—¡¿Qué?!
—Sip, se pone rojo, le tiembla las piernas y siente mariposas en el estómago ¡Esta perdidamente enamorado de ti!—Explico feliz de la vida, que conste que ella solo dijo “No te preocupes” y eso no abarca un “No le dire a nadie tu secreto”.
La sangre le subía a la cara al albino, quien se agarró el mentón pensativo y nervioso, analizando el comportamiento de Gon en todo este tiempo, aun no le hallaba sentido y credibilidad.
—E-Es imposible…
—¡Mooo! ¡Si no me crees ve a preguntárselo!—Puso un Mohín debido a la mirada anonadada del mayor quien todavía procesaba todo.
—(Siempre me dijo que me quiere, pero no creí que fuera de ese tipo de afecto… maldita sea con ese mocoso, siempre como un cachorrito dando y buscando mimos a todo minuto, no sé cuándo lo dice en serio, a menos que siempre lo haya dicho en serio… aguanta ¿Entonces por qué se guardó todo eso?) ¡Agh! ¡Esto es imposible!—Se quejó fastidiado mientras se ponía de pie bajo la mirada curiosa de la otra.
—¿A dónde vas?
—A confirmar si lo que dices es cierto.
—Está bien ¡Diviértete!
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Gon entro en la ducha, abrió la llave para el agua tibia, y mientras sentía el agua recorrer su piel y su cabello caer por la humedad empezó a pensar en lo ocurrido durante el día, desde haber conocido a Mikoto, la charla con Alluka, y sus sentimientos por Killua…
Un suspiro salió de su boca ¿Y ahora qué? Ha perdido muchas cosas en la vida, y soportado golpes fuertes, de esos que hacen que te suicides. Gon es fuerte, sin duda lo és, tanto física como mentalmente, es muy fuerte, pero la cosa cambia si se trata de Killua, él no lo veía como un monstruo, ni mucho menos una amenaza, y a pesar de que le pedía uno que otro capricho que se le ocurriera, él lo veía simplemente como Gon, su especial primer y mejor amigo, por eso es que lo quería tanto, por eso se enamoró de él… y por eso no quiere hacer nada que haga que lo pierda…
—Killua…—Murmuro cerrando los ojos y sintiendo el agua recorrer su cara, sus hombros, su pecho, unos brazós posesivos mojándose mientras se enrollaban en su cintura… aguanta ¡¿BRAZÓS?!—¡NO! ¡ESO SÍ QUE NO! ¡FANTASMAS VIOLADORES NOOO!—grito para el colmo de su paciencia, por instinto agarro lo más cercano que tenía para defenderse lo cúal era una pastilla de jabón (De olor a limón para los curiosos) y estaba listo para apuñalar a lo que sea que tenía atrás suyo.
—Jeje ~Boooh~—Susurro una voz juguetona y burlona la cual reconoció muy bien.
—¡¿Killua?! ¡Por dios! ¡Un día de estos me vas a matar!—Regaño todavía agitado por el susto y molesto por las risillas que escuchaba contra su oído.
—¡Jajaja! ¡Vamos! ¡Sé que soy pálido pero hay que estar muy mal de los ojos para confundirme con un fantasma!—Reía sin soltar la cintura del moreno quien lo miraba molesto—¡Y por favor baja ese jabón! ¡No quiero morir a punta de enjabonadas por el! ¡Jajaja!—Gon bufo por lo bajo fastidiado por el comportamiento de su amigo, los años no le habían lo bromista, mira que ocurrírsele asustarlo justo cuando estaba en el baño… duchándose… bajo el agua… desnudo… desnudo… ¿Desnudo?… ¡DESNUDO!
—¿Ki-Killua?—Al fin había recordado la situación en la que estaba y no podía estar más sonrojado y avergonzado, en un intento por soltarse del agarre en su cintura y alejarse posó sus manos en los brazós ajenos pero estos estaban firmemente sujetados—¿Qu-Qué haces?
