lunes, 18 de abril de 2016

Capítulo 14: El príncipe que lucho pero igual…



—Eso fue una explosión, algo ocurre en el castillo…—Agrego Lyon al escuchar un gran ajetreo en el exterior.


—Nobunaga ¿Qué rayos sucede?—Killua miraba serio al nombrado pero este solo reía.


—¡Sera mejor que reces a todos los dioses que conoces!—Grito divertido—¡Te quitaran a tu preciado principito frente a tus narices!—Empezó a reír pero después recibió una patada que lo dejo inconsciente.


—Imbécil—Murmuro con una mirada asesina y luego se dirigió a sus subordinados—Lyon libera a Gentrhu y a los otros necesitaremos ayuda—ordeno autoritario y el nombrado asintió para luego irse, después se dirigió al peli roza que sonreía divertido—Hisoka ven conmigo.


—¿Qué vamos a hacer?


—Si Kuroro está involucrado seguramente Gon esté en peligro tenemos que encontrarlo—Hablo serio listo para irse pero el otro lo detuvo


—Killua si vas a hacer de héroe al menos cámbiate—Agrego Hisoka con una sonrisa divertida a lo que el otro le echaba un vistazo a su uniforme de sirvienta.


—Gon se burlara de mí sí me ve—Dijo con una cara de disgusto—dame un momento—corrió hacia un armario que había allí y se metió, Hisoka se recargo en la pared mientras esperaba y aprovecho para conversar sobre algo que le preocupaba desde hace rato.


—Killua.


—¿Ummm?—Se escuchó desde la puerta del armario.


—Sé que Gon piensa que atrapando a Kuroro, delatar a Omokage y romper su compromiso todo se solucionara pero… ¿Qué piensas tú?—Pregunto serio esperando la respuesta.


—Lo se Hisoka—Declaro con un tono lógico—suponiendo que todo salga bien eso no significa un final feliz para Gon y para mí, el sigue siendo el príncipe de ballena y yo un ladrón muy buscado por la ley—declaro con la voz un poco baja y el peli roza escuchaba atentamente sus palabras—con esto solo se lograra romper ese compromiso forzado y el cabeza dura del rey Ging después de ver todo lo que ha hecho su hijo, lo dejara libre para ser un guerrero y hacer lo que le plazca, pero… si se entera de su relación conmigo lo volverán a encerrar y esta vez para siempre—salió del armario ya vestido , con un suéter negro sin mangas y cuello de tortuga con unos pantalones de igual color y unas botas grises oscuras, Hisoka lo miro.


—¿Y entonces que harás?


—En cuanto me asegure de que Gon sea libre será el fin de nuestra historia—Declaro con la mirada resignada y el mayor lo miro un poco incrédulo.


—¿Hablas en serio?


—Así es.


—Valla nunca imagine eso, pensaba que ibas a secuestrar a Gon y quedarte con él para siempre aun cuando este se negara—Agrego con una cara desilusionada—ya me imaginaba ese yaoi tan hard, maldita Hermione que me deja siempre con las ganas.


—Hisoka eres muy raro—Miro con extrañeza al nombrado pero luego suspiro-pero tienes razón estaba a punto de escoger esa opción cuando me vestí de sirviente y fui a buscarlo pero…—sonrió débilmente—pero cuando escuche a Gon decir lo que sentía por mí y además defenderme sin importarle las consecuencias que le hubieran pasado simplemente no pude, no puedo hacerle eso… por eso me daré el gusto de ser egoísta una vez más y evitare que se quede con aquella fulana disfrazada de princesa y hare que sea libre por fin… para después el adiós—hablo decidido pero con un tono de vos triste.


—No creo que al principito le guste eso.


—Gon es fuerte, lo superara y encontrara a alguien que pueda querer sin que los demás lo juzguen.


—¿Y tú que harás?—El albino le paso por al lado adelantándose unos pasos.


—Vámonos—Ordeno cortante y dando por finalizada la conversación, el mayor solo lo miro.


—Lo supuse—Murmuro para luego seguir a su líder.


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La explosión había causado un incendio en una parte el castillo de Nostrade, parte de la caballería ayudaban a los sirvientes a evacuar la otra lidiaba con el fuego. Kaito y Mito se habían metido al castillo para ayudar a los reyes, en este momento el peli largo estaba con Ging.


