—Oye…—Hablo al fin el de ojos azules y el otro lo miro de reojo curioso.
—¿Qué pasa?
—¿Violar a un monstruo es ilegal?
—¿Qué hizo Gon?—Pregunto automáticamente después de la idiotez que acababa de escuchar. Killua se reincorporo y apoyo su espalda en la silla dejando ver su semblante melancólico.
—No es lo que hizo Gon, sino lo que quiero hacerle yo a él pero no lo hago porque no es bueno y haría que nos separemos, y si pasa eso me volvería loco y haría cosas horribles…—Explicó grave bajo la atenta atención del otro el cual asentía entendiendo.
—No te preocupes, tú ya estas cometiendo cosas horribles sin estar del todo loco—Dijo alzando un pulgar haciendo la seña de que todo está bien sacándole a propósito una venita palpitante al albino.
—Cosas peores aún idiota.
—Bueno, dime ¿A qué viene tu repentino estado?—Pregunto intrigado y el menor suspiro.
—Veras esta mañana…
Flash back.
En su cuarto los rayos del sol se colaban entre las cortinas de la ventana dando de lleno en su cara, entre gruñidos iba despertando, a diferencia de Gon odiaba levantarse temprano, abría lentamente los ojos y lo primero que vio fue una linda cara durmiente morena frente a él, dormía plácidamente y en tranquilidad dando a entender que hacía mucho que no dormía así.
(—Ehh… así qué duermes con Gon chan.
—La otra noche no podía dormir así que lo lleve conmigo, me dijo que sería la única vez para no incomodarme.
—Que tierno, debiste usar todas tus fuerzas para no ponerle un dedo encima.
—Ni te imaginas…)
Killua lo miro embobado por un momento, admirando su faceta tranquila y… vulnerable. Inconscientemente su mano se elevó sobre la cara del menor pero al darse cuenta de lo que hacía la cerro en un puño y la alejo hacia sí, suspiro hondo y finalmente se sentó en la cama dándose cuenta que al lado contrario estaba Alluka durmiendo junto a él.
(—Jojo ¿Así que tu hermana se unió a la fiesta también? Que pecado.
—Lyon estas enfermo.)
El albino acarició la cabeza de la menor y se levantó en un bostezo para ir al baño, después de un rato salió ya listo y con ropa casual notando que lo menores ya no estaban. Se dirigió a la cocina y la siguiente escena que vio fue: un oso de peluche con delantal rosa tranquilamente freía huevos y tocino mientras que un gato leía el periódico en el sofá, alguien normal se hubiera vuelto loco o alarmado de ver una escena así pero para Killua eso era pan de cada día, solamente miro con aburrimiento y suspiro.
—Buenos días—Dijo llamando la atención del par, estos se voltearon a verlo y asintieron, para darle entender que le devolvían el saludo, para luego volver a hacer sus asuntos como pedro por su casa.
Killua entendió que esos dos también eran parte de este extraño grupo, así que técnicamente eran “Cinco” los que vivían en ese departamento.
—¡Buenos días Killua!—Saludo una voz alegre y masculina que conocía muy bien, ya estaba bien despierto y con su ropa casual pero eso no quitaba lo lindo que era.
—Buenos días Gon—Esbozo una sonrisa mirando al nombrado.
—Eh… ¿Dormiste bien?
—Sí.
—¿No te moleste?
—Tú nunca molestas—Dijo tranquilamente a lo que veía como su hermana se acercaba a ellos.
—¡Gon kun, onii chan buenos días!—Saludo alegre para luego fijar su vista al osito que servía el desayuno—¡Clu te vez tan lindo!—los mayores soltaron una risilla al ver como la chica abrazaba al peluche y lo achuchaba contra su pecho.
El desayuno fue rápido y ameno, charlaban mientras comían alegremente como si lo hicieran desde siempre, como si nunca se hubieran separado, o eso era lo que sentía Killua al ver la sonrisa cálida de Gon.
Después de un rato Killua estaba lavando los platos (Era su turno de hacerlo) mientras que Gon y Alluka miraban la tele, el albino estaba concentrado en su labor hasta que unas palabras llamaron su atención.