—¿Sabes?...—Susurro mientras lo acercaba más hacia él y olía mejor su fragancia, el tenía su camiseta sin mangas y su pantalón a diferencia del moreno que estaba totalmente expuesto y vulnerable—estaba realmente celoso…
—¿Eh?...—Pronuncio confuso mientras procesaba mejor la pregunta—de… ¿Mikoto y yo?—pudo ver su sonrisa divertida por el reflejo de la pared frente a él, una sonrisa que hiso florecer sus nervios.
—De Alluka—Gon lo miro de reojo sorprendido.
—¿Alluka chan? Pero Mikoto ni la miro—El albino rió de buena gana.
—No por eso, sino porque ella pudo tocarte antes que yo—Al decir eso empezó a mover sus manos arriba y abajo, acariciando la piel de manera lenta y hasta un poco tímida—en verdad se siente bien…—ronroneo en la oreja del moreno quien no pudo evitar temblar.
—¿E-Eh? ¡Ah!—Su piel empezó a erizarse al sentir como las caricias se intensificaban—e-espera…
—¿Te molesta?—Pregunto ahora contra su cuello miando la cara del moreno por el reflejo de la pared.
—N-No p-pero—Balbuceo volviendo a estremecerse, lo acariciaban desde el pecho hasta el vientre de manera lenta y sensual, se sentía tortuosamente bien—Nnn…—gimió por lo bajo haciendo que las caricias tomaran más confianza. Killua en algún momento pasó de oler su cuello a plantarle pequeños besos, se podía sentir algo de ansiedad a través de ellos—nahh… Ki-Killua…—dijo con dificultad debido a las sensaciones que nublaban su mente. Puso sus brazos contra la pared ya que sentía que podía caerse en cualquier momento y a pesar de que todavía estaban bajo la regadera sentía mucho calor, tenía los ojos entre abiertos y las mejillas sonrojadas, su boca dejaba escapar suspiros y trataba de contener los gemidos lo mejor que podía, todo eso lo podía ver Killua y no podía disfrutarlo más… ¿O quizás sí?—¡Aahh! ¿Ki-Killua?—una de esas manos pálidas bajo mucho. Demasiado, hasta hacer crispar todo su cuerpo—Ahnn… ¿Qu-Qué haces?
—¿No puedo?—Pregunto con voz provocativa contra su oreja.
—Ahh…—Volvió a gemir sin poder evitarlo cuando empezaron a frotarlo, al principio fue lento pero después fue aumentando la velocidad y ya no podía contener sus gemidos.
En algún momento el albino empezó a morder su cuello y hombros, escuchando los quejidos que provocaba su acción, por un momento paro, se relamió los labios, para fijar su vista en el reflejo que mostraba la pared frente a él.
—Te ves obsceno—Dijo con una sonrisa cansina, Gon tenía los ojos cerrados dejando escapar gemidos y jadeos excitados, con sus brazos contra la pared y temblando por lo bajo, solo Killua podía verlo así…
—Ahh… pa-para… yo…—Decia por lo bajo casi en un susurro pero que el albino escucho muy bien, acto seguido aumento el ritmo de su mano. El moreno gimió sonoramente—¡Ki-Killua-Ahh! (¡Esto es malo! ¡Esto es malo! ¡Esto es malo! ¡Esto es malo!) Nahh—ya estaba llegando a su límite y esa mano no tenía ninguna intención de parar, la verdad lo hacía cada vez con más ganas—ahh n-n puedo más…—dijo en un lloriqueo por lo bajo, después dejo salir ese nudo que se había alojado en su vientre desde que inicio todo.
Acto seguido Killua se alejó de Gon soltándolo, y observo como este caía de rodillas, jadeando fuertemente con los ojos cerrados y las mejillas rojas. Mientras observaba el tentativo escenario frente a él se lamió el contenido de su mano y sonrió.
—Gon quiero más—El moreno lo miro de reojo con los ojos entre abiertos y sonrojado, ahora podía ver la mirada hambrienta azulada—pero no ahora—después se retiró tranquilamente dejando la escena del crimen y a una víctima en shock.