—¡¿Qué rayos está pasando Kaito?!—Grito Ging exaltado debido al caos de su alrededor.


—¡Al parecer fuimos atacados pero aun no encontramos a los causantes!—Explicaba al moreno, de repente vieron a Mito y a Leorio llegar agitados.


—¡Kaito no encontramos a Gon!—Dijo Mito a lo que los otros se alarmaron.


—¡Tampoco a Kurapika! ¡¿Pero dónde rayos están?!


—Señora Mito y Dr. Leorio cuiden a su majestad yo ira a…


—¡Eso sí que no Kaito!—Grito Ging sorprendiendo a los presentes—iré contigo a buscar a Gon.


—¡Pe-Pero señor!


—¡Sin peros! Ya tuve suficiente de estar esperando, ahora vamos tengo el presentimiento de que están en el castillo—Anuncio a lo que empezó a correr seguido de Kaito, Mito y Leorio este último apenas podía seguirles el paso.


El grupo se alejó de las llamas y ahora corrían por el corredor buscando en cada habitación sin cesar con la esperanza de hallar a Gon o a Kurapika.


—No los encuentro—Pronuncio Kaito frustrado pero luego sintió una presencia hostil—¡Cuidado!—grito a lo que esquivaron unas flechas que se dirigían hacia ellos.


—No darán un paso más—Una chica peli roza entraba por una ventana y de una habitación salía un hombre parecido a Frankenstein.


—Los subordinados de Kuroro—Decía el peli largo al reconocer a los presentes.


—Así que ustedes fueron los que causaron de este desastre—Dijo Ging a lo que daba unos pasos al frente—díganme ¿Ustedes saben dónde está Gon?


—Atrás sino quiere perder un ojo su majestad—Advirtió la mujer a lo que el otro sonrió.


—Ya veo está más adelante, en ese caso solo tengo que quitarlos del medio ¿Verdad?—Había sacado sus puños un poco emocionado, hacía tiempo que no probaba una buena lucha, sin embargo un sape en la cabeza le arruino el momento—¡¿Y ahora qué mujer?!


—¡No es momento de andar jugando! Tenemos que buscar a Gon.


—Estoy de acuerdo cada minuto es crucial—Ante eso el rey chasqueo la lengua.


—¿Entonces? No se quitaran si no luchamos.


—Ustedes márchense, Leorio y yo nos quedaremos.


—¿Eh?—Balbuceo al oír lo que dijo la mujer y al ver que los otros asentían—e-esperen.


—Muy bien buena suerte.


—P-Pero…


—Intenten no morir—Al decir esto el par salió corriendo, Machi estaba a punto de dispararles más flechas pero Mito lo Impidió al lanzarle un florero apartando a la peli roza y a Franklin del camino.


—Parece que quedan solo ustedes—Dijo Franklin al ver a Ging y a Kaito alejarse.


—Se arrepentirán de meterse con nosotros.


—Ni modo pues—Suspiro resignado y se puso en posición de batalla.


Kaito y Ging subían unas escaleras en dirección al siguiente piso, al llegar corrieron por un corredor y se toparon con un camino que se dividía en dos.


—¿Adonde?


—¡A la derecha!—Grito Corriendo por esa dirección pero no se dio cuenta de que alguien se dirigía hacia el por lo que chocaron cayendo al suelo—¡Auch!


—¡Ack! ¡Fíjate en donde…!—Enmudeció al ver quien era la otra persona—re-rey Ging.


—¿Tú no eres el sirviente de la otra vez?—Pregunto Kaito sorprendido mientras ayudaba a que se levantara Ging.


—¿Eh? Ah sí soy yo (Parece que aún no sabe del incidente del chico en el closet)—Respiro aliviado con ese pensamiento mientras se levantaba, en eso llego Hisoka y el rey lo miro alarmado.


—¡Momento! ¡¿Tú no eres el chef que le puso laxante a la comida?!—Exclamo a lo que el peli roza lo observo fingiendo confusión.


—I do not speak Spanish—Pronuncio a lo que los otro lo miraron choqueados. (Nota: significa yo no hablo español xD)


—¡¿Pero qué coño hace aquí un extranjero?!


—Se-señor controle su habla.


—E-Él es mi primo Loki—Decía el albino bajo la mirada interrogativa de los otros.


