lunes, 18 de abril de 2016
Capítulo 6: Y el tiempo pasa…
Siete años ya han pasado desde que llegue a esta mansión, la perdida de mi familia siempre estará conmigo pero eh logrado superarlo y si bien he tenido mis malos momentos también he tenido buenos. De alguna manera me adapte a las constantes pruebas que me ha hecho Silva san, no son del todo indoloras pero gracias a ellas estoy aprendiendo a usar mis poderes y conociendo mejor mi interior.
Vivir aquí ha sido… raro, Silva san es estricto pero siempre que hagan bien las cosas el me trata con respeto y consideración, Zeno san es un anciano muy sabio y lógico aunque su sentido del humor es extraño, a Kikyo san nunca le ha gustado ni le gustara mi presencia en la mansión pero creo que se está adaptando, Gotoh san actúa profesionalmente pero siempre me atiende en todo lo que necesito diciendo que es por su trabajo pero es un mal mentiroso, Milluki y Kalluto de alguna manera creo que no les molesta el que yo esté aquí.
Y finalmente Killua y Alluka… ellos son lo único que me hace sonreír, sobre todo Killua, siempre me visita en mis pausas para descansar aun cuando supo que era un monstruo me acepto y siguió conmigo ¡Él es mi primer amigo! Él siempre está junto a mí a pesar de que a Illumi no le guste.
Illumi, el mayor de los hijos Zoldyck y el encargado de vigilarme en mis ratos libres, siempre intenta manipular a Killua y me odia por estar junto a él, pero a mí no me importa porque Killua es mi amigo, y estaré junto a él siempre que me lo permita además tengo a Mushu, mi gato que es más fiel que un perro que siempre me mantiene al tanto de lo que sucede a mí al rededor, sé que nada malo sucederá… ¿Verdad?
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—¡A DESPERTAAAAAAAAR!—Grito muy alto desde la ventana a un bulto en la cama que en seguida le tiro una almohada en toda la cara—¡Ouch! No tenías que hacer eso.
—Y tú no tenías que despertarme así—Decía malhumorado mientras se levantaba—sabes que a menos de que duerma con Killua no puedo dormir bien por mis pesadillas y el insomnio—explico con un puchero mientras el minino soltaba una risilla.
—Venga cachorro, yo solo quería ser el primero en felicitarte—A lo que dijo eso el otro inclino la cabeza en gesto de confusión.
—¿Felicitarme?—Ante su interrogante el minino suspiro.
—Lo olvidaste eh, bueno es normal debido a las numerosas cosas que haces durante el día—Añadió encogiéndose de hombros para luego sonreírle al otro—hoy cumples doce años cachorro—declaro ante la sorpresa de Gon.
—Es cierto lo olvide por completo…—Murmuro pensativo y de repente se escuchó la puerta abrirse dejando ver a Gotoh, el tiempo agudizo los sentidos de Mushu ya que de una vez salto por la ventana sin que lo pudiera ver el mayordomo este tenía una bandeja con comida y miro de manera estricta a Gon.
—Buenos días Gon kun, te eh traído el desayuno—Dijo mientras ponía el objeto junto a la cama, al verlo el menor sonrió.
—¡Gracias Gotoh san! —En seguida se dispuso a comer pero noto algo interesante—nee Gotoh san hoy hiciste mi comida favorita—el aludido miro a otro lado.
—No lo había notado—Decía indiferente ante la insistente mirada del menor.
—¿Lo hiciste por mi cumpleaños?
—Se equivoca—Gon soltó una risita.
—Mentiroso pero gracias—Acto seguido empezó a comer con gusto bajo la mirada del mayor.
—Cuando termine de comer y de arreglarse Killua sama lo espera en la sala del piano.
—Iré en seguida—A lo que termino su labor el mayordomo se retiró de la habitación y al ver que ya no había peligro Mushu volvió a aparecer por la ventana.
