lunes, 18 de abril de 2016

Capítulo 4: Killua.

—Te vez contento últimamente, Killua.

—¿Tú crees Bisky?

En un cuarto tranquilo con las paredes marrones y en la esquina había un escritorio con una computadora, y junto a la ventana había un sillón rojo en el que estaba acostado, con los brazos detrás de la cabeza demostrando despreocupación, un pequeño niño albino con ropa escolar y a un lado estaba una chica rubia sentada en una silla, su pelo es lizo sostenido en dos coletas y llevaba puesto una bata de doctor más unos lentes en sus ojos rozas.




—Sip, estas de mejor humor ¿Te ha pasado algo bueno?—Pregunto curiosa al pequeño frente suyo y el otro solo se encogió de hombros.






—Nada fuera de lo común realmente—Miro desinteresadamente por la ventana y la chica suspiro, para su edad era un niño muy reservado por lo que tenía que insistir para sacarle algo.






—¿Nada nuevo?






—Nop.






—¿Y tus compañeros de la escuela?






—Los odio como siempre.






—¿Tus maestro?






—Me tienen miedo.






—¿Tus hermanos?






—Que se mueran todos excepto Alluka.






—¿Tus padres?






—Vivos creo.






—¿Amigos?






—¡Ah! Ahora que lo dices.






—No jodas ¿En serio?—Miro incrédula al menor, estaba muy segura de que le iba a decir ninguno.






—Me hice amigo de un chico llamado Gon.






—Killua esto es por tu bien, no está bien mentir en terapia—Le recordó con una mirada estricta y el otro la miro con el entrecejo fruncido.






—No estoy mintiendo vieja—Recibió un almohadazo en toda la cara que se lo había lanzado la rubia que ahora tenía una venita palpitante en la frente.






—Explícate mocoso—Killua se sobo y volvió a acostarse mirando el techo.






—Como dije se llama Gon y es ahora mi amigo.






—¿Estudia en tu colegio?—Ahora Killua se sentó de manera brusca para mirar ferozmente a la chica.






—¡Gon no es ninguno de esos ineptos come mocos que se hacen llamar mis compañeros de clases!—Advirtió muy molesto pero Bisky ni se inmuto por su conducta solo mostro interés.






—Y tu recuerda que para tu edad eres muy inteligente por lo que has avanzados grados y tus compañeros ya no son unos niños, son mayores que tu recuerda eso—Explico tranquilamente a lo que el albino chasqueo la lengua.






—Aun así no compares a Gon con esos mocosos, él es mucho más inteligente, amable y divertido que todos ellos juntos—Declaro mientras se volvía a acostar en el mueble bajo la mirada de picardía de la otra.






—Ojojo es la primera vez que te escucho defender a otro ser humano que no fuera tu hermana menor—Ante su comentario Killua se ruborizo un poco y miro a otro lado avergonzado.






—Es porque Gon es diferente—La chica puso sus codos en sus rodillas e hizo un puente con las manos para mirar con una sonrisa de interés al menor.






—Cuéntame de él—Killua miro al techo recordando las características físicas y personales de su primer y único amigo.






—Bueno… tiene mi misma edad pero aun así habla muy bien el japonés y toca muy bien el piano—Bisky abrió la boca un poco sorprendida.






—¿Así que es un súper dotado como tú?


—Si.






—¿En dónde estudia?






—En ningún lugar.






—¿Eh?






—Su familia no podía pagar su educación por lo que Gon nunca ha pisado un colegio ¿Qué suertudo no crees?—Sonrió al ver la expresión alarmada de la chica.






—¿Y cómo es que sabe tanto?






—Gon aprendió a leer con un libro de primaria viejo que tenía en su casa, después leyó todos los libros de una biblioteca pequeña de la aldea en done vivía, aprendió desde historia, biología, lenguaje y matemáticas aunque en este último solo aprendió lo básico ya que no le gusta mucho—Recordó aquella vez en que le enseño un problema matemático al moreno y a este hasta humo le salió por las orejas tratando de analizarlo—la verdad a él solo le gusta las cosas relacionadas con la naturaleza.






—Y dime…—Pronuncio un poco intrigada—¿Y los padres de Gon?






—No tiene—Respondió tranquilamente ante la sorpresa de la rubia—Gon nunca conoció a sus padres, al parecer fue abandonado en la puerta de la casa donde vivía una tal Mito y una anciana llamada Abe, ellas lo criaron hasta que fueron asesinadas—explico tranquilamente bajo el desconcierto de la otra.






—¿A-Asesinadas?