—¡Gon kun tienes un abdomen muy fuerte!—Killua puso su oído al tambor y miro de reojo como su hermanita toqueteaba inocentemente la barriga y pecho del moreno que le sonreía como si nada—es firme pero suave.
(—¡¿Así que tu hermana menor manoseo más a Gon que tú en toda tu vida?! ¡GAJAJAJA!
—¿Quieres morir Lyon?)
—Jeje gracias—Decía apenado el moreno mirando a la otra que le sonreía.
—¡Debes de haber tenido un montón de chicas locas por ti!
—Bueno… si—Al albino le salió un tic en la ceja por esas palabras—en cierta forma les emocionaba la idea de un romance peligroso, pero al ver de más cerca mis poderes salían huyendo…—su voz se oyó apagada pero aun esbozaba una sonrisa bajo la mirada de pena de la chica, Gon toco su abdomen—supongo que esto se siente bien al tacto, pero no creo que nadie quiera confirmarlo... ¿Eh Alluka? Espe- ¡Jajajaja!
—¡Lo tocare por ti!—Dijo decidida haciéndole cosquillas al moreno el cual se retorcía por el acto.
—¡N-No me refiero a eso! ¡Jajajaja!—Las risas eran continuas hasta que se escuchó el ruido de un plato romperse alarmándolos a ambos—¿Killua?
—¡Ups! Se me cayó jeje—Dijo de manera torpe, las palabras de pena del moreno le causaron tanta frustración que rompió el plato a la mitad y ahora lo mostraba de manera nerviosa al par.
—Neee ¿Y si salimos a comprar otro?—Sugirió la pequeña con una sonrisa a lo que los mayores se miraron.
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El trío estaba en el centro comercial con la misión de comprar otro plato. Entraron a una tienda donde vendían todo tipo de artículo.
(—Que tierno, la familia feliz de compras.
—Hoy tienes ganas de morir ¿Verdad?)
—Listo, encontré uno—Dijo Killua al sostener un plato sencillo blanco entre sus manos, busco con la mirada a los demás y los encontró leyendo libros. Con cierta curiosidad se acercaba a ellos, vio que Alluka le mostraba a Gon un grueso libro de historias de fantasía.
—¿Vez la felicidad? Me las vas a leer cuando anochezca—Dijo la chica de forma estricta a un moreno con puchero.
—¿No estás muy grande para que te lean cuentos Alluka?—El par se sobresaltó al notar la presencia del albino.
—¡Ah onii chan! Es que Gon cree que las historias trágicas son mejores que las felices, y quiero que lea este libro y ver como se traga sus palabras—Decía decidida bajo la mirada expectante del albino.
—¿Entonces a Gon les gusta las historias trágicas?—Miro de reojo al moreno que se sonrojaba y se ponía nervioso.
—Sí, es muy buen narrador pero sus finales me hacen llorar y me dejan mal sabor en la boca.
—¿Es así?
—Me contó la de un ogro.
—¿Un ogro?
—¡E-Es un cuento tonto y de fantasía!—Se apresuró a decir nervioso el moreno ante las miradas fijas de los hermanos.
—Dijiste que estaba basado en hechos reales—Agrego la pequeña confundida por el nerviosismo del otro.
—N-No sino que estaba más apegada a la realidad—Corrigió apenado y ahora el albino lo miro con una sonrisa.
—¿Un ogro apegado a la realidad? Creo que quiero escuchar esa historia—Comento acercándose al moreno que estaba sonrojado por la vergüenza…
De repente se escuchó un grito femenino afuera de la tienda, y por reflejo los jóvenes se pusieron en alerta.
—Una mujer…—Murmuro Gon pensativo para luego salir corriendo al origen del grito seguido de Killua y Alluka.
En un momento llegaron a un callejón al lado de la tienda donde estaban tres hombres arrinconando a una chica joven contra la pared, los atacantes la miraban lascivamente.
—¡Oh vamos preciosa! Sabemos que quieres esto, ese escote tan seductor que llevas lo demuestra—Dijo uno de los hombres mientras se relamía los labios y sacaba una navaja para rasgar su vestido horrorizando a la joven.
—¡Alto idiotas!—Una voz los alerto, Gon los miraba con seriedad junto a una Alluka que estaba igual de molesta que él y un Killua que bostezaba aburrido.