Gon se quedó ahí, mirando su reflejo sonrojado y su miembro temblando levemente, aun no se creía lo que acababa de pasar…
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—¡Oi! ¡Oye cachorro!—Llamo Mushu mientras daba golpecitos al bulto debajo de la manta junto a Clu—¿Qué te sucede Gon? Tus insomnios nunca te habían puesto así, ni siquiera de pequeño—dijo intrigado y preocupado, el moreno había estado raro desde que salió del baño, incluso cuando estaban viendo la tele el estaba distante y sonrojado.
—Mu… shu…—Murmuro con voz sombría mientras levantaba ligeramente la manta para mostrar su mirada oscura.
—¿Ca-Cachorro? ¿Es-Estás bien? Tu mirada está asustando a Clu—Balbuceo nervioso mientras se escondía detrás del osito de peluche que miraba curioso la expresión sombria del moreno, mostraba estrés y confunción, como si buscara el sentido de algo.
—Estoy bien chicos, es que… hoy fue un día de muchas sensaciones—Dijo mientras un ligero sonrojo se posaba en sus mejillas, para no rememorar por enésima vez lo que le sucedió cambió de tema—¿Por qué me llamabas?—el gato se volvió a posicionar a lado del oso y tosió para acomodarse.
—Eh visto a Killua salir del departamento de manera sospechosa—Decía de manera directa al moreno quien lo miro con una ceja arqueada.
—¿Sospechosa?
—Sí, se llevó su celular y se fue a un lugar alejado de aquí—Detalló bajo la mirada de preocupación del otro.
—Llamara a alguien…
—No creo que ese “alguien” le caiga bien, tenia una mirada de perros, cachorro, mi instinto me dice que hay algo raro en eso.
—¿Raro? ¿A qué te refieres?—Dijo un tanto grave con el entrecejo fruncido.
—No me mires así, siempre te eh dicho que Killua es un chico malo—Se justificó debido al notorio enfado que causo sus palabras en el moreno—tengo la sensación de que está ocultando algo…
—¿Algo como qué? Killua nunca haría algo malo—Hablo un poco molesto y el minino se encogió de hombros.
—¿Quién sabe cachorro? Tus instintos son más agudos que los míos, si ellos están tranquilos con lo que te dije pues ignorame y has como que no he dicho nada—Finalizo ante el silencio del moreno, este en seguida se levantó de la cama.
—Saldré a ver…—Dijo para después retirarse, cuando cruzo la puerta Clu miro fijamente a Mushu…
—¡No me mires así! Yo solo quiero cuidarlo, si tu hubieras visto su conducta también tratarías de advertir a Gon—Clu miro confundido su expresión pensativa— Killua está ocultando algo…
Gon tomo una chaqueta y salió del departamento, si bien no le gusto la forma en que se lo dijo, las palabras de Mushu si que captaron la atención de su sentido especial de monstruo. Confiaba en Killua, él no está ocultando nada, pero no estaría en paz hasta confirmarlo y además… ¿No debería hablar con él sobre lo que sucedió en el baño? Sus mejillas enrojecieron, pensándolo mejor solo mirara a escondidas al albino, solo para ver que todo esté bien. Gon activo su poder y busco la presencia de Killua, en realidad no estaba lejos del departamento, lo ubico en el techo del edificio.
Se apresuró por el pasillo para llegar a las escaleras, y subió un par de pisos hasta llegar a la puerta que daba al techo del edificio de departamentos, trago grueso y con mucha cautela abrió la puerta divisando a la persona que buscaba. Killua estaba de espaldas mirando hacia los demás edificios, el viento de la noche movía su cabello y su ropa holgada, hablaba con alguien por teléfono y se veía realmente serio, esto preocupo a Gon, que como agudizo sus oídos para escuchar la charla.
—Gon lleva desaparecido una semana, la CIA lo está buscando por todos los rincones posible pero han borrado muy bien su rastro—Dijo la voz por teléfono mientras Killua sonrió de manera astuta.
—¿Ehhh? ¿Se llevaron a Gon? Valla, no creí que a la CIA se le perdían los monstruos.