—Si, no lo entiendo muy bien pero un ladrón entro a la casa durante la noche y las mato.






—Que horror… ¿Dónde vive Gon ahora?






—Conmigo—Ahora la rubia pego su espalda al mueble muy sorprendida.






—¡¿Qué?!—El albino vio su cara anonadada y supo que tenía que explicarse mejor.






—Él vive en la parte más apartada de la mansión para que no notemos su presencia, aunque vivamos en el mismo lugar no es que coma conmigo y duerma en mi cama… por desgracia—Murmuro bajo para que la rubia no lo escuchara, esta estaba muy metida en sus pensamientos.






—¿Y cómo es posible que tu mama lo deje quedarse en la mansión? —Pregunto mirando muy alarmada al menor, ella conocía la personalidad de Kikyo Zoldyck y sabía que esa mujer tiene un gran rechazo a las personas pobres, ¿En qué momento se volvió tan blanda como para adoptar a un niño huérfano?






—Bueno fue mi padre quien trajo a Gon, y ya sabes, cuando mi viejo habla los demás callan, sobre todo cuando se trata de llevar a su hijo al psiquiatra—Esto último lo pronuncio entre dientes un poco malhumorado, sim embargo las dudas de Bisky seguían en su mente.






—¿Y por qué lo trajo a vivir con ustedes?






—Mi padre dice que Gon tiene algo especial que debe estudiar de cerca—Respondió cortante, no le dijo la verdad a la otra debido a que le había prometido al moreno de que no le diría a nadie sobre sus poderes especiales, igual la chica no iba a meterse mucho en el asunto así que cambio a un tema igual de importante.






—¿Cómo se tomó tu familia la presencia de Gon?—Su pregunta hizo pensar a Killua.






—Pues Alluka le cogió cariño y juega con el cada que puede, mi padre y mi abuelo lo estudian y siempre dicen que es un chico interesante, Milluki lo detesta ya que lo volví mi cómplice para hacerle bromas, mi madre hace lo imposible por ignorarlo pero se le dificulta mientras que a Kalluto le da igual aunque se sonrojo cuando le dijo que le quedaba bien los kimonos y ahora Illumi…—su mirada se tornó un tanto seria y la chica lo noto.






—¿Qué pasa con Ilumi?






—Él se la pasa vigilándolo y no lo deja juntarse conmigo hasta el punto de que tengo que secuestrar a Gon para poder estar con él unos minutos antes de que nos encuentre—Explico con el entrecejo fruncido cosa que hizo sonreír pícaramente a la otra.






—Valla veo que eso te irrita—El albino la miro debido a su comentario tan extraño.






—Por supuesto que sí, ser su amigo me da el derecho de pasar tiempo con él—Declaro a lo que la otra soltó una risita.






—Cuando lo dices de esa manera suena a otra cosa—Comento con una sonrisa que extraño al albino.






—¿A qué te refieres?—Justo cuando la chica iba a responder sonó un reloj ruidosamente.


—Bueno creo que lo dejáremos para la próxima visita—Dijo mientras se levantaba al mismo tiempo que el niño.


—¿Qué dice doc? ¿Estoy mejorando?—Pregunto con una sonrisa gatuna a lo que Bisky acomodaba unos papeles del escritorio.


—Bueno esta vez no te quedaste dormido así que es un comienzo—Mencionó tranquilamente a lo que caminaba hacia la salida—tienes que ir a la escuela ¿Verdad?—abrió la puerta para dejar salir al menor—vamos date prisa—el niño camino tranquilamente hasta quedar al lado de ella.


—Adiós Bisky, nos vemos mañana.


—Hasta luego Killua, pórtate bien.


—No prometo nada—Dijo con una sonrisa mientras finalmente salía de la habitación, Bisky cerró la puerta y quedo un momento pensativa.


—Es un buen niño pero a este paso podría volverse un terrible psicópata peor que cualquier integrante de su familia—Decía mientras suspiraba cansada pero su mirada se volvió preocupada—con suerte ese tal Gon podría ser la medicina que necesita pero… con el tiempo podría volverse adicto a él…


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El pequeño albino caminaba tranquilamente fuera del edificio donde estaba el consultorio de la psicóloga, el todavía pensaba en lo que le había dicho la rubia…


—¿Qué quiso decir con que parecía otra cosa?—Murmuro para sí mismo pero luego suspiro—al fin al cabo es una anciana que dice muchas cosas—dijo mientras cruzaba la calle.