—¡Fuera de aquí mocosos! Esto es para mayores de dieciocho—Grito uno de los asaltantes de manera burlesca.
—¡Mocoso será tu madre basura!—Respondió Gon muy molesto haciendo que los hombres pusieran expresiones de desagrado.
—Veo que necesitan aprender a respetar a sus mayores—El hombre que tenía a la mujer le hiso señas a sus compañeros para que se encargaran del problema que se les había aparecido, estos obedecieron sonrientes para empezar a acercarse al grupito pero grande fue la sorpresa al ver como de repente los dos chicos desaparecieron de su vista.
—¿Qué ra-¡AGH!—Tanto el cómo su compañero cayeron al suelo inconscientes por golpes muy fuertes por detrás de su cabeza causados por el moreno y el albino detrás de ellos, dejando al restante boquiabierto, este enseguida tomo a la muchacha y puso su navaja en su cuello.
—¡Atrás o mato a la—Fue interrumpido por una zapatilla en la cara que lo dejo noqueado.
—Buen tiro Alluka—Felicito Killua a lo que la otra le hacia el gesto de victoria sonriente. Gon se acercó lentamente a la muchacha que cayó al suelo sentada por los nervios que sentía.
—¿Estas bien? No tengas miedo ya todo termino—Tendió su mano y le sonrió para tranquilizarla, esperaba recibir un apretón de manos no un abrazo de euforia.
—¡Gracias! ¡Muchas gracias! ¡Tenia tanto miedo! ¡No sé qué hubiera sido de mí si no me salvaban!—Dijo entre lágrimas la joven, su aspecto era: cabello purpura hasta el hombro liso, piel pálida y un vestido rosa suave pero se encontraba rasgado debido al ataque de esos maleantes.
—¿Puedes levantarte?—Pregunto suavemente a lo que ella asentía y ayudada por el moreno se ponía de pie—¿Cómo te llamas?
—M-Mikoto—Respondió todavía algo temblorosa, Gon se quitó la chaqueta marrón que llevaba y se la puso a ella para tapar las rasgadura de su vestido—gracias…
—De nada—Killua observaba la escena, Gon amablemente ayudaba a una joven que casi fue atacada y ahora la acompañaba al bus, como si esto fuera un maldito shojo manga ¿Quién se cree ella para aferrarse así al moreno? Respira Killua, respira.
—Ummn Gon san…—Pronuncio tímida al divisar como se acercaba el bus y el nombrado la miro de reojo.
—¿Si?
—Quiero agradecerte debidamente—Decía sonrojada alarmando al albino.
—No es necesario.
—Por favor déjame hacerlo—Sacaba de un bolsillo un pedazo de papel y un bolígrafo, escribió algo ahí y se lo dio al moreno—e-es la dirección de mi casa y mi número de teléfono, por favor sal conmigo esta noche—Gon la miro confundido sin notar la mirada amenazante de cierto albino.
(—Apuesto a que querías romper el plato en la cabeza de esa chica.
—Que bien me conoces.)
Después de que Mikoto subiera al autobús regresaron a su departamento y en todo el camino Killua estaba callado y distante, observando cómo Alluka y Gon conversaban animadamente y aun cuando estaban en la sala el albino no había dicho ni una palabra, después de todo era difícil decir algo en una conversación de “Que ponerte en una cita” por no decir irritante.
—Iré un rato a mi habitación, estoy un poco cansada—Decía la chica para luego retirarse dejando solos a los mayores, Gon se levantó del sillón, bajo las atentas miradas de Clu y Mushu, y se paró frente a Killua el cual lo observaba expectante apoyado en la mesa del comedor.
—¿Sucede algo?—Pregunto suave pero directo, y el oji azul ladeo la cabeza indiferente.
—No—Respondió cortante y el menor esbozo una sonrisa triste que lo extraño.
—Esto es nostálgico…—Murmuro bajo—cuando éramos niños y estabas molesto conmigo solías actuar distante y me hablabas con frialdad…—hablo con tranquilidad aunque con una expresión apenada a lo que el mayor frunció el entrecejo.
—No sabía que aún te fijabas en mis expresiones, estabas tan entretenido hablándole de tu “cita” a Alluka que no parecía que notaras tú alrededor—Dijo pronunciando las palabras con odiosidad y Gon lo miro sorprendido.