—¿Cómo te llamas?—Pregunto Kaito y el menor trago grueso.


—M-Mi nombre es Rodolfo—Respondió ignorando la risita burlona de Hisoka atrás suyo.


—¿Rodolfo que hacen aquí? Deberían estar con la demás servidumbre evacuando el lugar—Le pregunto a lo que el albino trago grueso nuevamente.


—Ve-Vera… estoy buscando al príncipe Gon—Kaito y Ging lo miraron desconcertados, Hisoka observaba la situación atentamente.


—¿Por qué? Ese no es su trabajo.


—Lo hago porque quiero-Hablo determinado impresionando al peli largo—sé que el príncipe está en peligro y por eso voy a buscarlo—Kaito puso una expresión seria.


—Gracias por la intención pero puede ser muy peligroso.


—No me importa, iré a buscarlo y me asegurare de que este bien así ustedes se nieguen—Declaro en modo de advertencia y el peli largo frunció el entre cejo.


—Mira no puedes…—De repente Ging lo tomo del hombro—¿Su majestad?


—Ya lo oíste nada de lo que digamos lo hará marcharse—Dejo el hombro del peli largo y se acercó al albino hasta quedar frente a frente—será mejor que no estorbes.


—Lo mismo digo—El rey sonrió y luego se dirigió al camino de la derecha.


—Ustedes ya buscaron haya ¿Verdad?—Pregunto a lo que recibió un asentimiento por parte del albino.


—Vallamos por la izquierda—Dijo a lo que empezó a correr seguido de los otros, en eso Ging andaba a su lado.


—Dime algo—Decía llamando la atención del albino—¿Qué tan unidos son tú y Gon?—pregunto con una curiosidad que se le hizo muy familiar a Killua, después de todo eran padre e hijo.


—Pues… más de lo que cree—Pronuncio un poco bajo ante la mirada interrogante del mayor.


—Ya veo… Kaito—Llamo a lo que el nombrado lo miro con atención—este camino lleva a unas escaleras que dan al techo del castillo, lo sé porque investigue todo esto cuando llegue.


—¿Por qué llevarían a Gon para allá?


—¿Quién sabe? Lo sabremos cuando lleguemos—Respondió serio.


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En la azotea del castillo estaba Omokage caminando alrededor, observando a Kurapika y a Gon con una expresión cansada.


—Tenían que meter sus narices…—Pronunciaba con un tono de voz decepcionado, el rubio y el moreno estaban atados con unas cadenas espalda con espalda sus pies tenían unos grilletes que los clavaban al suelo, inmóviles solo podían mirar al adulto caminar de un lugar a otro—todo salía tan bien, mi hermana iba a casarse contigo y sería tan feliz, yo tendría en mis manos al fin las riquezas de Ballena y sus tierras, ¡Todo estaba saliendo perfecto!—hablaba consigo mismo, lamentándose.


—Kurapika ¿Cómo estás?—susurro preocupado.


—Estoy bien no te preocupes—Decía un poco adolorido, había intentado defender al menor pero recibió un golpe en el estómago que lo dejo inmóvil y termino siendo usado de rehén para hacer que Gon se entregara—lo siento, todo esto es mi culpa.


—Todo saldrá bien.


—¡¿Me están escuchando?!—Grito alarmando a los otros—¡Estaba a punto de tener la mayor riqueza del mundo pero ustedes lo arruinaron!—decía de manera acusadora.


—¡Pues me alegro! Saber que le arruine los planes a una basura como tú me hace sentir tranquilo—Miraba sin miedo alguno al rey el cual se enfurecía más.


—Mocoso estúpido ¿No entiendes el lio en el que estas metido? —Sonrió divertido sorprendiendo al par—solo tengo que usarte como rehén para pedirle a tu padre una buena cantidad de dinero para sacarnos a mi hermana y a mí de aquí para luego—fue interrumpido por un bufido de Gon.


—¿Qué parte de que a mi padre le importo un culo no entienden?—Pregunto molesto pasmando al rey—el enseguida rechazara cualquier oferta que le hagas a cambio de mi vida.


—¡Mientes!—Grito exasperado haciendo molestar al príncipe.


—¡Yo no miento como tu imbécil!—Declaro sin tapujo alguno dejando sin habla a Omokage.