Por suerte su instituto estaba muy cerca así que solo camino un par de calles hasta llegar al fin, podía ver el edificio rodeado por una cerca y varios estudiantes que entraban, nuevamente suspiro pero esta vez con fastidio pues al entrar muchos alumnos se le quedaron viendo y murmuraban cosas, incluso podía escuchar un par de chicas como de catorce años chismosear sobre él.


—Oye mira ese es el chico que secuestro al maestro.


—¿Ehh? ¿El? Pero si es muy lindo ¿En qué grado de primaria va?


—Él está en la sección a nuestro lado.


—¿Qué? ¿Ósea que vamos al mismo nivel? Pero si es tan pequeño.


—Sí, parece que es uno de esos súper dotados por lo que lo adelantaron varios niveles pero ¿Sabes? Yo creo que los profesores de primaria le tienen miedo y por eso lo avanzaron para deshacerse de el.


—A pesar de que es tan lindo y pequeño fue capaz de hacer esas cosas horribles…—Esas chicas hablaban en vos baja pero aun así el albino podía escucharlas perfectamente.


—(Ugh son unas metiches)—Pensó un poco malhumorado pero cuando vio un aspersor de agua sonrió divertido y camino disimuladamente hacia a él, siendo seguido por el par de chicas habladoras, le dio una ligera patada y siguió su camino y cuando las jovencitas se acercaron la maquina reventó dejando escapar un gran chorro de agua mojándolas, Killua rio divertido y se metió al fin al instituto.


El lugar era grande así que subió un par de escaleras para poder llegar a su salón, se sentó en su asiento que estaba junto a una ventana y mientras miraba a través de ella recordó la pequeña bromita que le hizo a esas chicas, una sonrisita apareció en su carita y soltó una risita pero duro poco ya que había llegado el profesor, por regla todos los estudiantes se levantaron para saludar y se volvieron a sentar. El sensei se dirigió al escritorio que estaba al lado del gran pizarrón justo en frente del salón, con mirada estricta se dirigió a los alumnos.


—Hoy tenemos examen sorpresa—Declaro tranquilamente bajo la sorpresa de todos, en seguida empezaron las quejas y los murmullos de lamentos entre los jóvenes sin embargo Killua solo bostezo aburrido. La prueba era de matemáticas, tenía ecuaciones, raíces cuadradas y gráficos pero eso no era problema para el pequeño albino, tan solo le tomo unos minutos terminar y se lo entrego al profesor bajo la mirada de todos los alumnos. A la hora del almuerzo publicaron los resultados en un pizarrón del pasillo fuera del salón, el apellido Zoldyck estaba en la cima como la puntuación perfecta cosa que se le hizo indiferente al niño, sim embargo a dos jóvenes un poco mayores no les hizo gracia alguna. Lo siguieron hasta los baños para que estuvieran solos y con sonrisas mal intencionadas se acercaron a él.


—WoW ¡Killu chan estas en el número uno otra vez!—Dijo en forma burlona uno de los jóvenes, era gordo y tenía granos en la cara, el chico a su lado era más delgado y más alto con una sonrisa se puso en frente de Killua mientras que su amigo atrás de él rodeándolo.


—Dinos ¿Cuál es tu secreto?—Dijo el más alto a lo que Killua solo suspiro y lo miro con obviedad.


—Suerte—Sonrió Inocentemente a lo que el más gordo rio divertido.


—Jaja ¿Tuviste suerte sacando la calificación más alta?


—Nop—Corrigió alzando un dedo—suerte de que fui bendecido con un cerebro que no necesita ponerse bajo el estrés de estudiar a diferencia de otros seres inferiores que tienen que estudiar horas y horas solo para lograr pasar el examen apenas—explico sonriendo divertido ante las miradas de furia de los mayores.


—¿Nos llamaste seres inferiores?—El más alto se acercó a Killua el cual fingió una cara de miedo.


—O no, no, no—Pronuncio negando con la cabeza bajo las miradas de los otros—ustedes están en el grupo de los idiotas, acomplejados que hacen sufrir a los seres más débiles que ellos solo para sentirse bien consigo mismo—explico sin tapujo alguno a lo que el gordo lo agarró del cuello de la camisa muy molesto.


—¡¿Qué dijiste gusano?!—El menor solo sonrió.


—Oh disculpa ¿No lo dije de manera simple? Quise decir que ustedes son basura inútil y estorbosa para la humanidad.


—¡Serás!—Grito antes de tratar de darle un puñetazo al menor…


.


.


.


.