—¿Te molesta?—Recibió una sonrisa sínica de Killua quien se reincorporo y se acercó a él haciéndolo retroceder.
—Más bien me dio risa, verte sonreír sonrojado de la vergüenza era como ver una doncella virginal hablando de su primera experiencia—Hablo burlón mirando la expresión triste del otro.
—En cierta forma lo es…—Murmuro Gon a lo que el mayor chasqueó la lengua.
—Estoy feliz por ti Gon, sales con una linda chica y dejas a tus amigos en el olvido, te felicito, te pareces cada vez más a un humano—Dijo el albino para después pasar a un lado al moreno y salir del departamento dejando un portazo.
(—Joder… eso hasta a mí me dolió.
—Sí, ya sé que me porte como un imbécil.)
Ahora caminaba por las calles, se detuvo por un momento y miro su reflejo en el vidrio de un almacén, tenía esa mirada, esa que pone cuando está molesto y apunto de hacer algo… respiro hondo y exhalo, no puede perder la calma así, Gon tiene derecho de salir con quien se le pegue la gana, pero él simplemente no lo aceptaba, sentía que el moreno era suyo aunque no fuera así, metió sus manos en sus bolsillos, y empezó a andar nuevamente.
Anduvo varias calles hasta que llego a una cafetería pequeña, se quedó en una esquina, observando a través del vidrio a cierta mesera de pelo purpura. ¿Cómo es que supo donde vive y trabaja? No importa cuánto trato de contenerse, no pudo evitar tomar un momento la dirección que le había dado a Gon y memorizarla para ir a hacerle una “pequeña visita”.
(—Ya decía yo que no podías ser el tipo de chico que camina por las calles despechado, definitivamente eres un ejemplo a seguir. Un verdadero macho.
—Púdrete Lyon.)
Killua estaba a punto de dar el primer paso para ir hacia la cafetería pero algo lo sorprendió y lo hizo esconderse detrás de un muro en la pared. Gon estaba llegando y entraba a toda prisa.
—(¡¿Qué rayos hace allí?! ¡¿Acaso se moría por verla?!)—Respiro intranquilo al observar el estado ansioso del moreno, se veía agitado y algo sudado, como si hubiera corrido mucho y a toda prisa. Mikoto al verlo llegar se sorprendió pero después sonrió contenta y se acercó a él, Killua podía ver como hablaban y como la chica le indicaba al moreno para ir a cierta mesa, quizás para charlar—empezaran su cita…—murmuro entre triste y molesto pero grande fue su sorpresa al ver como de repente Gon se inclinaba ante ella, como disculpándose por algo, y la sonrisa de la muchacha cambió a una expresión triste pero comprensiva. Acto seguido el moreno le dio un papel, el papel de la dirección que le había dado la chica, y se retiró sin más dejando a Mikoto con una faceta triste y derrotada…—(¡La rechazo!)—Killua vio todo y ahora su faceta mostraba entre: sorpresa por lo que acaba de pasar, alivió de que no fuera más allá, y por ultimo intriga por no saber el porqué del rechazo del moreno…
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Gon acababa de regresar al departamento, se hallaba pensativo y preocupado pero su faceta se borró por una de sorpresa al ver al albino nuevamente apoyado en la mesa mirándolo.
—¡Killua regresaste!—Decía con una sonrisa de alivió acercándose al nombrado, este lo miraba fijo y expectante lo cual lo extraño—¿Qué sucede?
—Yo… te vi rechazar a Mikoto—Pronuncio para luego ver la gran sorpresa de Gon.
—¿Nos viste? ¿Dónde estabas?
—En esa cafetería venden mi chocolate favorito, iba allá a comprar cuando los vi.
(—Siempre me fascino tu don innato para mentir.
—A callar.)