—No se le perdió, lo secuestraron, o es lo que querían hacer ver…—Corrigió la voz de manera grave—de alguna manera falsificaron una orden del presidente Pariston en donde decía que Hisoka debía salir a una misión urgente y que dejarían la tutela de Gon en las manos de un cadete muy bien entrenado, sin embargo tanto el presidente Netero y su secretario Beans se dieron cuenta de la trampa y mandaron a los mejores oficiales a atraparlo, pero el resultado termino con ellos inconscientes en el suelo de un cuartel hecho añicos y Gon siendo secuestrado por dos hombres de negro enmascarados y en una camioneta gris—explicaba los detalles de manera seria y grave a un Killua que bostezaba aburrido.
—¿Y tú me dices esto para…?—Hablo con desinterés pero se escuchó una risa del teléfono, una risa que Gon conocía muy bien.
—Uno de los mechones de tu cabello sobresalía de tu mascara Killu.
—No sabes cuantos albinos hay en este mundo—Otra risa se escuchó.
—Pero solo tú tienes un cabello tan lindo y rebelde—Dijo a lo que Killua fruncía el entrecejo—sé que fuiste tú quién se llevó a Gon, Killu, no esperes salirte con la tuya como siempre—acto seguido colgaron. Killua miro con desdén el teléfono y lo guardo, para después suspirar sonoramente.
—Gon sé que estás ahí—Dijo con voz de fastidió y volteando a ver en la dirección en que estaba el nombrado. Gon trago grueso y un tanto apenado salió por la puerta.
—¿Sabías que estaba aquí?
—Sentí tu presencia cuando te alteraste por un momento, además supuse que vendrías a buscarme por la forma tan desconfiada en que me miro tu gato ninja.
—No desconfía de ti, es que se preocupó al verte salir…
—Seguro que si—Gon no era un genio pero supo que esas palabras eran con sarcasmo puro, quizás Killua y Mushu no se llevaban tan bien como él creía.
—Lo siento… estás en problemas por mi culpa.
—¿Por qué? Tú no me obligaste a nada—El moreno agacho la mirada con ojos triste.
—Si no fuera lo que soy…—Con delicadeza Killua tomo el mentón de Gon para que se vieran a los ojos, sonrojándolo un poco.
—Eres Gon y eso es suficiente.
Para variar unos nervios se alojaron en el pecho de Gon, esos orbes azules lo miraban fijamente, como viendo a través de él…
—Etto… ¡Me-Mejor regresemos! ¡Hace frío!—Mintió, no podía tener más calor, más cuando la mano que estaba en su mentón fue bajando hasta llegar al cierre de su chaqueta.
—Llevas puesto el pijama…—Dijo para si mismo mientras bajaba lentamente el cierre de la chaqueta de Gon quién trago grueso.
—¡E-Es que tenía prisa por encontrarte! Y-Yo—El cierre ya estaba hasta abajo y la chaqueta se separaba dejando ver la pijama que llevaba por debajo.
—Estás cálido—Sonrió de manera seductora mirando el rostro sonrojado de Gon.
—B-Bueno…—Mumuro nervioso pero de repente el mayor lo abrazo por los hombros sorprendiéndolo—¿Ki-Killua?
—Siento… que estoy cruzando una línea de la que no podré volver…—Susurro distante confundiendo al menor.
—¿Cual línea?
—Terminare haciéndote daño…—Abrazó fuerte al moreno quién no entendía de lo que hablaba.
—Killua ¿Qué tienes?—Dijo preocupado pero el nombrado se separó de él y le dio la espalda para soltar un sonoro suspiro.
—No es nada, ignóralo—Se dispuso a dirigirse a la puerta para irse pero esta vez fue un abrazo lo que lo sorprendió a él—Gon…
—Tú nunca me harías daño…—Abrazo más fuerte al albino y apoyó su cara en su espalda.