—Déjeme ver si entiendo: Entraste al baño y encontraste a tu compañero con la cabeza atascada en el inodoro, en eso entro tu otro compañero y al ver la escena se asustó tanto que intento salir corriendo pero callo sentado sobre un cepillo de baño el cual estaba en ese momento parado verticalmente, tú lo trataste de ayudar pero también resbalaste y solo lo metiste más adentro de su …


—Así es en su trasero—Asintió con una sonrisa.


Al parecer nuestro adorable niño albino de cinco años está en la oficina del director debido a que sus compañeros estaban en un hospital, uno por que su cabeza estaba atascada en un W.C y estaba ingiriendo agua cuya sanidad es dudosa, y el otro tenía un utensilio de limpieza plástico muy metido en su recto. El director suspiro cansado, no era la primera vez que ese niño estaba en ese tipo de problemas aún tenía el mal sabor en la boca de aquel suceso con el profesor secuestrado.


—Killua, ya es la cuarta vez en esta semana que estas aquí, a cada momento recibo quejas de estudiantes y de algunos profesores sobre ti esto puede afectar tu futuro ¿Lo sabes?—Le hablo de manera seria al menor el cual solo se encogió de hombros.


—Según mi familia, haga lo que haga nada cambiara mi destino—Dijo de manera indiferente y se levantó de su asiento y el director solo le dio una carta dirigida a sus padres.


—Ve con cuidado Killua.


—Nos vemos señor—Salió del cuarto y reviso la hora de un reloj en la pared—valla ya es la hora de irse, esto sí que tomo tiempo—dijo mientras se daba cuenta que ya tenía que volver a casa.


El albino bajo unas escaleras y paso por varios corredores para poder salir al patio de en frente de la escuela, camino hasta el portón y ahí vio un auto negro esperándolo, era Gotoh quien siempre lo viene a buscar cuando termina sus estudios, Killua subió al coche en los asientos de atrás y pudo ver a su mayordomo mirándolo por el retrovisor.


—Bienvenido Killua sama.


—Hola Gotoh—Respondió mientras miraba por la ventana distante.


Fue un largo silencio rumbo a la mansión donde vivía sin embargo no era incomodo debido a que siempre fue así, incomodo seria si hubiera estado Illumi o su madre. Killua al fin sonrió cuando vio la entrada de su casa y diviso una pequeña figura que saltaba y movía los brazos llamando su atención. Era Alluka quien lo recibía con una sonrisa junto a ella estaba una chica morena con cabello castaño quien hizo una reverencia al ver bajar al albino del coche.


—¡Onii chan! —Grito con cariño mientras lo abrazaba.


—Bienvenido Killua sama.


—Hola Alluka, y hola Canary-Saludo con una sonrisa y recibiendo el abrazo de su hermana pero miraba alrededor buscando cierta persona que pensó que estaría allí también pero no la encontraba—no está aquí…—murmuro para sí mismo pero la chica lo escucho muy bien.


—Onii chan ¿Buscas a Gon?—Pregunto adivinando los pensamiento de su hermano el cual se puso un poco nervioso.


—¿Co-Cómo lo supiste?—Balbuceo mientras se separaba de la niña la cual le sonreía inocentemente.


—Porque onii chan quiere mucho a Gon ¿Verdad?—Dijo a lo que el mayor se sonrojo ferozmente.


—N-No lo digas de esa forma.


—No tiene nada de malo ¡Alluka también lo quiere!—Killua solo suspiro ante su comentario.


—Dime Alluka ¿Por qué Gon no está aquí?


—Iba a acompañarme pero Illumi no lo dejo salir—Puso una mirada triste—él no quiere a Gon ni a Alluka…—sintió como su hermano le acariciaba la cabeza y le daba una mirada comprensiva entendiéndola.


—Él no quiere a nadie Alluka—Le dijo con una sonrisa a lo que le tomaba la mano—¿Me llevarías con Gon?—le pregunto dulcemente a lo que la menor asintió contenta.


Después de despedirse de Canary y de Gotoh entraron a la mansión y subieron las escaleras, caminaron por varios corredores hasta que llegaron a la habitación con el piano, podían escuchar la melodía proveniente del instrumento dando entender que allí estaba el moreno. Killua tomo la perrilla de la puerta y la giro para abrirla, y ahí sentado estaba Gon tocando una melodía tranquila con los ojos cerrado sin haberse dado cuenta de la presencia del par que llego a verlo.


—Go—Iba a llamar al moreno pero su hermano tapo su boca repentinamente con su mano y con la otra le hizo una seña de que hiciera silencio, su expresión era la de un gato travieso.