—Buff estuvo cerca—Añadió con un suspiro y luego miro a Gon—oye cachorro ¿Podrías-no pudo terminar de hablar cuando vio que el menor le dio un pequeño plato con pollo, en seguida le brillaron los ojos y empezó a comer con una gran sonrisa—¡Esta delicioso!
—Jeje—Rió un poco al ver la alegría del felino para luego dirigirse al baño para cepillarse los dientes y bañarse, al desvestirse y entrar a la ducha recordó su llegada a la mansión— siete años eh…—murmuro pensativo mientras sentía el agua recorrer su piel—Mito san…—puso una mirada triste pero sacudió su cabeza y salió del baño ya vestido, tenía puesto una chaqueta verde con unos shorts del mismo color más unas botas.
—Hey cachorro estaba pensando—Hablo mientras se sobaba la panza por lo lleno que estaba—¿Desde cuándo te dejan andar por la mansión sin supervisión?—pregunto no recordando bien.
—Pues desde hace tiempo, pero solo puedo ir a ciertas habitaciones—explico haciendo memoria.
—Como la sala del piano por ejemplo.
—Así es—Asintió sonriente—iré a ver a Killua que debe estar impaciente.
—Hazlo, después te diré los informes del día.
Después de despedirse Gon salió de la habitación y camino de prisa por el corredor, al fin cuando llego a la puerta del cuarto del piano sonrió ampliamente y entro.
—¿Killua? ¿Alluka chan?—Llamo extrañado al no ver al par por ningún lado—Oiiii ¿Dónde están?—dio un par de pasos y luego puso un puchero—¡Moooo! ¿Acaso se fueron? Después Killua se molesta conmigo cuando lo dejo esperando—refunfuño por lo bajo hasta que escucho una voz muy familiar arriba suyo.
—¡Surprise!
—¿Eh? ¡UWAH!—Justo cuando miro hacia arriba ¡PUM! De repente un peso cayó encima de él clavando su espalda contra el piso. Adolorido miro al culpable de ese abrupto golpe—¡Por dios Killua! ¡Un día de estos me vas a matar!—el nombrado tenía sus brazos a cada lado de su cabeza y lo miraba con una expresión gatuna.
—Vamos tampoco es para tanto—Rio ante el mohín del otro, después se levantó y le extendió la mano al moreno para ayudarlo.
—¿Y Alluka chan?—Pregunto curioso al no ver a la nombrada por ningún lado.
—Dijo que tenía cosas que hacer así que salió con Kalluto—Hablo de manera despreocupada con los brazos detrás de la cabeza, llevaba puesto lo siguiente: un suéter cuello de tortuga de color negro con unos pantalones morados largos con unos zapatos oscuros—por cierto Gon ¿Qué harás hoy?—pregunto curioso mientras el moreno ponía una expresión pensativa.
—Unmm creo que Silva san me iba a llevar a algún lado—Dijo tratando de recordar.
—¿Eh? ¿Por qué?
—Bueno dice que mis poderes han avanzado mucho y que ya es hora de subir nivel con las pruebas—Añadió tranquilamente pero el albino frunció el entre cejo.
—Subir el nivel eh… como si ya no fueran lo suficientemente dolorosas para ti—Agrego entre dientes a lo que Gon se puso nervioso.
—Es-Está bien ¡Gracias a ellas me eh vuelto un poco más fuerte!—Declaro con una sonrisa mientras que el otro suspiraba.
—Eres muy bueno Gon…—Dijo mientras tranquilamente alzaba la mano para acariciar la mejilla del moreno este se sorprendió un poco por la muestra de afecto sin embargo se dejó tocar con una sonrisa y cerrando los ojos.
Esos siete años volvieron más unidos a esos dos niños y esos pequeños momentos que tenían para ellos solos aparecían cada vez más a menudo casi sin que se dieran cuenta, sin embargo escucharon abrir la puerta repentinamente dejando ver al hermano mayor de Killua.
—Con que aquí estaban…—Murmuro Illumi para sí mismo mirando sin expresión alguna al par en frente de él. Mal humorado al verlo, Killua retiro su mano de la cara de Gon este solo miro serio al mayor.