—No sé por qué no me sorprendo—Una voz tranquila sobresalto a los presentes.


—¡Kuroro!—Exclamo sorprendido, el nombrado se acercaba a él con una expresión seria.


—Valla que metiste la pata Omokage—Suspiro ante la mirada fulminante del otro.


—Tu tampoco lo hiciste muy bien de alguna manera se enteraron de nuestros negocios—Señalo con obviedad pero después respiro profundo—¿Y ahora qué?—pregunto con impaciencia ante la mirada pensativa del otro.


—Es simple—Se acercó a Gon hasta quedar en frente de él, luego saco un cuchillo y lo apunto a la garganta del moreno—los mataremos a todos—sonrió divertido al ver que el menor ni siquiera se asustó solo lo miraba serio—es una pena, me hubiera gustado jugar un poco más contigo.


—¡No te atrevas bastardo!—Grito impotente el rubio debido a que no podía hacer nada.


—¿Sabes? Si me hubieras escogido en vez del inútil de Killua todo esto terminaría tan distinto—Decía sonriente al príncipe—ese idiota necesito que le exterminaran casi toda la familia para que se metiera en el negocio de robar, yo solo tuve que querer hacerlo—el moreno lo miro molesto.


—Comparado con él, tú solo eres un asquerosa cucaracha en la suela de algún zapato—Pronuncio sin miedo alguno y Kuroro suspiro.


—Es una pena—Tomo impulso para apuñalar a Gon y matarlo ahí mismo este cerro los ojos esperando el impacto pero lo que sintió fue una brisa y el impacto de algo contra el suelo, el moreno abrió los ojos nuevamente y lo primero que vio fue una espada justo en frente de su nariz, el arma se había dirigido a donde estaba Kuroro pero este pudo esquivarlo a tiempo alejándose y posicionándose al lado de Omokage el cual se puso en posición de ataque.


—Gon ¿Estas bien?—Pregunto Kurapika haciendo reaccionar al peli negro.


—S-Si pero ¿Qué paso?—El rubio sonrió aliviado.


—Mira allá—El moreno miro en la dirección que apuntaba y sonrió emocionado al ver la cara de alguien muy especial para él.


—¡Killua!—Grito sin pensar sorprendiendo a todos.


—¿Killua? Pero si este es Rodolfo—Pronuncio confundido Ging mirando al albino pero de repente Kaito se posiciono en frente de él.


—Atrás su majestad—Dijo mirando fijamente a Killua y a Hisoka los cuales ni se inmutaron—debí imaginar que no eras un simple sirviente—admitió frustrado en posición de ataque.


—Creo que tienen problemas mayores que nosotros—Agrego observando a Kuroro, este había desenfundado su espada.


—No es como si no hubiese pensado que opondrían resistencia—Hablo con una sonrisa divertida. El rey Freecss dio unos pasos al frente preparando sus puños y mirando irritado a Omokage.


—Y pensar que nos traicionaste Omokage, nunca lo imagine ya que fuiste tú el que metió el asunto del matrimonio para hacer ese trato de paz—agrego Ging un poco molesto, el nombrado se dirigió hacia él.


—Yo más que nadie quería ese trato pero debido a que no le enseñaron a tu hijo a no revisar las cosas de los demás fue que todo resulto así.


—¿Sabes qué? Me alegro de que ese chico sea un ignorante en eso—Le dijo con una sonrisa y corrió a pelear con Omokage el cual salto y llego a una torre del castillo.


—Espero que aun puedas mantenerte al ritmo—Decía antes de salir saltando de allí y Ging salió corriendo persiguiéndolo no sin antes escuchar la voz de Kaito llamándolo.


—¡Su majestad!


—¡Yo me encargo de esto Kaito! ¡Tú ve por Kuroro!—Grito mientras se alejaba.


—Entendido—Murmuro mientras miraba desafiante a al hombre vestido de negro que le sonreía divertido.


—Hace mucho que no tengo un ponente digno—Acto seguido corrió hacia Kaito y empezó e chirrido de las espadas chocantes, en eso Hisoka y Killua aprovecharon para ir hacia Gon y Kurapika.


—¡No se acerquen!—Hablo en modo de advertencia Kurapika pero la mano del menor tomo la suya.


—Está bien Kurapika están aquí para ayudarnos.