—Tch ¿De verás lo crees?—Pronunció el albino con notorio enfado, no con el moreno sino consigo mismo, le molestaba el sentimiento de culpa que se alojaba en su pecho cada que Gon era tan bueno con él…
—¿Killua?—El nombrado se volteó y lo miro con un semblante oscuro, antes de que pudiera decir algo Killua lo tomo por el cuello y lo empujo hasta que su espalda choco contra la pared—¡Ack! ¿Ki-Killua?
—Gon—Llamo con voz grave mientras acercaba más su cara a la del nombrado, hasta estar muy cerca, hasta que sus alientos chocaran entre si—¿En serio crees que no puedo hacerte daño?—Gon lo miro a los ojos dudoso, su mirada azulada como el cielo ahora estaba negra como un mar de noche.
—¿Quieres… hacerme daño?—Pregunto con un tono de voz inocente y una mirada curiosa. Killua sonrió por ese gesto tan característico en Gon.
—¿Quién sabe? No puedo controlarme—Soltó el agarre en el cuello del menor quien lo miraba no entendiendo nada, lentamente posó sus manos en el rostro de este—deberías alejarte de mi mientras aún puedes…
—¿Eh?—Sin poder decir algo más Killua rompió el poco espacio que quedaba y unió sus labios en un beso. Era pausado y tranquilo, pero era más que suficiente para dejarlo paralizado y con la mente en blanco, pero tan pronto empezó termino. El albino se separo un poco de él y se miraron a los ojos.
—Gon yo…
—Killua te amo—Muerte súbita y corazón disparado, no se sabe quien estaba más shokeado, si el tomate con cabellos negros parados o el espectro transparente frente a él—ehh… ahh… unh…—“joder en verdad lo hiciste” escucho una voz en su interior y la verdad es que tampoco creía lo que acababa de pasar, el pánico se apodero de él al ver la mirada incrédula de Killua, es obvio que no se lo esperaba—¡Aaaahh!
—¡¿Go-Gon?!—El nombrado grito frustrado y avergonzado mientras se dejaba caer de rodillas tapándose la cara con las manos, lloriqueaba por lo bajo arrepentido.
—¡Lo siento Killua! ¡No puedo ni mirarte a los ojos!—Dijo mientras negaba con la cabeza bajo la mirada de sorpresa del albino.
Killua suspiro tratando de recuperar la compostura, sabía que Gon le correspondía gracias a su confiable hermana y por haberlo confirmado en ese “caluroso baño”, pero jamas espero que Gon se le confesara así tan de repente. Se agacho a la altura del moreno para volver a estar cara a cara…
—Oi Gon—Llamo a lo que el aludido lo miro con ojos llorosos y sonrojados, sonrió de manera provocativa—¿No quieres mi respuesta?
—¿Tú… respuesta?—Balbuceó nervioso y antes de que pudiera hacer nada Killua volvió a apropiarse de sus labios, pero esta vez fue un beso con mucha más intensidad, tanta como para sentir que le robaban el aliento, sin poder contener los ligeros gemidos que emitía. Killua lentamente posicionaba sus manos en la cintura del moreno, para evitar que se alejara, separaron sus labios respirando agitados y enseguida Killua lo abrazo fuerte, empujándolo contra el piso y sorprendiendo al moreno—¿Ki-Killua?
—Gon… te dije que quería más—Susurro en su oído de manera provocativa.
Gon sintió un latido en su pecho y como sus mejillas ardían, sin embargo eso no lo detuvo para abrazar fuerte al mayor.
—Killua te amo…—Susurro un tanto tímido y cerrando los ojos.
El albino volvió a besar al menor, mientras sus manos empezaban a acariciar la cintura del moreno y este gemía por lo bajo, el beso fue tomando intensidad cuando sus lenguas se tocaban entre si, una era dominante y desenfrenada, la otra sumisa y complaciente. Por falta de aire tuvieron que separarse pero un hilo de saliva unía sus boca, entonces Gon se dio cuenta que los botones de su pijama se hallaban desabrochados mostrando su torso. Killua empezó a repartir besos desde su mejilla hasta su cuello, sacándole sacudidas involuntarias y suspiros intranquilos, pero soltó un sonoro gemido cuando sintió una mordida en su hombro, el albino se relamió los labios con una mirada hambrienta.