—¿Qué sucede?—Pregunto Gon a lo que el peli largo ladeaba la cabeza mirándolo fijamente.
—Padre te está esperando en el frente, te sacaremos a pasear—Decía tranquilamente ante la sorpresa de los otros dos—no nos hagas esperar-luego se retiró sin decir más nada dejando pensativo a Gon.
—¿A dónde me llevaran?—Pronuncio un poco intrigado y Killua le rodeo con el brazo los hombros sorprendiéndolo un poco.
—Te acompañare a donde sea que te lleven, así te apoyare Gon—Miro con una sonrisa al moreno el cual puso una expresión de alegría.
—¡¿De veras?! ¡Eres genial Killua!—Ante su repentino alago el albino se ruborizo y se separó del moreno.
—I-Idiota me avergüenzas—Refunfuño por lo bajo escondiendo sus manos en sus bolsillos bajo la mirada sonriente del otro.
En seguida los niños salieron de la habitación y caminaron por los corredores para poder llegar al patio de en frente de la mansión y allí vieron a Silva y a Illumi esperándolos en un coche negro.
—Buenos días Silva san—Saludo Gon mostrando curiosidad en su rostro y el adulto hablo de manera estricta pero tranquila.
—Killua ¿Qué haces aquí?—Interrogo arqueando una ceja y el albino puso sus brazos detrás de su cabeza de manera despreocupada.
—Iré con ustedes—Declaro sin tapujo alguno ante las miradas fijas de los mayores.
—No lo harás—Ordeno con la voz grave pero el albino no se dejó intimidar.
—Aunque me lo prohíban y no me dejen entrar al auto me agarrare con uñas y dientes al techo y no me soltare—Dijo serio mientras Gon los miraba preocupado. Silva suspiro mientras ponía su mano en el hombro de su hijo mayor.
—No tenemos tiempo para esto, que venga con nosotros—Dijo mirando el silencio de su hijo, Killua y Gon solo se sonrieron—suban al auto les explicare en el camino—ordeno a lo que los demás obedecieron.
En el auto Illumi era el que conducía y en el asiento del copiloto estaba Silva mientras que los menores estaban en los puestos de atrás mirando por las ventanas curiosos.
—¿A dónde vamos?—Pregunto Gon todavía no sabiendo nada.
—A tu pueblo Gon—Revelo sorprendiendo al par y sobre todo al moreno.
—¿Mi pueblo?
—¿Qué es lo que va a hacer allí?—Preguntó esta vez Killua, ante eso Illumi interrumpió la conversación sin dejar de mirar el camino que conducían.
—Eso no es tu incumbencia Killu—Ante eso el albino frunció el entre cejo pero Gon intervino.
—Killua es mi amigo puede meterse cuantas veces quiera—Agrego serio a lo que Silva le molestaba esta discusión sin sentido para él.
—Silencio—Ordeno estricto y grabe Silva callando a todos para luego explicar la situación—Gon, tu pueblo está sufriendo una sequía grave por lo que el gobierno nos llamó para que lo solucionaras—el moreno se sorprendió.
—¿A mí?
—Ellos están al tanto de tu progreso en el control de tus poderes por eso exigieron que fueras allá—Agrego serio haciendo que Gon tragara grueso.
—¿Pero qué puedo hacer yo?—Pronuncio inseguro mirando al adulto.
—Eso te lo diré cuando lleguemos—Dijo para dar por finalizada la conversación.