—Hazle caso al príncipe—Decía Killua mientras miraba las cadenas que aprisionaban al par— Hisoka ¿Podrías?—pregunto a lo que el peli roza asintió sabiendo a lo que se refería.


—Con gusto—Acto seguido tomo las cadenas y de un solo tirón las rompió junto con los grilletes.


—¡Wow Hizoka eres muy fuerte!—Pronuncio Gon emocionado mientras se levantaba junto con el rubio que los miraba expectante.


—Gon ¿Qué sucede aquí? ¿Por qué confías tanto en ellos?—Pregunto intranquilo ante la cara nerviosa de Gon.


—Ku-Kurapika está bien ¡Ellos fueron los que me dijeron sobre la traición de Omokage!


—¿Qué? ¡¿Has tratado con estos Ladrones aun cuando llegaste al castillo?!—Miro interrogante al menor que no hallaba con que palabras explicarle.


—Lamento interrumpir pero ¿En verdad creen que tenemos tiempo para estar hablando?—Decía llamando la atención del par—mira rubio, no tengo intención de hacerle nada al príncipe, que él no quiera claro está—Gon se ruborizo ferozmente por ese último comentario sin embargo eso no convenció a Kurapika el cual tenía una expresión seria.


—¿Crees que confiaría en tu palabra?


—Es lógico que no, pero si no quieres que tu oficial al mando pierda un brazo peleando con Kuroro será mejor que dejes tu lógica a un lado y cooperes con nosotros—Hablaba serio, con el entrecejo fruncido mirando a los ojos al rubio quien quedo por un momento pensativo.


—Lo hare pero te estaré vigilando.


—No te entretengas demasiado—Sonrió confiado y después miro la pelea de espadas que se estaba dando. Kaito daba fuertes espadazos sin embargo Kuroro lo esquivaba fácilmente y devolvía con golpes que de vez en cuando le daban al peli largo—ese Kaito es fuerte por aguantarle pelea a Kuroro pero a este paso podría morir.


—Killua ¿Qué haremos?—Pregunto impaciente por hacer algo, el albino se acercó a él con una sonrisa.


—No se trata de lo que “haremos” sino de lo que “harás tu” Gon—Dijo bajo la miradas interrogativas de todos.


—¿Eh?


—¿A qué te refieres?


—Fufu esto promete.


—Miren esa torre—Apunto hacia el edificio nombrado para que todos lo miraran, se dieron cuenta de que estaba hasta el tope de explosivos—cuando se anunció la fecha del matrimonio de Gon la llenaron de todo tipo de petardos para hacer fuegos artificiales para celebrar el día de la boda, el rey Light estaba tan emocionado con el compromiso que la lleno hasta el techo—sonrió divertido por la idea que se le formaba en la cabeza.


—¿Qué planeas?—Pregunto con desconfianza mirando al albino.


—La haremos volar.


—¡¿QUÉ?!—Gritaron Gon y Kurapika incrédulos mientras Hizoka sonreía divertido.


—¿Por dónde empezamos?


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Kaito jadeaba exhausto y algo malherido mirando con rabia a Kuroro quien le sonreía divertido, camino unos pasos para quedar frente a frente con el peli largo.


—Eres fuerte, ya veo por qué eres el líder de la caballería de Ballena, mis más sinceros respetos—Hizo una reverencia para luego apuntar con la espada a Kaito—ahora es momento del fin—iba a apuñalar al peli largo pero de repente desapareció, sabiendo lo que paso miro detrás de él, y ahí vio a Killua cargando a Kaito cual costal de papas.


—¿Qué tal?


—¿Ahora salvas líderes de caballería?


—Siempre hay una primera vez ¿No lo crees?—Hablo con una sonrisa astuta al ver a Kuroro siendo rodeado por Hisoka y Kurapika.


—¿Planean atacar todos juntos? Que tierno—Se puso en posición de batalla pero grande fue su sorpresa al verlos correr en techo a techo—¡¿Qué demonios hacen?!


—¡¿Qué pasa Kuroro?! ¡¿Te duelen los pies o qué?!—Grito burlonamente haciendo enfadar al nombrado quien en seguida fue tras ellos.


—¿Desde cuándo huyes Killua? ¡Ese príncipe sí que te cayó mal!