—¿Ves? No puedo evitar hacerte daño—Gon lo abrazo por los hombros y enredando sus piernas en la cintura del otro.
—Si es Killua… está bien…—Susurro en su oído pero se estremeció al sentir como las manos del albino tocaban y torcían sus pezones.
—Me lo haces difícil al ponerlo tan fácil…
—Nahh—El mayor bajo hasta su pecho dejando un camino de besos y deteniéndose en uno de los pezones del moreno, uno se retorcía en su mano y el otro era presa de su boca, el menor se retorcía bajo él estremecido por esas sensaciones desconocidas—Killuaaaah…—el albino bajo hasta su vientre donde planto lamidas y mordidas, Gon solo podía gemir y estremecerse pero todo su cuerpo crispo cuando una de esas manos pálidas se metió dentro de su pantalón tocando su miembro—ahh… n-no…
—¿A no?—Pronuncio sensual y divertido al mover su mano haciendo que el cuerpo bajo suyo se estremeciera nuevamente, bajo hasta que su respiración toco esa zona sensible haciendo temblar al moreno.
—Ahh… es-espera…—Pidió avergonzado pero no le hicieron caso alguno, un gemido escapo de su boca y su espalda se arqueó para el deleite visual del albino. Gon gemía y se sacudía sin poder evitarlo, lo que paso en el baño no se comparaba con esto—Ki-Killuaaahh y-yo n-no puedo nahh—sus palabras solo causaron que el ritmo de las lamidas aumentaran, soltó un gemido más sonoro que los demás y cerró los ojos no queriendo ver lo que sucedió. Killua solo le sonrió con un hilo blanco corriendo por la comisura de su boca.
—Eres mío Gon…—Susurró en su oído a lo que el nombrado sintió un escalofrío en su cuerpo. Killua termino de bajar el pijama del moreno y se posicionó entre sus pierna, luego dirigió una de sus manos a la mejilla del menor quien entre abría los ojos—¿Tengo que decirte lo que voy a hacer?—pronunció contra la piel del moreno con mirada expectante. Gon lo observo con ojos llorosos y dejo que los dedos del albino se metieran en su boca, lamió y humedeció de manera lenta como si fuera otra cosa. Killua sacos los dedos bien mojados—esto puede doler—dijo advirtiéndole, acto seguido introdujo un dedo y Gon se sobresaltó.
—Ah…—Pronunció por lo bajo mientras sentía como se movía el dedo dentro suyo, y cuando sintió que se acostumbraba un segundo dedo entro sacándole un gemido bajo, respiraba agitado al sentir que se movían en tijeras y en círculos, en algún momento empezó a disfrutarlo, en algún momento empezó a querer más…—ahh… n-no… no quiero tus dedos Nnn…
—Así se habla—Dijo con una sonrisa socarrona, se bajó los pantalones junto a la ropa interior dejando mostrar su miembro bastante despierto, y se acomodó mejor entre las piernas del moreno.
—¡Ahahhaa!—De una embestida lo habían penetrado, no sabía si le dolía o si estaba muriendo de tanto placer. Los brazos del mayor se posicionaron a cada lado de su cabeza, jadeaba agitado y sus parpados entreabiertos mostraban unos ojos opacos.
—Neeeh Gon—Murmuro un tanto distante mientras se acercaba más al menor—no sé si pueda aguantar mucho…—hablo de manera provocativa y el menor gimió bajito. Después de un momento de jadeos sin permiso alguno empezó a embestir fuerte al menor, quien en respuesta gemía y se retorcía debajo él.