—Y-Ya veo…—Dijo el moreno creyéndole para después ir al refrigerador bajo la mirada intrigada del albino—¿Quieres cenar?—pregunto dándole la espalda para tomar huevos, harina entre otras cosas…
—No…—Vio como el moreno puso las cosas en una mesa para empezar a prepararlas sin dejar de darle la espalda. Hubo un silencio incomodo en donde solo se escuchaba el ruido que hacía Gon para empezar a mezclar lo huevos con la harina y añadir otros ingredientes…
Killua no soportaba ese silencio incomodo en el ambiente pero tampoco se atrevía a decir una sola palabra, se supone que debería hacer algo, por ejemplo disculparse por la forman tan cruel que le hablo o preguntarle por qué cancelo la cita con esa chica, o cualquier otra cosa que no sea quedarse sentado en la mesa moviendo los dedos de su mano dentro del bolsillo de su pantalón y mirar fijamente la espalda de Gon, respiro profundo y abrió la boca a punto decir algo pero para su sorpresa fue adelantado por el moreno.
—Killua… lo siento—Dijo la voz suave del tímida del moreno lo cual lo confundió.
—¿Por qué?
—No sabía que te molestaba que tuviera una cita con Mikoto—Killua trago grueso por sus palabras.
—¿M-Molestarme? ¿De qué hablas?—Los nervios se apoderaron de su voz y algo de miedo en su pecho, aunque también una esperanza de que Gon se hubiera dado cuenta por sí mismo.
—Está bien ahora lo entiendo—Fue volteando su rostro dejando ver su semblante triste—sé que te gusta Mikoto…—esperanza a la mierda, Gon no tiene ni idea, Killua lo miro molesto por la decepción.
—No necesito que me hagas favores, si quieres ve y sal con ella.
—Quiero que dejes de estar molesto conmigo…—Decía acongojado alarmando a Killua—realmente no me importaba salir con ella, solo quería ver como se sentía tener una primera cita, pero si eso hace que estemos peleados pues no lo haré—volvió a darle la espalda al mayor de manera pesada—sé que al final vamos a tener caminos distintos gracias a mi karma de monstruo… sé que terminaras por irte también pero—de repente dejo de hablar al sentir como unos brazos rodeaban su cintura desde atrás sorprendiéndolo, Killua lo abrazaba y escondía su cara entre el cuello y el hombro del menor.
—Lo siento…—Susurro el albino triste y sintiéndose fatal—y yo pensando y haciendo idioteces… no tenía idea de que te sentías así…—abrazo más fuerte al menor—realmente no te merezco…
—No digas eso…—Susurro esbozando una sonrisa poniendo su mano encima de las que estaban entrelazadas en su estómago—Killua es mi preciado mejor amigo… soy yo el que no te merece.
—Amigos…—Eso es lo único que fue para Gon y eso es lo que siempre será, su preciado primer amigo, nada más y nada menos, su amigo… eso es todo—es cierto…—abrazo más fuerte al menor y respiro profundo su aroma para memorizarlo bien… por que debía soltarse ahora, si quiere mantener en alto ese falso letrero de “Amigo” que tiene para Gon, debía soltarse, con lentitud lo hizo hasta solo dejar sus manos en las caderas del otro—yo… quede con Lyon más tarde.
—¡Esta bien!—Dijo el moreno sonriendo ampliamente y el albino sonrió también y le revolvió sus cabellos.
—Puede que vuelva tarde—Anuncio mientras se iba finalmente bajo la mirada sonriente del moreno.
—¡Está bien adiós!
El albino salió del departamento, pero después se apoyó en la puerta y miro al techo decaído…
—Gon, en verdad eres muy bueno para mí…
Fin de Flash back.
—Así que era por eso…—Termino de escuchar el relato del menor, el cual seguía con sus brazos apoyados en la mesa.
—No tienes idea de lo difícil que fue quitar mis manos de su cuerpo—Dijo con pesadez mientras terminaba de tomar su vigésima séptima malteada de chocolate.
—Eso es porque te encanta complicar las cosas—Decía mientras tomaba un sorbo de su vigésima quinta cerveza mientras el albino lo miraba de reojo esperando su respuesta—declárate de una vez.
—No—Dijo automáticamente a lo que el peli naranja lo miro con una ceja arqueada.
—¿Por qué?
—Me rechazara.
—Si lo hace podrás superarlo de una vez por todas.