—¡Al menos a mí me cayó!—Corría lo más que podía esquivando los ataques rápidos de Kuroro el cual estaba ligeramente molesto debido a las burlas del albino.


—¡¿Qué rayos haces?! ¡Bájame de una vez!—Grito furioso Kaito mientras pataleaba fastidiando al albino.


—¡Cállate hago esto por Gon!


—¡¿Qué tipo de relación tienes con él?!


—¡Creo que él te lo dejo bien claro!


—¡Eres un…!—El menor lo tiro contra el piso, estaban justo en frente de la torreta de fuegos artificiales.


—Kaito ¿Está bien?—Se acercó al nombrado este lo miro sorprendido.


—¿Pero qué hacemos aquí?


—Excelente pregunta—Anuncio mientras miraba el edificio en frente de él—son tan obvios, planean hacer explotar esto conmigo adentro ¿Verdad?-sonrió al ver como los otros fruncían el entrecejo—al menos disimulen, desde aquí puedo ver el yesquero en tu bolsillo Killua.


—Que observador—Agrego entre dientes—ustedes váyanse, yo me encargo—le ordeno a los demás los cuales asintieron, Hizoka se le quedo mirando un momento.


—Jefe cuando le pregunte qué hará espero que no se haya referido a esto—Agrego Hisoka antes de seguir al rubio y a Kaito.


—Bueno tal parece que solo estamos tu y yo—Anuncio Kuroro al verse solos y el albino sonrió.


—Como tu querías ¿No?—Dijo antes de empezar a trepar la torreta, el mayor lo siguió, cuando llego a la cima encontró al albino con un yesquero amenazando con prender la mecha de un fuego artificial.


—Si sabes que si prendes eso saldremos volando los dos ¿no?—Pregunto algo sorprendido.


—Quizás me sacrifique para matarte—Decía sonriente bajo la mirada de Kuroro.


—¿Por este reino que no te ayudo cuando lo necesitabas? ¿Este reino que te tacha de escoria y ladrón? Que tonto eres—Acto seguido a gran velocidad pateo la mano del albino tirando el yesquero, luego agarro el cuello del menor y lo saco a fuera de la torreta dejando que colgara del agarre.


—¡Ugh!—La mano en su cuello apretaba el agarre dificultándole el respirar.


—Mocoso te faltan mil años para poder amenazarme—Dijo con una sonrisa mirando como el otro forcejeaba en vano—dime algo ¿Para qué ayudas a salvar este reino tan asqueroso? No te ayudaron cuando asesinaron a tus padres, ni siquiera le dieron hogar a unos huérfanos—cuestiono mirando fijamente al joven.


—E-Es s-simple—Hablaba con dificultad—n-no me importa este reino ¡Ugh! P-Por mi puede autodestruirse y no me afectaría—ante lo que dijo el peli negro se sorprendió—p-pero a alguien a quien amo s-si le importa y-y por mu-mucho que odie este lugar ma-más odio verlo triste—miro a los ojos a Kuroro—a-aunque tú no entiendas eso basura inútil.


—Eres patético—Soltó el agarre para que el albino cayera, mientras Killua caía saco un cuchillo y lo clavo en la pared para sostenerse de ahí.


—¡Gon ahora!—Grito sobresaltando a Kuroro el cual volteo y se encontró al príncipe en un techo apuntándole con el arco y una flecha con fuego.


—¡No puede ser!—Grito sin creérselo, iba a saltar pero de repente no pudo moverse unos grilletes aparecieron y lo habían atado al suelo—¿E-En que momento?


—Yujuuu—Kuroro vio a un Hisoka que lo llamaba sonriente—¿Cómo está el clima haya arriba?


—¡Maldito!—Grito furioso—¡Aléjate!


—Sabes que no lo hare—Pronuncio para luego disparar, la flecha flameante encendió toda la torre haciéndola explotar, el moreno vio como Killua caía por el estruendo—¡Killua!—iba a correr a socorrerlo pero el peli roza apareció de repente y lo detuvo.


—Ahora no principito, es peligroso acercarse—Advirtió Hisoka mientras jalaba del brazo al menor para que se alejaran del fuego y los escombros.


—¡Pero Killua!


—Ha sufrido cosas peores.


La torreta cayo destruyendo parte del castillo por suerte las mismas rocas apagaron el fuego, el albino salió de entre los escombros levantando una gran roca, tenía varios rasguños y parte de su suerte estaba roto se levantó como pudo.


