos en la sala del departamento pensó que era buen un momento para hablar, así que se levantó y camino hacia el albino, no estaban del todo solos, Clu y Mushu también estaban y miraban atentos ya que también notaron el comportamiento del albino…
—¿Sucede algo?—Pregunto ya en frente del albino y mirándolo a los ojos, pero este lo desvió ladeando la cabeza.
—No—Su voz cortante y su mirada indiferente lo hizo sonreír, una sonrisa triste y rota.
—Esto es nostálgico…—Murmuro recordando tiempo atrás—cuando éramos niños y estabas molesto conmigo solías actuar distante y me hablabas con frialdad…—decía con tranquilidad y sin dejar de sonreír, sin embargo el mayor frunció el entrecejo, definitivamente estaba molesto con él.
—No sabía que aun te fijabas en mis expresiones, estabas tan entretenido hablándole de tu “cita” a Alluka que no parecía que notaras tú alrededor—Sus palabras con evidente molestia sorprendieron a Gon.
—¿Te molesta?—Cuando el albino le sonrió y se alejó de la mesa para avanzar hacia él, algo dentro suyo lo hizo retroceder hasta chocar con el lavavajillas, dejándolo acorralado y expuesto…
—Más bien me dio risa, verte sonreír sonrojado de la vergüenza era como ver una doncella virginal hablando de su primera experiencia—Un poco apenado lo miro…
—En cierta forma lo es…—Escucho el chasqueo de lengua y observo la mirada de frustración.
—Estoy feliz por ti Gon, sales con una linda chica y dejas a tus amigos en el olvido, te felicito, te pareces cada vez más a un humano—Escupió con molestia para luego alejarse y salir por la puerta dejando un portazo.
Gon se quedo ahí callado y pensativo, y tanto Mushu como Clu se acercaron a él, habían visto todo…
—Eso no estuvo bien—Dijo un tanto molesto el gato, el comportamiento grosero del albino le irrito un poco—si ubiera sido otro lo dejarías papilla en el suelo—Clu se acerco a Gon y abrazo su pierna intentando consolarlo.
—¿Por qué esta tan molesto?—Pregunto cariz bajo y confundido.
—Esto me huele a celos—Gon miro sorprendido al minino.
—¿Celos?
—Vi su cara mientras hablabas con Alluka de tu cita, debe estar celoso de que esa chica te haya elegido a ti—El moreno lo miro en silencio…
—¿Por qué… estaría celoso de eso?—Sabía la respuesta, sin embargo igual la hiso.
—¿No es obvio? Enredo amoroso—Puñalada, eso era lo que sentía en su alma, toco su pecho con la palma de su mano, cerro los ojos con fuerza, suspiro profundo y exhalo para luego mostrar una mirada decidida—¿Gon? ¿A dónde vas?—vio al aludido dejar a Clu en el sofá y dirigirse rápidamente a la puerta.
—Tengo cosas que hacer, nos vemos más tarde—Dijo para luego irse finalmente. Mushu miro la puerta y suspiro, camino hasta llegar al sofá y se sento junto a Clu.
—No sabría decir si a los humanos les gusta complicar las cosas o simplemente son tontos ¿Verdad Clu?—Recibió un asentimiento por parte del osito que estaba totalmente de acuerdo…
Gon corría por las calles con mucha prisa, algo le decía en su interior que debía apresurarse lo más que podía, le tomo unas cuantas cuadras cuando al fin llego a la cafetería donde trabajaba y vivía esa chica. Entro jadeando por el correr y un tanto exhausto.
—¡Gon san!—Mikoto al verlo llegar se sorprendio para luego poner una gran sonrisa—¡Hola! ¿Viniste a verme?—Gon la miro apenado.
—La verdad es que si… Necesito hablar contigo.
—¡Esta bien! Ven por a-
—Lo siento—La interrumpio antes de que la chica se hiciera ideas erróneas, tomo su mano y le devolvió el papel con la dirección y el número que ella misma le había dado.
—¿Gon san?
—Lo siento mucho pero no puedo salir contigo—Se inclino rápidamente para disculparse, cuando se reincorporo se encontró con una mirada cristalina pero comprensiva.
—Esta bien pero… ¿Puedo preguntarte algo?
—¿Si?
—¿Es por alguien más?—Gon se sonrojo de sobremanera y miro al suelo avergonzado.
—Si…
—¿La quieres?
—Más que a mi vida…—Dijo sinceramente aunque ruborizado y la chica agacho la cabeza derrotada.