—¡Ahaaahaa!—Grito sin poder contenerse, ya su mente estaba nublada y su cuerpo estaba sin fuerza mientras daban inmisericordiamente contra él, pequeñas lagrimas salían de sus ojos al sentir que daban en un punto sensible, se sentía tan bien…
—¡Ngh! ¡Go-Gon!—Dijo por lo bajo sintiendo su cordura desvanecer, en un momento tómo las caderas del más bajo las atrajo hacia si para penetrarlo más profundo, sacándole un último grito de placer al menor, y haciendo que este fuera el clímax de ambos. Se dejo caer encima del moreno jadeando exhausto en su oído—Gon siempre estaré contigo… (Aunque tú no quieras) jamás te abandonare… (Incluso si quieres escapar de mí) ¿De acuerdo?... (Realmente no me importa tu respuesta)—susurro sin que el moreno notara su mirada negra, Gon lo abrazo con cariño y cerrando los ojos, esbozando una sonrisa por lo bajo…
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En un cuarto grande con paredes blancas, el vicepresidente caminaba frente a un grupo de personas ordenadas en filas bajo la mirada de Netero y su secretario.
—Como ya sabrán, nuestro agente más importante lleva desaparecido una semana—Decía con su usual sonrisa—alguien muy astuto planifico todo esto, hasta el punto de falsificar mi firma, amenazar a algunos miembros superiores y enviar a los supervisores Hisoka e Illumi lejos—finalizo posicionándose en la mitad de la fila—Dr Leorio Paladiknight, agente Mishiko Himuro, supervisores: Kurapika, Illumi e Hisoka, quiero que me digan todo lo que sepan—los nombrados permanecieron con expresiones serias mirando al frente.
—Ya hemos dicho lo que sabíamos ¿No?—Agrego Leorio mirando de reojo al vicepresidente quien le sonrió ampliamente.
—¡Debe haber algo que se hayan guardado! Después de todo ustedes son las personas que más conocen a Gon Freecks—Dijo de manera carismática a pesar del semblante oscuro de todos—seguro les sorprendió tanto o más que a mi cuando ese “famoso novato” secuestro al todo poderoso monstruo Freecks.
—¿Así que confirmaron que el novato lo secuestro?—Añadió Illumi de manera inexpresiva.
—Forma parte de un plan, o quizás sea el que forma el plan—Se acercó más al peli largo hasta estar frente a este—¿Sabes Illumi san? He estado pensando todo esto y hay algo que no encaja, tiene sentido que se deshicieran de Hisoka san ya que es el supervisor de Gon, y uno de los más fuertes y capaces—dijo notando la mirada fija del nombrado sobre ellos—pero ¿Por qué deshacerte de ti también? ¿Qué tienes que ver en esto?
—¿Quién sabe? Quizás sabían que yo era el anterior supervisor de Gon y pensaron que trataría de impedir su secuestro—Explico de manera desinteresada y el vicepresidente sonrió.
—¡Es eso lo que no encaja! Tú nunca te negarías a que alguien secuestrara a Gon y que se lo llevaran lejos, a menos…—Pariston miraba sonriente los oscuros ojos de Illumi—de que eso dependa de quien se lo haya llevado… quizás esa persona sabía que estarías en contra e intentarías impedirlo a toda costa, y por eso te mando lejos, quizás esa persona sea la causa de tu odio hacia Gon Freeckss…—Pariston sonreía ampliamente, por que podía sentirlo, el tenso aire en el ambiente y las miradas fijas de todos lo presentes, algo en su interior le dijo que había acertado con sus palabras—¡Muy bien!—dio media vuelta y aplaudió—¡A partir de ahora cualquier información omitida sobre Gon Freecss será severamente castigada! Pueden irse con eso en mente—finalizo feliz de la vida mientras lo presente se retiraban, solo quedaron él, Netero y su secretario—Netero san—el nombrado lo miro de reojo—por favor llame a esa persona—Beans trago grueso y Netero se rascó la barba.
—No creo que tenga que ver en esto, hace tres años que no pisa por aquí—Dijo pensativo y Pariston rió.
—Yo tampoco, pero creo que es el único que puede encontrar a Gon Freeckss, veamos si a Ging Freecss le entra el instinto paterno.
Lejos, en un edificio a lo alto de un techo, un joven vestía túnica con capucha blanca de donde sobresalía un cabello rojo, liso y cortó hasta el hombro, tapaba con un vendaje su frente y sonrió de manera astuta.
—Creo que es hora de que haga mi aparición.
Continuará…
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