El auto andaba con sus pasajeros en silencio, Gon miraba por la ventana absorto en sus pensamientos, se daba cuenta que poco a poco se acercaban al lugar donde nació, normalmente, para cualquier otro niño, ese sería un buen motivo para estar feliz pero él no era un niño normal o más bien no era un humano…
No tomo mucho tiempo para que llegaran a un campo donde se divisaban las casas de las personas que habitaban en la aldea. Estacionaron el auto en la entrada y por orden de Silva los menores se quedaron junto al auto esperándolos mientras Illumi y el entraban en una casa. El moreno noto la resequedad del campo, lo que solía ser verde, frondoso y lleno de vida ahora está seco y quebradizo, los arboles estaban muertos y no había ni un solo animal, probablemente habían presentido la sequía y se retiraron a tiempo, eso solo volvía más gris el panorama y Gon sabía que aun venia lo peor…
—Los aldeanos…
—¿Dijiste algo Gon?—Dijo al escuchar el murmullo casi imperceptible del moreno el cual al escuchar su voz salió de sus pensamientos y se voltea hacia el rascándose la cabeza avergonzado.
—¡Ah! ¡No te preocupes Killua! Estaba hablando conmigo mismo—Balbuce nervioso ante la mirada fija del albino. No sabía por qué pero siempre que tenía esos ojos azules fijos en él le entraban unos nervios inexplicables.
—¿Y sobre qué?—Pregunto esperando expectante la respuesta y Gon miro al suelo mientras recargaba su espalda en la puerta del vehículo.
—En nada importante realmente…—Killua puso sus manos detrás de la cabeza mientras se apoyaba en el vehículo.
—Estas preocupado ¿Verdad?—Agrego adivinando los pensamientos del otro—no sabes cómo reaccionaran los aldeanos al verte…—el moreno negó con la cabeza ante lo dicho por el albino.
—Si lo sé—Contradijo suspirando—me tacharon de espectro en cuanto aparecieron mis poderes y ahora con las muertes de Mito san y la abuela Abe… me canso en solo pensar en los numerosos rechazos que me dirán—explico con una expresión de cansancio.
—Esta vez es diferente—Declaro sorprendiendo al otro que lo miro no entendiendo—estoy contigo ¿No?—le recordó con una sonrisa a lo que le clavaba su dedo índice en la frente al otro—que-no-se-te-ol-vi-de.
—¡Auch! ¡De acuerdo!—Pronuncio adolorido y el albino paro para luego agarrar el cuello de su propio suéter y jalarlo un poco.
—Pero la verdad es que aquí hace mucho calor ¿Cómo podías vivir aquí?—Se quejó mientras trataba de darse aires.
—Bueno antes era más fresco—Dijo haciendo memoria y el albino suspiro cansado—¡Ah! Recuerdo que aquí vendían muy buenos jugos.
—¿De veras?
—Sip, Mito san siempre traía uno grande a casa, si no mal recuerdo creo que estaban más adelante—Killua se reincorporo y dio un par de pasos.
—Iré y comprare para los dos—Dijo para luego empezar a caminar mientras escuchaba la voz de Gon.
—¡Mi favorito es el de limón!
—¡Esta bien regresare pronto!
—¡Y no hables con extraños!
—¡Si mami volveré muy rápido!—Grito burlón casi sintiendo el puchero de Gon debido a su comentario.
El moreno ahora miro el cielo azul y el sol brillante sobre él, eso le recordaba las veces que iba a los bosques para jugar con los animales y al anochecer escuchaba los regaños de Mito por estar tanto tiempo fuera.
—Quizás se los pueda enseñar a Killua después…—Murmuro con una sonrisa.
—¡Wow pero si es el rarito Freecss—Grito una voz odiosa acercándose al moreno, este suspiro al reconocerlo.
—Hola Tasuma, hola Mura—Saludo tranquilamente a un par de niños los cuales eran de su edad.
—Mi mamá me dijo que eras ahora la mascota exótica de un millonario—Comento el niño que se llamaba Tasuma con una sonrisa burlona a lo que rodeaba con un brazo los hombros del moreno el cual lo miro confundido.
—Le informaron mal a tu mama, soy su experimento—Lo dijo como si fuera lo más normal del mundo desconcertando a los niños.
—Venga, que sigues siendo el rarito freecss—Comento Mura soltando un chasquido de lengua—sabemos que ahora vives en una casa gigantesca y que tienes un montón de personas que hacen todos tus quehaceres—Gon quedo pensativo.