—Ya veo… que suerte tiene…
—No… en realidad soy yo el que tiene suerte…—Gon se despidió de ella y se retiro, Mikoto estaba triste pero lo acepto con madures, en verdad era una buena chica seguramente encontrara alguien que la quiera, en cambió el… que sea capaz de querer a alguien no significa que sea querido también. Suspiro al saber el camino al que iba sus pensamiento, el que haya conocido a Killua fue un regalo del cielo, y cuando se separaron y pensaba que hasta allí llegaba su historia un milagro paso y Killua regreso por él, todo eso junto ya es mucha suerte, mucha felicidad, por lo que no tiene derecho a querer más, ni mucho menos a perdirlo. Si Killua quiere a Mikoto esta bien, el se apartara y dejara que sea la mitad de feliz de lo que ha sido él al conocerlo, el problema es el punzante dolor en su pecho que le da cada que piensa en en el momento que se ira el albino—no esta bien…—murmuro con pesadez mientras seguía andando sin prisa por las calles, esta mal, pero muy mal que tenga esa sentimiento, no solo por que era un hombre, sino por algo peor que eso, era un monstruo… y uno muy especial y problemático por cierto, tiene el don de despertar el odio y el miedo en las personas e incita la rebelión de otros monstruos. Era por el bien de Killua que algún día tengan que separarse, el no merece soportar la tristeza y soledad que genera su karma. Para cuando se dio cuenta ya estaba frente a la puerta del departamento, suspiro para tomar fuerzas y tragarse sus pensamientos. Al entrar se dirigió a la cocina y grande fue su sorpresa al encontrarse al albino apoyado en la mesa—¡Killua regresaste!—dijo con una sonrisa de alivio, al final si le sirvió rechazar a Mikoto, parece que ya no esta molesto con el, se acerco al oji azul con ese pensamiento en mente.
—Yo… te vi rechazar a Mikoto—Cortó el paso, y ahora veía al mayor sorprendido.
—¿Nos viste? ¿Dónde estabas?
—En esa cafetería venden mi chocolate favorito, iba allá a comprar cuando los vi—¿Entonces fue allá? ¿Por qué? ¿Acaso quería verla? Un nudo se hizo en su pecho.
—Y-Ya veo…—Le dio la espalda al albino y se dirigió al refrigerador—¿Quieres cenar?—empezó a tomar algunos ingredientes…
—No…
Notaba el silencio incómodo que se alojo en el ambiente, donde solo se escuchaba el ruido del mesclar de lo que estaba preparando, y él trataba con todas sus fuerzas de ignorar la mirada fija de Killua en su espalda. Sinceramente no soportaba esa presión…
—Killua… lo siento—Dijo sin darse cuenta, malditos impulsos…
—¿Por que?—La voz del albino se oyo sorprendida y eso lo puso un poco nervioso, venga que cualquier cosa que haga ese chico lo pone nervioso.
—N-No s-sabía que te molestaba que tuviera… una cita con Mikoto—Sin quererlo tartamudeo, pero al parecer el albino no lo noto ya que al escucharlo tragar grueso supo que estaba igual de intranquilo que él.
—¿M-Molestarme? ¿De qué hablas?—Su pobre intento de hacerse el desentendido lo hiso darse cuenta de que Killua no estaba seguro de admitir lo que él ya sabía.
—Está bien ahora lo entiendo…—Volteó a verlo sonriéndole como pudo—sé que te gusta Mikoto…—dijo finalmente con voz quebrada y un nudo en la garganta. La mirada de Killua se irrito, cosa extraña, se supone que se pondría feliz.
—No necesito que me hagas favores, si quieres ve y sal con ella—Con que era eso, su orgullo como hombre se siente herido.
—Quiero que dejes de estar molesto conmigo…—Decía de manera triste y sincera—realmente no me importaba salir con ella, solo quería ver como se sentía tener una primera cita, pero si eso hace que estemos peleados pues no lo haré—se volteó para volverle a dar la espalda y que no viera su cara, no quería que viera lo triste que estaba—sé que al final vamos a tener caminos distintos gracias a mi karma de monstruo… sé que terminaras por irte también pero—abruptamente se le fueron las palabras al sentir unos brazos rodeando su cintura y aferrándose fuerte a esta, un calor se empezó a alojar en sus mejillas.
—Lo siento…—Un susurro en su oído lo saco de su sorpresa—y yo pensando y haciendo idioteces… no tenía idea de que te sentías así…—el agarre se hizo más fuerte—realmente no te merezco…—¿Qué no lo merece? ¿A él? ¿Un monstruo que solo atrae la mala suerte? Killua es realmente bueno…
—No digas eso…—Esbozo una sonrisa mientras posaba una de sus manos encima de las que estaban entrelazadas en su estómago, notando como esta temblaba levemente, quizás por tener al albino tan cerca—Killua es mi preciado mejor amigo… soy yo el que no te merece—¿Eh? Eso sonó extraño… ¿Por qué se sintió tan vacías esas palabras? Trago grueso, le daba miedo tratar con sus sentimientos por Killua, le daba miedo reconocer la verdad y afrontar la dolorosa y solitaria decepción, era más fácil ignorar esas sensaciones o confundirlas con otras…
—Amigos…—Una voz y un aliento contra su oreja lo saco de sus pensamientos—es cierto…—la piel se le erizo sin que lo pudiera evitar al sentir como respiraban sobre ella y se intensificaba el abrazo, su corazón empezó a latir como loco y un calor intenso se alojo en sus mejillas. Una parte de él quería que se quedaran así para siempre y la otra sabía que no podía ser así, por mucho que él lo quisiera. Para cuando se dio cuenta Killua lentamente se alejaba de él hasta solo dejar sus manos en sus caderas, que horror un temblor se alojo en ellas—yo… quede con Lyon más tarde—hablo con voz pesada, el moreno actuo normal como pudo.