—No…—Dijo de manera distante—si Gon me rechaza y quisiera alejarse de mí… no sé qué tipo de cosas llegaría a hacer…—su mirada se tornó oscura—quizás encerarlo en un lugar que solo yo conozca… o matar a todo aquel que se le acerque para hacerlo que entender que no puede ser de nadie más…
—Entonces escoge de una vez si seguir como estas o poseerlo de una vez—Killua lo miro con su semblante oscuro, que contrastaba con la tranquilidad que mostraba Lyon ante su presencia amenazadora—solo que después no vengas a llorar por las consecuencias de tus actos—el albino soltó una carcajada para regresar a su faceta normal.
—Lyon, hablar contigo no es lo mismo que una terapia pero me hace ver la parte lógica de tanta locura—Dijo sonriendo y con su mirada al techo—elegir eh… realmente no lo sé… —decía pensativo—una parte de mí quiere poseerlo con todas las fuerzas de mi cuerpo, pero la otra le gusta verlo feliz y se siente cálido al escucharlo decir que me quiere…
—Una decisión donde eliges una cosa sacrificando otra eh…—Dijo distante y aburrido para después escuchar como el albino se levantaba de la silla.
—¡Esta decidido! Seguiré en mi zona de confort—Exclamo de pie y con su usual astuta sonrisa bajo la faceta expectante del mayor.
—¿Zona de confort?
—El del “Amigo y nada más”—Dijo para la sorpresa del otro—jamás podre tenerlo como quisiera y tendré que soportar verle sonreír a otras personas ¡Pero! Podre estar cerca de él y acompañarlo siempre—explico tranquilamente mientras el otro se rascaba la barbilla meditativo.
—¿Y si alguien se fija en él y Gon le corresponde, y además se quieren ir juntos?
—Como buen amigo que soy, consolare a Gon después de tener semejante pérdida amorosa debido a un “Trágico accidente”—finalizo feliz de la vida para después dar media vuelta—gracias por escucharme Lyon, has ayudado a conservar mi cordura otro día más.
—No fue nada—Dijo mientras observaba al otro alejarse, soltó un suspiro—siento que debería hacer algo pero no sé qué es ni me atrevo a hacerlo…
Killua caminaba por las calles pensativo para después soltar un suspiro y esbozar una sonrisa. Era mejor así, después de las cosas que ha hecho el no merece a alguien tan único como Gon, sus deseos mugrientos solo ensuciarían su pureza y su oscuridad apagaría la luz de sus ojos.
Ese letrero de “Amigos” que había montado para Gon sin darse cuenta le sirvió como límite y recordatorio de que no debe tocar al moreno sino quiere perderlo y terminar hiriéndolo. Para cuando se dio cuenta ya estaba llegando al edificio de departamentos, lo miro con pesadez y empezó a caminar, la idea de ver pronto al moreno le daba felicidad y al mismo tiempo lo ponía inquieto, ya no era un niño que no entendía esas sensaciones y, con dificultad, las podía ignorar, ahora ardían y apenas podía tenerlas bajo control.
Ahora estaba frente a la puerta de su hogar, muchísimo más cálido y humilde que aquella mansión, y entraba con un suspiro para votar hacia fuera todos sus pensamientos absurdos.
—Estoy de vuelta.
—¡Ah! ¡Bienvenido a casa onii chan! ¿Quieres palomitas y jugo?
—Si…—Murmuro esbozando una sonrisa al ver a su hermanita viendo la tele en pijama con palomitas y jugo de naranja, bostezando se fue a sentar junto a ella en el sillón. Ciertamente Alluka también le proporcionaba alivio y calidez, aunque no de la misma forma que Gon…—¿Tan tarde y despierta?—comento mientras llevaba un puñados de palomitas a la boca.
—Es que van a pasar una maratón de mi serie favorita, aunque aún falta un poco, por eso Gon kun aprovecho para tomar un baño.
—Ya veo… ¿Paso algo interesante mientras no estaba?—Pregunto desinteresado y tomando un vaso con jugo. Ligeras sensaciones le pasaron por el cuerpo al pensar en Gon bañándose, pero vamos… tiene que aceptar que nunca podrá ponerle las manos encima de esa manera…
—¡Gon kun tiembla y se sonroja cuando lo tocas!—Dijo con una gran sonrisa y viendo como su hermano escupía todo el líquido del jugo y ahora tosía repetidas veces sin poder creerse lo que escucho.
¡Caramba! Eso fue repentino, nunca digas nunca ¿No?
Continuará…
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