—Bueno… si hay un montón de sirvientes pero Gotoh san es el único que se ocupa de mi—Añadió pensativo sin darse cuenta de las miradas de molestia de los otros dos.
—Mientras nosotros nos partimos el lomo ayudando a nuestros padres en la siembra y no recibimos nada, tú que nunca has hecho nada más que jugar con animales vives en tremendo lujos dándote la gran vida, es injusto ¿No lo crees Gon?—Explico con voz grave Tasuma tratando de intimidar a Gon pero no se asustó para nada o mejor dicho no se dio cuenta de lo que trataban de hacer. Simplemente y de manera tranquila se separó de quien le rodeaba los hombros y lo miro.
—Bueno… si ustedes tienen algún poder sobrenatural probablemente Silva san también los acepte, claro, siempre que estén dispuesto a ser separados de sus familias y ser sometidos a pruebas dolorosas—Explico ante la mirada de sorpresa de los otros dos los cuales en seguida se molestaron y uno de ellos agarro el cuello de la chaqueta de Gon para alzarlo un poco.
—¡¿Te crees la gran cosa pequeña escoria?!—Grito molesto pero Gon ni se inmutó y eso solo lo enfurecía más pero después sonrió de manera odiosa—¿Pero sabes? Tenemos algo que tu no, somos un ser humano—resalto victorioso ante la sorpresa de Gon.
—Un ser humano…—Murmuro pensativo olvidándose del par en frente suyo.
—¡Oye despierta!
—¿Nos estas escuchando?
—Dejen de jugar—Silva apareció repentinamente en frente de ellos con una mirada severa y un aura aterradora que paralizaron a los niños y en seguida se separaron del moreno—Gon ya es hora, vallamos al rio que esta por aquí para poder empezar de una vez—el aludido asintió y lo siguió dejando de lado por completo a los presentes.
—Estúpido Gon—Pronuncio entre dientes mientras que el otro asentía estando de acuerdo.
—Le daremos su merecido en cuanto se valla ese grandulón—El otro sonrió.
—Le haremos llor—De repente una botella se dirigía hacia el pero logro esquivarlo cayendo al suelo durante el proceso, su compañero se alarmo al ver que era un niño el que trato de darle el golpe.
—¡Valla! Tienes buenos reflejos—Dijo con una sonrisa y mirada oscura que asusto al par.
—¡Oye! ¡¿Pero qué rayos haces?!—Grito a lo que el albino los miro de una forma obvia y burlesca.
—¿Uh? ¿Es que no era obvio? Iba a romper esta botella de jugo en la cabeza de tu compañero y luego pensaba clavártela en el pecho—Explico tranquilamente disfrutando de las miradas de miedo del par.
—¡E-Es un monstruo!—Grito antes de salir corriendo con su amigo y Killua solo se encogió de hombros desinteresado al ver esas molestias alejarse, miro su alrededor buscando a al moreno.
—¿Dónde está Gon?—Se preguntó así mismo hasta que noto que el ambiente se volvía de repente oscuro, sorprendido miro el cielo y vio como nubes grises aparecían, sabiendo de que se trataba sonrió. El albino camino un buen rato por la aldea notando que el lugar estaba desierto lo cual era extraño pero luego diviso una multitud y como las personas hablaban entre ellas.
—Esa cosa lo logro.
—¿Pero en verdad es seguro acercársele?
—¡Uy no! ¡Ni loco me le acervo!—Eran los murmullos que se escuchaban, ahora un poco malhumorado, Killua dio empujones a quien se le atravesara para poder ver de qué se trataba, sintiendo las recientes gotas de lluvias que caían del cielo miro arriba y escucho los truenos y sin dejar de quitar la mirada siguió avanzando chocando con alguien.
—Killua fíjate por donde vas.