—¡Esta bien!—Sonrió ampliamente para que luego el mayor le revolviera los cabellos.
—Puede que vuelva tarde.
—¡Está bien adiós!—Vio como el albino se alejaba de él y se despedía con la mano, para luego finalmente irse cruzando la puerta. Entonces Gon decidió que era buen momento para liberarse, se dejo caer al suelo de rodillas con las mejillas rojas y respirando agitado, era increíble que el pudiera aguantar horas de dolor pero no soportara el tacto del albino en su piel, cada día era más difícil ocultarlo…
—¿Gon kun?—Una voz femenina lo sobresalto y lo hizo levantarse rápidamente.
—¡Alluka chan! Ho-Hola jeje…—Pronuncio nervioso rascándose la cabeza.
—Te vez agitado ¿Te sientes mal?—Preocupada se empezó a acercar al moreno quien negaba con la cabeza.
—¡Es-Estoy bien! No te preocupes.
—Paso algo con mi onii chan ¿Verdad?—Pregunto dudosa, la mirada sonrojada y sorprendida del moreno le confirmo la duda, acto seguido puso un puchero—¡Sabía que pasaba algo entre ustedes dos! ¡Mooo! Y yo que pensaba que si los dejaba solos lo solucionarían y todo saldría bien, pero seguramente onii chan se porto mal contigo ¿Verdad?—ahora Gon se acerco a ella y le acarició la cabeza de manera gentil con una sonrisa.
—Estamos bien Alluka chan, la verdad soy yo el del problema esta vez…—Dijo de manera distante y la menor lo miro confundida.
—¿A que te refieres? Tú nunca traes problemas—Gon retiro su mano de su cabeza y miro a algún punto en la pared de manera distante.
—Siento… que traje uno muy grande e imposible de solucionar…—Hablo triste cuando de repente la chica tomo su mano con una sonrisa.
—Dime ¿Qué te preocupa?—Dijo con la intención de consolarlo y el moreno trago grueso.
—Yo… me siento extraño cuando estoy cerca de tu hermano—Confeso observando la sorpresa de la otra.
—¿Extraño cómo?
—No lo se explicar…—Decía distante—cosquillas en el estomago, mis mejillas se ponen como tomates, me tiemblas las piernas y todo eso es difícil de ocultar…—explico pensativo y se escucho una risilla.
—¿Eso es todo? ¡Eso significa que quieres un montón a mi onii chan!—Decía sonriente bajo la mirada de preocupación del otro.
—Si se aleja de mí por eso…
—Eso es imposible—Se adelanto a decir totalmente segura sin embargo Gon seguía preocupado.
—No quiero decírselo…—Murmuro bajo para la confunción de la otra.
—¿Por qué?
—Al final le pasara cosas malas sino se aleja de mi…—Una mirada cristalina se poso en sus ojos castaños y Alluka lo abrazo.
—Tu eres el único que piensa eso Gon kun—Le susurro consolándolo y el moreno la abrazo esbozando una sonrisa.
—Vamos a comer.
—Ok…
Ente los dos hicieron unos panqueques y cenaron con eso, guardaron unos cuantos para el glotón del albino, para después hacer unas palomitas y jugo para sentarse a ver una maratón de la serie favorita de Alluka.
—No creo que debamos ver actividad paranormal Alluka chan…—Dijo entre dudoso y nervioso y la chica lo miro con ojos brillantes.
—¡De ninguna manera me lo pierdo!
—Pero si te da miedo.
—¡Si lo veo con Gon kun, no tengo por qué temer!
—Es-Está bien…—Dijo finalmente rendido—aun falta un poco asi que me dare un baño, mientras tanto…
—¡Está bien! Date prisa.
—Umnn… Alluka chan—Llamo tímidamente y la aludida lo miro curiosa—por favor… no le digas nada a tu hermano de lo que hablamos…
—¡No te preocupes!—Alzo el pulgar dando a entender que estuviera tranquilo y él sonrió.
—Gracias…—Se retiro creyendo que su secreto estaba a salvo, que iluso…
En la actualidad.
—¡Gon kun tiembla y se sonroja cuando lo tocas!
—¡¿Qué?!
“Lealtad de hermanos por sobre todas las cosas”
Continuará…
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