—¡Ugh! M-Mi brazo—Pronuncio adolorido, dicha extremidad estaba inflamada y la agarraba con la otra—creo que solo esta dislocada, es cierto Kuroro—miro que en una roca había un pedazo de tela negra y se acercó caminando cautelosamente, pero al ver la situación del hombre bajo la guardia, el peli negro estaba siendo aplastado por unos escombros por lo que no podía moverse.


—U-Ugh m-me la hiciste grande mocoso—Decía adolorido con expresión resignada.


—En realidad lo hizo el príncipe, yo solo colgaba de una pared—Dijo tranquilamente sentándose en una roca a esperar a que los encontraran.


—N-No te creas mucho, aun sin mí la araña seguirá viviendo…—Puso una sonrisa mirando al menor.


—Es cierto…—Murmuro haciendo un gesto de que recordaba algo—esa es tu filosofía, aun sin la cabeza las demás partes de la araña seguirán como si nada ¿Verdad?


—Veo que no lo has olvidado.


—Siempre que peleábamos lo repetías una y otra vez.


—Y lo volveré a decir, la araña seguirá aun sin la cabeza.


—Exacto—Una voz los alerto, Killua sonrió aliviado mientras que Kuroro no podía creerse lo que veía.


—No solo hay que quitarle solo la cabeza a la araña, también hay que quitarle las patas, el abdomen y los ojos—Lyon apareció con la caballería junto con Leorio, Mito Y Ging que estaban algo malheridos, tenían atados con cadenas a todos los miembros del Genei Ryodan incluyendo a Nobunaga que seguía inconsciente y por supuesto Omokage que tenía tremendo moretón en el ojo.


—Im-Imposible…


—Créelo nene—El rey Freecss se acercó a Kuroro y se agacho a su altura.


—No creo que tenga que explicarte el por qué vas a estar preso el resto de tu vida junto a Omokage ¿Cierto?—Le hablo tranquilamente y el otro solo suspiro resignado—llévenselos muchachos—ordeno a lo que unos soldados corrían a mover la rocas encima de Kuroro mientras uno lo esposaba.


—¡Killua!


—¿Eh?—Volteo a mira y vio que Gon junto a Hisoka, Kurapika y Kaito se acercaban hacia donde estaba.


—¡Killua me alegra tanto verte! —Ahora que había divisado al albino corría lo más que poda hacia él, pero ya cuando estaba cerca Kaito se atravesó en su camino y lo agarro de sus hombros—Ka-Kaito ¿Qué estás?


—Gon no te le acerques—Pronuncio grave mirando serio al menor el cual puso una expresión desconcertada.


—¿Por qué? Él nos ayudo es seguro acercársele—Cuestiono a lo que el peli largo desvió la mirada sin soltarlo.


—Aun así…


—Kaito suéltame—Se soltó del agarro del mayor pero este lo volvió a aprisionar y esta vez de los brazos—¡Kaito suéltame! ¿Qué rayos haces?—pregunto exaltado pero el nombrado lo miraba apenado.


—Lo siento…—Pronuncio bajito sorprendiendo al menor.


—¿Po-Por qué? —No recibió respuesta y luego confundido se volteó a ver a Killua el cual lo miraba ya parado con una expresión triste y decaída—Ki-Killua ¿Qué tienes? ¿Estás bien?—decía no entendiendo lo que sucedía.


—Gon yo…—De repente un soldado agarro su brazo malherido sacándole un gruñido de dolor y luego esposándolo por detrás de su espalda, Gon se sobresaltó al ver eso y empezó a forcejear.


—¡¿Pero qué hacen?! ¡Lo están lastimando! —Grito luchando por soltarse del agarre de Kaito— ¡Suéltame Kaito! ¡Killua!


—¡Cálmate Gon!—Grito llamando la atención de Gon y poniéndose en frente de él cara a cara, sin embargo el menor solo veía como subían en una carroza al albino.


—¡Ging detenlos! ¡Le hacen daño!—Gritaba desesperado pero el nombrado le tomo la cara para que al fin lo mirara.


—Gon, ese chico esta arrestado.


—¿Eh?


—Ira a la cárcel.


Los finales felices son muy complicados...





Continuará…

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