Killua se acercó sigilosamente a las espaldas vulnerables del peli negro, tenía la muy obvia intención de acercarse a su oído y pegarle el susto de su vida y ya cuando estaba muy cerca de su víctima tomo aire para gritar pero una tremenda ola fría de agua lo empapo de pies a cabeza, ahí fue cuando noto la sonrisa triunfante de Gon y que tenía un vaso de vidrio en su mano.


—Jajaja ¡Buen intento Killua pero pude escuchar la voz de Alluka antes de que la interrumpieras!—Declaro burlón ante la cara molesta del albino.


—¡Me las pagaras!—En seguida le salto encima al otro sorprendiéndolo y tumbándolo contra el suelo y entonces empezó a hacerles cosquillas sacándole carcajadas.


—Los niños juegan rudo—Murmuro curiosa mirando el juego de los mayores.


—AJAJAJAJA ¡Killua m-me rindoAJAJA!—Grito dificultosamente a lo que el nombrado sonrió divertido.


—¿Ehh? ¿Qué dijiste? No puedo entenderte—Se hizo el desentendido para torturar más a su víctima mientras esta pataleaba bajo suyo.


—Ajaja ¡M-Me rindo! Jajaja ¡ME RINDO!—Grito finalmente a lo que las cosquillas paraban y podía al fin respirar tranquilo bajo la ahora sonrisa triunfante del peli blanco.


—Nadie engaña a Killua Zoldyck.


—¡Eres muy malo!—Le dijo con un puchero mientras el otro le ignoraba y se levantaba de encima suyo y luego le extendía la mano para ayudarlo cosa que acepto.


—¿Y dónde está Illumi? Creí que estaría vigilándote—Pregunto curioso mientras miraba alrededor.


—Silva san lo llamo—Killua sonrió debido a su respuesta.


—Entonces estamos solos—Declaro contento a lo que escucho la vos de su hermana por la ventana.


—¡El gatito!—Grito emocionada con el minino en brazos, este tenía una mirada de derrota al no haber escapado a tiempo, al ver la escena Gon se sorprendió.


—¡Ah Mushu!


—¿Mushu? ¿El gato es tuyo?—Pregunto curioso, él también había visto al animal merodear un par de veces por los jardines pero no imaginaba que era de Gon.


—Bueno… se podría decir que sí.


—Nee Nee Gon ¿Alluka puede jugar con él?—Al escuchar esto el gato puso una mirada suplicando que dijera que no pero el moreno lo mal interpreto pensando que era de emoción por jugar con la niña.


—¡Claro adelante!


—¡Yay!—Camino hasta el sofá y empezó acariciar al minino el cual lloraba por dentro.


—Y Killua…—Se dirigió al nombrado—¿Cómo te fue en la escuela?


—Bien supongo—Respondió sin dar mucho detalle y el otro le sonrió.


—Debe ser divertido, Killua debe tener muchos amigos.


—No realmente—Le dijo tranquilamente a lo que Gon le extraño un poco.


—¿Por qué? ¡Killua es realmente genial!—Decía con alegría y cariño que hizo sonrojar al otro.


—I-Idiota no digas eso, es vergonzoso…—Murmuro bajo y Gon se le quedo mirando con una sonrisa cálida.


—En verdad estoy contento de que seas mi amigo…—Ahora sí que Killua estaba rojo como un tomate y le dio un coscorrón al moreno.


—¡Idiota me avergüenzas!—Le grito a lo que el menor se sobaba un chichón que le había salido.


—Moo ¡Killua eres malo!


—¡Tonto!—Mientras el moreno refunfuñaba por lo bajo por la reacción tan violenta del albino este tenía un pensamiento muy persistente en su cabeza— (E-Es la primera vez que alguien me dice algo como eso…)—se sonrojo un poco y miro otra vez al moreno el cual tenía su vista fija en el oso de peluche encima del piano ante eso el rojo en sus mejillas se fue y frunció el entre cejo un poco molesto—(Tu solo me puedes mirar a mi…) ¿D-De donde rayos salió eso?—dijo atónito ante el fugaz pensamiento que le paso por la cabeza.


—¿Sucede algo Killua?—Pregunto preocupado a lo que el nombrado negó nervioso.


—N-No es nada, tranquilo...


—¿Seguro?


—Si… bueno en realidad me gustaría que tocaras el piano para mí—Pidió para cambiar de tema y Gon acepto muy contento y empezó a tocar el instrumento… pero el albino no lo escuchaba del todo debido a que tenía una inquietud en su mente, cosa que se incrementaba cuando veía al moreno sonreír apaciblemente— (¿Qué me pasa?)—pensó sintiendo sus mejillas calentarse…



Continuará…

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