—¡Ah! Lo siento padre—Se disculpó para luego ver que Gon estaba sentado al lado de un rio con una mirada distante e ignorando que su ropa poco a poco se mojaba—Al final ¿Qué hicieron?—pregunto mientras que las personas se empezaban a ir ya que la lluvia se hacía más fuerte.
—Le dije que lanzara haca arriba una capsula especial que incitarían las precipitaciones de esta región, se le hizo fácil por las pruebas que le hago—Agrego con un tono de voz estricto y a lo que empezaba a retirarse del lugar—dile que no esté mucho tiempo bajo la lluvia o se resfriara.
—Esta bien—Al saberse que ya estaba solo con Gon empezó a acercarse a este hasta estar junto a él—hola Gon—saludo con vos tranquila mirando el rio frente a él.
—Killua regresaste—Dijo sin apartar la vista.
—Por desgracia tu jugo se rompió Gon.
—Esta bien no importa—Ambos niños estaban bajo una lluvia que mojaba poco a poco sus ropas y con un silencio inusual pero nada incomodo, pero que sin embargo extraño al albino ya que cuando esta con el moreno este no paraba de hablar.
—Gon.
—¿Unmm?
—¿En qué piensas?—Hubo un pequeño silencio hasta que al fin hablo.
—Killua ¿Qué es un ser humano?—Pregunto tímidamente mientras que el nombrado lo miro de reojo.
—¿Por qué preguntas eso?
—Veras, siempre me pregunte por qué las personas me rechazaban ¿Qué tengo de diferente a ellos?—Dijo de manera decaída- cuando me miro al espejo… me doy cuenta que a simple vista soy un niño pero por dentro soy tan distinto… distinto a alguien normal, esa sensación más mi poderes… ¿Me hacen un monstruo?—dijo finalmente con una mirada perdida en el agua recorriendo.
—¿Realmente te molesta ser un monstruo?—Esa pregunta tomo desprevenido al moreno—haces cosas increíbles con tus poderes, aprendes más rápido de lo que lo hace un ser humano, entiendes a los animales y eres tan bueno como para hacerte amigo de alguien como yo ¿Qué tiene de malo que no seas un ser humano?—su cara se ruborizo un poco por las cosas embarazosas que dijo, Gon pestaño un par de veces incrédulo.
—¿Cómo de alguien como tú? ¡No te menosprecies Killua!—Reprocho ya mirando al otro el cual suspiro cansado.
—¿Eso fue lo único que escuchaste?—Murmuro entre dientes para luego finalmente añadir…—independientemente de lo que seas tú no dejaras de ser Gon freecss, si lo demás no lo entienden es su problema y si te sientes solo pues me tienes a mí.
—Killua…—Un rubor suave se alojó en sus mejillas—gracias…—murmuro suave mientras volvía a ver el río.
—Deberíamos irnos, la lluvia se hace más fuerte.
—Me quedare un ratito más.
—¿Seguro?
—Puedes irte si quieres Killua.
—No quiero—Respondió mientras ponía sus manos en los bolsillos de su pantalón y de repente noto una sombra sobre él, miro hacia arriba y vio una gran roca que flotaba encima de su cabeza que le servía de techo contra la lluvia—Gon…—murmuro al nombrado el cual no quitaba su vista del rio.
—¡Ah!—Se sorprendió al sentir una especie de cobija que cubría su cabeza y al tocarlo mejor se dio cuenta que era un suéter de color negro, ahora miro a Killua este solo llevaba una franelilla, sonrió cálidamente arropándose mejor y sintiendo el calor del albino todavía en ella y también…-—Killua hueles bien… —salvaje rubor apareció en las mejillas del albino por su comentario.
—¡I-Idiota! —Dijo avergonzado pero vio que el moreno tenía sus ojos cerrados abrigándose cómodamente con su suéter y bufo, para luego sonreír—Feliz cumpleaños Gon.
—Gracias Killua...
El par disfrutaba en silencio de la compañía del otro sin notar que había una mirada oscura vigilándolos…
—Escoria…—Susurro suavemente.
Continuará….
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